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El viento era aún más frío aquella noche, las olas chocaban con violencia contra la costa y el silencio en el ambiente era sepulcral. El cielo era decorado únicamente por una pequeña luna creciente que carecía de estrellas a su alrededor pero gozaba de la presencia inusual de unas cuantas nubes lo suficientemente oscuras como para advertir que una tormenta amenazaba con llegar.

Camino en silencio mientras los bellos que cubrían su cuerpo se erizaban de a poco. La angustia la invadió de repente y el nerviosismo iba aumentando dentro de si a medida que se acercaba a la playa.

Algo estaba mal.

Algo estaba muy mal.

Podía sentirlo y lo sentía en lo mas profundo de su ser.

El viento sopló con fuerza y la bahía apareció frente a ella, el faro alzándose en medio de la oscuridad de la noche la recibió con gusto, pero no le tomó mucho tiempo notar aquello que llenaba su corazón de inquietud. En lo alto, en la cabina del faro, pudo distinguir una figura acercándose a pasos lentos al exterior. No sabia quien era pero como sea comenzó a andar a grandes zancadas a medida que la figura se acercaba al precipicio. Sintió que el aire no entraba en sus pulmones y una punzada atravesaba su corazón dejándola de rodillas en el suelo de repente.

Alzo la vista y encontró la figura junto a la baranda del balcón y se detuvo un momento justo cuando por fin su perfil parecía ser distinguible.

El chico trepó con agilidad por sobre las barandas y extendió los brazos al aire. Iba a hacerlo.

Pero antes de que la silueta saltara de manera inevitablemente al vacío o ella pudiera gritar su nombre para intentar detenerlo, todo se desvaneció.

Su pecho subiendo y bajando con fuerza y las lágrimas cayendo por sus mejillas fue lo próximo noto, aquello junto a la oscuridad bastante conocida de su propia habitación.

Solo había sido un sueño. Uno como cualquier otro.

.

—X—

.

Viernes 26 de Octubre.

– Entonces... ¿Jungkookie?

El menor de los azabaches jugaba con los largos cabellos del mayor del grupo mientras el moreno y su hermano le miraban burlones desde el sofá. Jooheon jugueteaba con el piano de Yoongi mientras su mirada se desviaba de manera furtiva al cuarto principal del apartamento de vez en cuando– ¿Si, hyung?

– Con que... Kim Taehyung –soltó el moreno y el menor brinco en su lugar halando un poco el cabello del rubio–

¡Jungkook! –Se quejo Jiho–

¡Hyung! –Se quejo Jungkook– ¿Como? ¿Qué? ¿¡Yoongi!?

– Modales, mocoso que soy tu hermano mayor –Regaño el azabache poniéndose de pie–. ¿Te molesta que les contará? –Yoongi camino hasta el menor y le revolcó un poco el cabello–

– N-no... Pero-

– ¿Seguro?

Las mejillas del joven se tornaron de un bonito color rosa– Enserio, pero hyuung.

Sailing ~Sope~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora