#FIFTEEN#

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George nos habló más sobre lo que era la mitología en si, y nos contó algunas anécdotas suyas mientras hacíamos los ejercicios del libro que nos había indicado.

-¡Por cierto!- Volvió a hablar el profe enrollado que nunca habría pensado que llegaría a tener- Se me ha olvidado contaros que con vosotros voy a empezar un nuevo proyecto. Queremos intentar juntar mitología con la clase de ética de una manera razonable. Entonces lo que teníamos planteado es empezar con algo sencillo; como un diario. Os diré un tema y vosotros deberéis hablar sobre el tema en concreto y sacar todo lo que tengáis dentro conforme de lo que va el tema.- ¿Un diario? Lo que faltaba. Me gusta, al menos no es tener que estar toda la santa hora haciendo ejercicios muy pesados. Sí, soy buena estudiante. Saco siempre sobresalientes y estudio mucho. Pero eso no quiere decir que no odie los trabajos, debes y exámenes. Más que nada lo hago por mi madre; siempre ha sido muy sobre protectora conmigo y eso quiere decir que siempre me ha estado preguntando por las tareas que tenía y los exámenes. 

-Psss- Quiso captar mi atención Cameron haciendo sonidos pesados.- ¿Van?

-¿Qué?- Me reí y me volví hacia él. Que pesado. Pesado pero divertido.

-¿Lo entiendes?- Me pregunta. 

-¿El profesor o los ejercicios?- Nos reímos los dos. Si quiere que nos sentemos a más clases juntos, deberá aprender a explicarse mejor. Mucho mejor.

-Los dos. Pero ahora pregunto por los ejercicios.- me dedica una sonrisa y yo le respondo con otra.

-¿Cual de los ejercicios no entiendes?- Me acerco más a él para ver mejor su libro.

-Este- Dice señalando a un ejercicio en concreto.

-¿Qué?- Me río- ¡Este es el más fácil!- Arquea una ceja y me mira fijamente en busca de una respuesta.- Solo te pide que digas tu dios griego favorito.- Me vuelvo a reír.

-¿Tu que has puesto?- Me dice intentando mirar mi papel, pero yo tapo la respuesta con la mano.

-Pero no me copies.- Digo con una sonrisa pícara y el asiente. Lo destapo y le acerco el papel.- Afrodita, la diosa del amor.- Digo, satisfecha. Siempre me ha gustado Afrodita.

-¿Afrodita?- Me pregunta volviendo a arquear una ceja.

-Sí, Afrodita.- Respondo yo algo confundida. Y para aclararlo remato con- La diosa del amor...

-La diosa del amor pero no en el sentido... Amor de sentimiento. Sino amor erótico.- Suelta una carcajada y al ver lo confundida que estoy se muerde el labio inferior para aguantar-se la siguiente.

-Bueno; es la diosa del amor, ¿no?- Intento escaparme de esta situación tan rara.- Igualmente, creo que voy a cambiar De Dios preferido...- Me encojo de hombros y los dos nos limitamos a reírnos.

La siguiente clase pasó rápido, sobretodo porque Cameron no dejaba de hablar y hacerme reír todo el tiempo. De repente, suena el timbre y dejo escapar un suspiro. Por mucho que se me haya pasado rápida, la clase a existido y ha sido tremendamente aburrida. Claro, viniendo de mitología... Estoy esperando a que sea jueves para volver a ver a George, el profe tan divertido, y a volver a escuchar sus explicaciones sobre mitos.

Recojo todo lo que tengo sobre la mesa y pongo bien la silla.

-¿Vas a la cafetería?- Me pregunta alguien por detrás. Me giro y es Jessica. Yo asiento.- Vale, ¡voy contigo!- Dice casi gritando al mismo tiempo que recoge sus cosas de encima de su mesa y se acerca a mí casi corriendo, como si no la esperara. 

-Primero voy a mi taquilla.- Alzo los libros que tengo en los brazos para que los ves.- Tengo que dejar los libros.

-Vale, vayamos.- Me dice y tira de mi muñeca para sacarme al pasillo. Y me viene el recuerdo de Veronica y sus uñas clavadas en mis muñecas con fuerza. Me estremezco. Esa chica da un poco de miedo. No miedo, sino, parece capaz de hacer cualquier cosa. Es una víbora. Que manía con compararla con una víbora. Más bien es... Es... Una avispa. Una avispa fea. Aunque de fea no tenía mucho. Vaya, estoy repitiendo mis pensamientos sobre Veronica y, definitivamente, sueno patética.

Dejo mis libros en la taquilla y Jessica también: ya que l suya está bastante cerca de la mía. Finalmente, nos dirigimos a una sala gigantesca; paredes blancas y azul marino y infinidad de mesas de picnic azules dan un toque moderno a la cafetería. Al final de la sala, se encuentra el sitio de la cocina; con especies de mostradores que dan a la sala y empleados que sirven las comidas en bandejas, aunque se ve que tu puedes escoger lo que quieras; sea mucho o poco. Jessica se pide un croissant de chocolate y yo uno normal. De bebida se pide un café con hielo y yo un zumo de naranja. Me dirige hacia afuera, dónde hay aún más mesas. Porque no tenían suficiente con las de adentro, ¿no? Nos sentamos en una mesa vacía; las dos enfrente.

-Dime, ¿Cameron te trata bien?- Me sonríe con cara pícara.

-Si, pero la he cagado.- Me río recordando lo de Afrodita.

-¿Que has hecho ya?- Se ríe, sin saber aún lo que he hecho.

-Le he dicho que Afrodita era mi diosa favorita.- Me muerdo el labio inferior para evitar reírme a carcajadas por mis estupideces.

-¡¿Afrodita??- Escupe el trago de café que acababa de beber de su baso.

-Haber, que igualmente es la diosa del amor y la belleza...- Bromeo intentando justificarme y lo único que consigo es que las dos nos riamos a carcajadas.

De pronto noto una mano tocándome el hombro. Me giro y veo a la chica con la que me había tropezado solo entrar en el edificio. Veo que Jessica arquea las cejas y me mira así no entendiendo que pasa.

-¡Hola!- Me sonríe la chica y se hace sitio a mi lado, antes de sentarse.- ¿Como estás? ¿Pudiste encontrar la clase?

-Emm... Sí, la encontré.- Le sonrío amablemente. 

-Por cierto, soy Charlotte. Voy a la A pero ¡no quiere decir que no podamos ser amigas!- Me sonríe. Es un poco irritante, pero teniendo en cuenta que solo entrar el el instituto me he tropezado con ella y después me ha enseñado dónde se encontraba conserjería... Creo que se merece un intento por lo menos.

-Hola, soy Van.

-Vanessa, pero prefiere que le digan Van.- Participa en la conversación Jessica, con tono un poco irritado. ¿No le cae bien? Quizás le molestara que solo hablara con Charlotte. Yo simplemente le sonrío y ella me hace una seña con la cabeza para que nos vayamos hacia el césped. Para que no se sienta mal, ya que es mi primera amiga, si es que se puede considerar una (la acabo de conocer), decido hacerle caso.

-Bueno Charlotte, ya nos veremos.- Le sonrío y Jessica y yo la dejamos sola en la mesa.

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I Have A Dream: Y En Él Estás TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora