—¡La madre!El puto payaso me había asustado de nuevo.
Sin pensarlo, me acerqué un poco más al pelirrojo, el cual no se pegaba tantos sustos como los míos. Aunque mentiría si decía que no se asustaba.
Le agarré del brazo al saber que ahora aparecería seguro por la escena que se veía en la televisión. No creo que le incomodara, no es la primera vez que vemos alguna película de miedo juntos y yo siempre hago eso cuando me asusto.
Ambos nos acurrucamos un poco al ver la cabeza del payaso asomar por una puerta en la película.
—¡Lo sabía! —grité separándome del pelirrojo mientras señalaba la pantalla—. ¡Lo puto sabía!
El estúpido niño del chubasquero amarillo estaba allí junto a más cadáveres.
—¿No te da pena? —preguntó Kiri refiriéndose al niño.
—No, eso le pasa por meterse en una alcantarilla con un payaso —fruncí el ceño.
Eijiro soltó un risa, supongo que ya estaría acostumbrado a mi insensibilidad.
—Bueno, ya se terminó —comentó pausando los créditos—. ¿Qué hora es?
Agarré mi móvil de la mesa.
—No son ni las once y media... —musité— ¿Qué quieres hacer? —lo miré.
Se alzó de hombros.
—¿Que solíamos hacer antes? —preguntó refiriéndose a cuando éramos pequeños.
—Antes nos íbamos a dormir a las nueve —reí.
Eiji sonrió.
—¿Recuerdas cuando hacíamos retos estúpidos? —mencionó riéndose.
Tapé mis labios mientras reía.
—Dios, recuerdo cuando ambos cogimos cuchillos de verdad y jugamos con ellos, casi nos asesinamos —solté una carcajada seguida de Eijiro.
De repente me acordé de un juego del cual leí.
Fui a buscar la baraja de cartas que tenía en un baúl del comedor mientras Kirishima me observaba confundido.
—Juguemos a algo.
Capté la atención de Eijiro.
—Este juego lo vi en un manga, trata de coger una carta por turnos y quien saqué la carta más alta deberá escoger entre verdad y reto. El otro deberá preguntarle o decirle que haga algo. Son 5 rondas en total —expliqué barajando—. ¿Te parece bien?
El pelirrojo asintió emocionado.
—Claro, hace tiempo que no hacíamos cosas de estas —comentó con una sonrisa.
Puse las cartas barajadas en cima de la mesa y boca abajo. Yo saqué una carta, Eijiro sacó otra.
—Uno, dos, tres... —volteamos las cartas.
Yo tenía un nueve.
Kirishima un tres.
—¡Bien! —exclamé— ¿Que eliges?
—Reto —dijo sin dudar.
El tiburón sabía muy bien de que yo no era muy mala con los retos. Donde yo hacía daño era en la verdad.
—Haz cinco flexiones...
—¿Ya está? Demasiado fácil —comentó burlón.
—Conmigo encima —acabé sonriendo.
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Eᴍᴘᴛʏ |𝐁𝐍𝐇𝐀|
FanficNo tengo ninguna cualidad, soy desconfiada, no se lo que es la preocupación, soy una persona apática y deberías saber que no tengo ni una pizca de empatía. No siento nada. Para ser más precisos, estoy vacía. Como si no sintiera nada. ¿Por qué quier...