Let's Forget (The Walking Dead ff)

Capítulo 8

World So Cold - Three Days Grace

Desperté sobresaltada.

No recordaba haberme sentido así en bastante tiempo. Una sensación de vacío, algo faltaba, o era distinto.

El caso es que me levanté como un resorte, en el momento recuperé la consciencia y noté que el ambiente había cambiado y no estaba sola, me puse alerta.

Era una estancia con humedad, un tanto fría, y oía murmullos y pasos lejanos, además de una respiración cerca mío un poco nerviosa y entrecortada.

Me di cuenta de dos cosas al incorporarme: una, necesitaba fuerzas, mis ojos parecían haber decidido dar vueltas, porque veía blanco y negro, una fusión; dos, estaba en una litera. Creo que sabemos perfectamente lo que eso significa. Y, por si no quedó claro, me metí una buena hostia en la cabeza, no, si aún me quedaré tonta y todo. 'Guapa y tonta. Lo que me faltaba'

-Joder. Por eso odio las putas literas, si no te despertabas por el despertador, ya se encargan ellas de darte los buenos días -murmuré maldiciendo.

-¡Alex! Por fin despiertas, llamaré a Hershel - dijo Daryl animado. Parecía haber estado preocupado, pobre, perder a esta belleza tan joven sería un horror.

Ah, y otro tanto para Alex, acerté.

- Sí, claro, yo también me alegro de volver a verte y esas cosas ¿no? Estoy bien, y me encanta que llames gente a la cual no conozco ni confío en ella y que esté en un lugar que de momento no tengo idea de dónde está y me ha hecho ganarme un posible moratón en plena cabeza. Pero sí, estoy genial, gracias por preguntar - dije sonriendo sarcásticamente.

Elevó las cejas, y me miró diciendo "¿Enserio?"

-¿Enserio? - LO DIJE. - Hershel es de fiar, igual que todos aquí, él se ha encargado de curarte, es nuestro médico por así decirlo. Estamos en la prisión en la que desmayaste, que por cierto tenemos que hablar de eso. Y no sabes lo contento que estoy de que hayas aparecido, pero me contengo de no lanzarme a abrazarte para no destrozarte nada más - explicó sonriendo. Pero no cumplió lo último, se incorporo de la silla en la que estaba y me abrazó delicadamente. - Te he echado muchísimo de menos, a ti y a tu humor sarcástico - murmuró delicadamente en mi cuello. Estaba un poco tensa, el contacto no es lo mío, pero él no lo sabía, y por extraño que parezca, no me molestaba demasiado que fuese él el que me abrazase.

Me soltó y me miró sonriendo, se le veía feliz.

- Ahora vuelvo - salió por la puerta de la celda en la que nos encontramos y no tardo más de dos pasos en girarse y apuntarle con su dedo - , ni se te ocurra moverte de ahí o te ataré - dijo amenazante, volvió a girarse y sus pasos se perdieron apresurados por el pasillo.

Suspiré, iba en serio, lo sabía perfectamente. Me miré y me di cuenta de que llevaba la misma ropa pero con un vendaje alrededor del torso que veía a través de unos botones desabrochados de la camisa, y en mi pierna igual en la pantorrilla con el vaquero subido hasta la rodilla. Me sentía desmayada, quiero y necesito comida; decidida a levantarme y dejar de sospechar del lugar y de morirme de hambre, me incorporé poco a poco y dispuesta a sacar pierna por pierna de la cama. Desgraciadamente para mí, oí voces acercarse y resignada, me quedé en la cana sintiéndome tonta e inservible.

-Bien, has cumplido. Debo admitir que dudaba de ello - comentó Daryl al entrar en la celda, seguido del viejito con muletas de pelo blanco, ahora conocido como Hershel.

-Me has interrumpido en mi escapada, no te sientas tan importante viejo - bufé.

-No me llames viejo, enana, no hay motivos para ello, ya no sé cómo decírtelo, retaco - contraatacó él situándose al lado de la litera y recargándose en ella. Hershel nos miraba entre divertido y sin entender nada, avanzó y se sentó en la silla en la que había estado Daryl anteriormente.