#THIRTY-THREE#

35 6 2
                                    

La esperanza que creía haber perdido vuelve a mí al ver su cara. Tiene aspecto desafiante y las manos apretadas en puños.

-Mira a quién tenemos aquí...- Se mofa Spencer y me vuelve a mirar.- Si nos lo estábamos pasando muy bien Van y yo...- Hace cara de suficiencia. Yo me quedo callada.

-No lo volveré a repetir, Spencer.- ¿Alex conoce a Spencer? Claro que sí, no me debería sorprender. Alex conoce a todo el mundo.- Déjala.

-Siempre te estás cargando la diversión Rowling...- Se queja Spencer bromeando, fingiendo hacer una mueca triste.

-No creo que a Veronica le haga mucha gracia que hagas esto...- Espera, ¿Veronica y Spencer? Bueno, quedan bien teniendo en cuenta que los dos son unos tarados.

-Si tu supieras...- Dice el otro mientras rueda los ojos.- Igualmente, Rowling,- Mira a Alex desafiándolo.- no te deberías meter donde no te llaman. O es que...- Me mira a mí y luego a Alex provocándolo con tan solo una mirada.- Haber Alex... ¿Otro de tus ligues?- Spencer estalló a carcajadas moviendo la cabeza y a Alex se le caen los hombros sorprendido por el rumbo que tenía la conversación.- Esta vez has caído muy bajo, tío.- Me da un repaso de arriba a abajo.- ¿La nueva?, ¿Que no te conoce ni nada? Si no te conociera pensaría que hasta eres un cobarde.- Volvió a mostrar esa sonrisa de suficiencia.- Pero es que... Mira esta carita, tan de niña buena...- Me coge por el mentón forzándome por mirar a un lado. Yo, con las manos arriba cogidas por una suya, intento forcejar aunque sé que no tiene sentido; Spencer tiene mucha más fuerza que yo, pese a los intentos que haga él ganará.

-¡No la toques!- Estalla Alex, fuera de sí. Pero aún se mantiene en su sitio, donde antes. Spencer se ríe disfrutando de la situación.

-¿Sabes Rowling...? Deberías participar en la obra de teatro que hace el instituto para recaudar dinero.- Bromea.- Sin duda se te daría muy bien.- Hace una breve pausa.- ¿Qué tienes con ella?- Alex se queda callado. Vamos Alex, si ahora dices que te gusto ya no tendré dudas... Vamos... No dice nada.-Entonces no te importará si...- Spencer me acerca una mano pero antes de llegarme a tocar Alex salta encima de él.

Suelto un grito ahogado. Spencer coge la iniciativa colocándose encima de Alex pegándole puñetazos, pero pronto Alex vuelve a coger el ritmo y se pone encima de Spencer otra vez. Por suerte, o tal vez no; un profesor sale de una aula alarmado. Al verlos llama a otro profesor de otra aula para que lo ayude a separarlos. 

-¡Alex para!- Grito yo. Nada. No puedo más, esto es demasiado.

Los profesores acuden a separarlos, y finalmente lo consiguen.

-Los dos al despacho del director, ¡inmediatamente!- Grita el segundo profesor. Y dirige su mirada furiosa a mí.- Y usted señorita, vaya a su respectiva clase.- Me dice con tono autoritario. Asiento. 

El primer profesor entra en su clase y el segundo va primero guiando a los dos chicos al despacho de el director o el padre de Alex. Alex espera a que Spencer esté lejos para mirarme con tristeza en los ojos, más que la que ya tenía antes.

-¿Estás bien?- Yo asiento. Aparta la mirada pero como si no pudiera evitarlo la vuelve a fijar en mí.- Yo...- Empieza a juguetear con los dedos y finalmente mueve la cabeza como intentando borrar algo que hubiese pasado por su cabeza.- Deberías ir a la clase.- Y se va sin volver a mirar atrás.

Lo veo girar la esquina del pasillo sin poder moverme. ¡Corre tras él, boba! ¡Corre! Pero igualmente mis piernas no reaccionan a los avisos que manda mi cerebro, y me uqdo ahí parada durante un tiempo más.


