The Tattoo Girl

Sí, Me Quedaré

Alex

—Por lo visto besarla tampoco funciono, tengo que hacer que se marche, no puedo ni quiero tenerla en esta casa, ella es un peligro, porque tenía que venir, porque no la lleve cuando me rogó que lo hiciera, no, ella no puede quedarse, ¡no la quiero aquí!..........

El encuentro con Alex había dejado a Piper muy alterada, esa mujer la descolocaba, algo en ella la intranquilizaba, era como un imán, mientras más quería alejarse, más la atraía, miró a su alrededor, deseaba calmarse antes del encuentro con la Señora Vause.

Entro al cuarto que era precioso, el mobiliario era viejo pero bien cuidado; bajo los muebles, tapetes gastados por el tiempo cubrían el piso, pero se veían impecables; grandes cortinas colgaban de las ventanas y, como el resto de lo que veía, se encontraban limpias y sin una partícula de polvo.

Sus ojos se posaron sobre un inmenso cuadro donde estaba Alex con sus padres....

—¿Le agrada la pintura Señorita Chapman?. Diane se acercó a Piper. — Fue un regalo de un gran amigo pintor, hermoso ¿no cree?

—Si, debo admitir que captó a detalle la esencia de sus sentimientos, puedo notar que es un excelente pintor. Miró a la mujer que tenía ante ella, y se le hacía imposible que fuese la madre de Alex. Diane sonrió complacida por su comentario.

—Es usted una joven atractiva. Le dijo Diane viéndola fijamente. —Me pregunto cuál fue la causa que la impulsó a abandonar su rutina en la gran ciudad, si fuese usted una simple enfermera, una persona carente de atractivos, no le preguntaría, pero parece tan femenina, tan liberal y al mismo tiempo una mujer culta, Clara me informó que su círculo de amistades era muy reducido y que su dedicación se centraba en usted misma y en su trabajo, sin embargo yo esperaba alguien..., menos atractiva y no tan inteligente.

—Siento mucho que mi Tía Clara no le haya proporcionado los datos completos señora Vause. Aunque a Piper tampoco le había proporcionado la información completa.—Desde que perdí a mis padres he perdido interés en todo lo que me rodea, excepto mi trabajo y no tengo intenciones de cambiarlo.

—Eso sería comprensible si lo dijera una mujer de mi edad, tome asiento por favor. Señaló uno de los sillones tapizados en color oro viejo. —No deseo que considere esto como una entrevista, es sólo una plática entre dos personas que tienen algo en común, mi hija Rachel, mi principal interés al emplearla, fue por el consejo de Clara, será que pueda usted convertirse en amiga de Rachel, usted es una joven y sabe lo que es perder el objeto de su amor, ambas tienen esa pena en común, quizás usted podría decir que no es lo mismo, pero aun así es una pena y espero que logre convertirse en su confidente , ella necesita a alguien con quien hablar, alguien que la comprenda y ¿quién mejor que una persona de su misma edad, culta e inteligente? ¿Qué opina, señorita Chapman?, tal vez el destino arregló todo esto de manera que usted viniese a vivir con nosotros.

Piper se sentía tensa, sentada en el extremo del sillón, frente al que ocupaba la señora Vause, quien se inclinó y colocó una mano sobre la rodilla de la joven.

—La veo un poco nerviosa... ¿acaso piensa que no será feliz viviendo entre nosotros? Quizá ya se ha arrepentido de venir, abandonando su rutina del hospital en el cual trabajaba, parece no estar muy segura de su decisión.

—Pensé que... necesitaba un cambio. Dijo la rubia, no pudo evitar sentir agrado hacia Diane.

—Un cambio es siempre saludable y estoy segura de que debió sentirse muy triste al perder a sus padres siendo tan joven. Diane suspiró y miró su anillo engarzado con un rubí y un diamante que usaba en una de sus manos.—En cierto modo, hubiese preferido que Rachel enviudara en vez de ser abandonada por una mujer que ella piensa regresará algún día. ¿Cómo puede amarla? Eso es para mí un misterio, pero claro, el amor es en sí es un misterio, es como una flecha que se clava produciendo dolor o placer y en ocasiones ambos, nadie puede protegerse de su impacto, Rachel siempre fue una chica vulnerable, y el accidente que sufrió la convirtió en una persona mucho más sensitiva. Piper la escuchaba muy atenta