I Have A Dream: Y En Él Estás Tú

#TWENTY SEVENT#

Me siento con algo de dolor en los músculos y me vuelvo hacia él.

-¿Porqué te cuesta tanto decir un simple te quiero?- Digo sin más. Ya lo hablamos o "medio hablamos" por mensajes, pero no me especificó, y tengo curiosidad. El se sorprende por mi pregunta.

-Bueno... Digamos que no he llegado a querer tanto a una persona como para decirle te quiero...- Se encoge de hombros.

-Esto no tiene sentido, estuviste con Veronica...- Pienso en voz alta. ¿No quería a Veronica?

-Veronica...- Repite mientras mira al techo- La historia de Veronica y yo es larga, no te quiero aburrir.

-Tranquilo, no tengo nada que hacer a parte de meditar sobre mi ex...- Bromeo sarcásticamente y el se ríe.

-Vale, te lo debo.- Me sonríe.- Veronica era y es la chica más popular del instituto, y algunos dicen que yo soy el chico más popular del instituto, así que a los que llamamos "cotillas", que son los del periódico, empezaron a fotografiarnos cuando estábamos juntos y a inventarse historias nuestras. Nosotros quisimos bromear y hacer pensar a la gente que lo que decían los cotillas era verdad, así que empezamos a fingir salir. Todo iba bien hasta que sus sentimientos hacia mí se hicieron reales y me hizo creer a mí que yo sentía lo mismo. ¿Como? No lo sé, fui un tonto. Me mentía a mí mismo pensando que para mí Veronica era algo, pero no. Nunca he querido a Veronica.- Se encoge de hombros. No le importa en absoluto, esto esta claro, pero algo en mí siente pena por Veronica.

-¿Y no has tenido más novias a las que querer?- Inquiero, aún más curiosa.

-Sí, pero no tanto como para decirles "te quiero". Haber, digo que no he querido tanto a una persona como para decirle "te quiero". Es que lo mío es muy raro, Van.- Me dedica media sonrisa.

-¡No! ¿Enserio?- Bromeo. Hoy me siento bromista, y parece que nuestro enfado se ha calmado.

-¿Y tu Vanessa Beberly? ¿Le has dicho a alguien "te quiero"?- Me pregunta siguiéndome el rollo bromista.

-Mmmm...- Hago como que me lo pienso.- Si Alex Rowling. Pero no al indicado.- Me cambia la cara y en mi rostro se refleja tristeza. Miro el colchón avergonzada.- En estos momentos preferiría ser tu. Tan despreocupado, sin haberte equivocado declarándole tu amor a alguien que ni siquiera te tenía aprecio.- Mis ojos se humedecen y al parecer, Alex lo ve; porque se acerca más a mí y me coge por la barbilla y la mueve para que le mire a la cara.

-Alguien me dijo un día: "la vida está llena de pequeñas cosas que te forman y te dan lecciones". Si tu no hubieras cometido este error, ahora no serías quien eres.- M sonríe tiernamente. No recuerdo el momento en que el Alex furioso ha dejado pasar al amable y cariñoso.

-Me suena esta frase...- Se ríe y yo hago lo mismo. 

Nos quedamos en un silencio cómodo cuando me acuerdo de que aún no han acabado las clases y estoy en casa de Alex.

-¡Las clases!- Me pongo nerviosa. Nunca he faltado a clase, en mi vida. Miro el reloj que tiene Alex colgado en la pared. Ya han empezado.

-Tranquila, de eso ya me he encargado yo.- Le quita importancia. Alex, tan despreocupado.- Te metí en el coche y me dirigí al despacho de mi padre para informarle de esto, bueno le dije una verdad a medias, y entonces te llevé aquí.

-¿Así de fácil?- Miro el reloj. No me cuadra, es ya la última hora y cuando salimos era el primer patio. ¿Tanto rato he dormido? ¿Y en qué hora exactamente llegamos a su casa? Y... Oh no. ¿Él me tapó con el edredón?

-Bueno, antes de venir... Pasé por un sitio; pero nada, solo estuvimos 10 minutos.- Me asegura, ahora un poco más agitado. Si no lo conociera lo suficiente, creería que está preocupado o nervioso. Pero a Alex no le va este rollo, a él no le importa absolutamente nada.

-Y exactamente...¿Por dónde pasamos?- Le pregunto frunciendo el ceño.

-Bueno...- Se levanta y va directo a la mesilla de noche que está al otro lado de la cama. Abre el segundo cajón y saca... ¿algo... rectangular envuelto con papel de regalo? me sorprendo y él se vuelve asentar en el borde de la cama, dónde estaba antes.- Yo...- Intenta decir. ¿A Alex Rowling le cuesta hablar? ¿Qué es esto? ¿Nerviosismo o vergüenza? Bueno, quizás esté ensayando una obra de teatro... Espera, ¿Alex participando en una obra de teatro? Bobadas.- Tú estabas muy enfadada conmigo, lo suficiente como para desmayarte... Así que decidí comprarte algo... Un detalle.- Me entrega el regalo y lo miro sorprendida.

-¿Un regalo?- Asiente. Pues claro Van, lo acaba de decir. Un re-ga-lo.- Emmm... Gracias...

-Ábrelo.- Me dice impaciente. Yo no me ando con rodeos y empiezo a arrancar el papel de regalo. Hasta que se puede ver un libro. Sonrío.- ¿Un libro?- Lo miro aún sonriendo. Me hace daño la boca de tanto sonreír. 

-Sí, pero lo mejor es...- Me coge el libro y lo gira dejando ver el título. 

Divergente.

La sonrisa se me hace más grande, y yo que pensaba que no podía ser aún más. Y un impulso me hace lanzarme encima de él y abrazarlo. Creo que estoy apunto de ahogarlo si no lo he hecho ya, así que me aparto mientras noto como el rojo me sube por la cara. Con el dedo toco el título del libro.

-¿Te gusta?- Me pregunta. Noto sus ojos clavados en mí, así que lo vuelvo a mirar a los ojos.

-No me gusta, me encanta. Alex, ¿como...? ¿como es posible que sepas siempre cuando y dónde hacer las cosas? Es... Es como si toda tu vida la tuvieras planeada. pasa algo malo conmigo, y lo sabes arreglar. Te peleas con Cameron y... Seguramente mañana ya lo tendréis solucionado.

-Yo no planeé conocerte...- Me mira a los ojos. No los aparta, y no voy a ser yo quien los aparte.- Yo... Yo no planeé enamorarme de ti.

Más cosas

¡Oh no chicos! ¡El momento que estaba esperando escribir a llegado! ¡Porfin! 

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