-Oye, Van.- Me devuelve a la realidad Amaia. De un susto salgo de mi ensimismamiento y la miro pidiendo disculpas con la mirada.- ¿Qué es lo que te pasa?

-Mmmm...- Vacilo un momento. No conozco lo suficiente a Amaia como para contarle todo lo que está pasando con Alex. Lo haría, claro que sí, me cae muy bien. Pero es que tengo miedo de no acertar y que en realidad no la conozca como pienso, y se lo diga a alguien que sea cotilla o algo así.

-Van, puedes contarme lo que quieras.- Dice como si pudiera leerme la mente.- Sé que a penas nos acabamos de conocer, pero puedes confiar en mí.- Hace una breve pausa como meditando lo que debería decir a continuación y finalmente prosigue- Mi abuela a veces me decía que si estábamos mal no nos lo debíamos quedar para nosotros. Y que si se trataba de contarle a alguien que no conocías, debías pensar que la opinión de alguien ajeno a veces es la mejor; porque si le dices a alguien que conoce a la otra persona mucho mejor que a ti o a la inversa, puede coger favoritismos y pensar de otra manera distinta.- Me sonríe tímidamente.

Cojo la suficiente valentía, respiro hondo, y me decido por confiar en ella. 

-Es Alex.- Suelto como si lo quisiera expulsar de golpe. Ella adopta una cara de desconcierto.

-¿Alex?- Asiento.- ¿Alex Rowling?- Vuelvo a asentir. ¿Cuántos Alex habían más? Seguramente muchos, pero ella sabía perfectamente que hablaba de él.- ¿Y qué pasa con él?

-Bueno...- Dudo un momento. No, Vanessa. Has decidido confiar en Amaia, ahora debes continuar.- El otro día...- Vacilo.- El otro día me dijo que le gustaba.- Me tapo la boca. ¿Pero porqué? Si yo tenía previsto decirle. Supongo que decirlo en voz alta hace que finalmente se confirme, como si que te lo guardases para ti mismo hiciera que pareciera que eran imaginaciones tuyas. Sin embargo, ahora ya no hay marcha atrás. 

-¡¿Qué?!- Grita Amaia, pero yo le tapo la boca con las manos.

-Shhhhh.- Le digo susurrando.- No grites, boba.- Me río por su reacción. Le quito las manos de la cara y bajo la cara, recordando lo que había pasado en los pasillos.- Y Spencer me ha sorprendido por el pasillo y me ha acorralado en la taquilla, sin dejarme mover. Entonces...- Aparto la mirada del suelo para mirarla, con ojos tristes.

-...Entonces...- Me incita a proseguir contándole.

-Alex ha venido a ayudarme...

-¡Pero eso es bueno tía! ¡Se preocupa por ti!

-No es eso. Ahora me ignora, pasa de mí. Solo me mira pero ya está. Antes de irse al despacho del director ha empezado a como decirme algo, pero después ha rectificado y se ha ido, dejándome sola.- Digo recordando a Alex girando la esquina del pasillo.

Amaia se acerca a mí y me rodea los hombros con los brazos.

-Ya verás que no es nada.- Me tranquiliza.- Estará...- Pausa como intentando buscar las palabras adecuadas- No sé, la verdad. No conozco mucho a Alex, y por lo que veo no es nada inseguro. Pero, que yo recuerde, tu tampoco le has hablado hoy.- Dice sin malas intenciones. Y entonces caigo. ¡Claro! ¡Yo he hecho lo mismo que él!

-¡Gracias Amaia eres la mejor!- La abrazo todo lo fuerte que puedo. Y entonces el timbre nos interrumpe. Me separo de ella y la miro, aún con una sonrisa dibujada en mi cara.- Voy a la taquilla, ¿me acompañas?

-Claro, vamos.

Y dejamos el banco atrás, dirigiéndonos a mi taquilla. La abuela de Amaia tenía razón; necesitaba la opinión de alguien ajeno como Amaia. No me arrepiento para nada de habérselo contado.


Más cosas

¡Gracias por leerme! ¡Nos vemos en el próximo capítulo!


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 11, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I Have A Dream: Y En Él Estás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora