#TWENTY EIGHT#

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Me sorprendo por su respuesta. No puedo respirar, el pulso se me acelera y me quedo en blanco. Pero ninguno aparta la mirada. Su expresión es tranquila, aunque por sus ojos sé que está en medio de una lucha interna. No sé qué creer. Jessica me ha contando tantas cosas sobre sus relaciones amorosas. Y él... ¿Y si no es capaz de amarme como yo necesito? ¿Y si le pasa como a Veronica? En estos momentos necesito a Emma. Hace tiempo que no hablamos... Si ella pudiera estar aquí, y ayudarme a decidirme qué hacer. ¿Qué hago? Abro la boca para decir algo pero me interrumpe el sonido de una puerta cerrarse en un portazo.

-¡Alex ya he llegado!- Grita una voz masculina. Aspen.

Alex aparta la mirada y la pone sobre la puerta. Se oyen pasos que van subiendo por las escaleras, hasta que se abre la puerta y esta deja ver el rostro de Aspen.

-Hola, Van...- Dice Aspen en tono seductor.

-Emm... Hola.- Respondo cortante. Por una parte felicito a Aspen por interrumpirnos, pero por otra... Quisiera saber más sobre... Sobre todo esto.

-Mamá me ha pedido que te informe que nos vamos a comer a casa de los Archival.- Se dirige a su hermano.

-Si, ahora la llevo a su casa.- Dice Alex incomodo. Pero en un abrir y cerrar de ojos se recompone y adopta la misma postura de siempre: el despreocupado que siempre sonríe hasta en los momentos más difíciles. Se habrá acabado el turno del Alex sensible. Y yo que quería conocerlo más...

-Vale, pero date prisa.- Aspen da media vuelta y va directo a la puerta de enfrente, la que debe ser su habitación. Y cierra la puerta detrás de él.

-Bueno, vamos.- Dice Alex mientras se levanta de la cama sin mirarme. Coge el vaso de agua que ni siquiera he tocado y sale de la habitación, dejándome sola y perdida. 

Me levanto de la cama con esfuerzos, pues aún me hace daño la cabeza, también hago la cama y cojo el libro.  Me retoco el pelo en un espejo grade que tiene Alex en su habitación, y que no lo había visto, y salgo de la habitación después de haber apagado la luz. Me detengo en el baño de la misma planta, ya que las luces encendida me llaman la atención. Me asomo con cautela hasta que oigo unos leves sollozos. Alex. En el suelo hay una toalla llena de sangre, la de la pelea. Quiero entrar. Quiero quitarle las lágrimas de los ojos. ¡Quiero abrazarle y decirle que también le quiero, joder! Oh no. ¿Que acabo de pensar? Sin embargo, dejo atrás el baño y bajo por las escaleras, hasta llegar al salón. ¿Me gusta Alex? Bueno, apenas lo conozco pero... No lo sé. Estoy hecha un lío. A los 5 minutos baja Alex por las escaleras. Me sorprende ver que no tiene los ojos rojos ni hinchados, teniendo en cuenta que lo he oído llorar. Me hace un gesto con la cabeza indicándome que nos vamos y yo salgo por la puerta principal, seguida por él. La tensión llena el ambiente, y no sé muy bien que es lo que tengo que hacer exactamente. Me pongo el libro sobre el regazo y noto la mirada de Alex clavada en mí, otra vez.

-Me encanta...- Digo refiriéndome al libro.

-Lo sé. Por eso te lo compré.- Dice intentando forzar una leve sonrisa. Intentando, porque todos sabemos que después de llorar cuesta que te salga una sonrisa. ¿Alex está así por mí?

Arranca el coche y dejamos calle tras calle atrás, hasta llegar en frente de mi casa. Nadi ha dicho nada en el trayecto, y eso me pone aún más nerviosa. Yo no me muevo del asiento. Necesito... Necesito decir algo.

-Yo...- Intento decir pero él me interrumpe.

-No hay nada que decir, Van.- Me sonríe para calmarme. Pero no lo consigue. Y lo conseguirá aún menos si la sonrisa es forzada. ¡Quiero la maldita sonrisa verdadera que me hace siempre!  Esa de dientes blancos y perfectamente colocados. La que te hace sentir que estás en el día exacto, momento exacto y sitio exacto.

-Sí, sí que hay algo que decir.- Me impongo. Si que hay algo que debo decir, por supuesto; pero ahora... No sé si lo quiero decir. Abro la boca para hablar pero él me interrumpe.

-¿Sientes lo mismo?- Me sorprende con la pregunta. Alex es muy directo, lo debía esperar.

-Yo... Alex, no sé muy bien lo que siento ahora mismo.- Miro por la ventanilla, hacia mi casa, avergonzada. No me creo lo que voy a decir.- Hace poco, cuando te veía pasar las manos comenzaron a sudarme, el pulso se e aceleraba y notaba que la respiración se me entrecortaba. Te recordaba en momentos que no tenían nada que ver contigo y no paraba de preguntarme qué soy para ti. Y ahora... Yo no sé qué debo hacer. Estoy perdida, Alex. Estoy jodidamente perdida.

Él asiente, comprensivo. No sé si es esto lo que se esperaba. Ni yo me esperaba esta respuesta. 

-Ya somos dos.- Aparta la vista al frente. 

Abro la puerta y salgo del coche. Camino por el camino principal y antes de entrar por la puerta principal, miro hacia él. No me mira, solo se molesta en mirar hacia la nada. Intenta evitar mi mirada. Quizás yo también lo debería hacer. Me vuelvo hacia la puerta y entro para encontrarme con el aroma a comida que está preparando mi madre. No tengo hambre. No tengo ganas de nada; solo de echarme en la cama a contemplar el techo. Contemplar el techo y pensar en todo. 

-Hola, Van.- Me saluda mi madre cuando entro en la cocina.

-No me encuentro bien, mamá. No tengo hambre. Subo a mi habitación.- Gruño haciendo una mueca.

-No hija, ¿seguro que no te entra nada? ¿Nada de nada?- Intenta persuadirme.

-Nada de nada.- Aseguro y cojo rumbo a mi habitación. Una vez cierro la puerta detrás de mí me tiro, literalmente, a la cama. Y me coloco mirando el techo. Y en lo único que soy capaz de pensar ahora es en él.

Alex.


Más cosas

Hoy necesitaba publicar dos capítulos. No puedo, esto me supera por completo. Que rápido a ido todo, ¿no? Parece que fue ayer cuando estaba creando los personajes; buscando los nombres y apellidos ideales... Todo. Y sin embargo, considero que por mi altura, estoy llegando relativamente lejos. "No son tantas visitas" podréis pensar. Si, cierto. No son tantas visitas, pero a mí me da igual. Estoy contenta  con lo que tengo. Y estoy contenta por vuestro apoyo chic@s. ¡Gracias! ¡Mil gracias!


I Have A Dream: Y En Él Estás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora