•12: Ying & Yang•

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Tardo unos minutos en responder, ese silencio lo dijo todo.

ㅡ¿Por que te ibas a casar conmigo? -Otro largo silencio ㅡ¿Me vas a explicar?... ¿no venías a hacerlo? -Mi dolor se volvio ira y en ese momento solo quería golpear algo hasta que ese algo gritara del dolor.

ㅡYo... lo siento, creí que saliendo contigo podría tener algo perfecto en mi vida, pero la cague. No te voy a mentir... -Mis lagrimas caían y estaba deseando que no fuera lo que pensaba ㅡYo, me acosté con toda la Universidad, la mayoría. Lamento que todo el mundo tuviera razón, lamento ser yo el que se ganó tu corazón. No te merezco, mi infancia fue una mierda y creó, que por eso lo hice, pero eso no justifica el hecho de haberte dañado. No espero que sigas conmigo, cancela la boda, no haré nada para impedirlo, voy a hablar con mis padres, haré que sepan de lo horrible que es su hijo, porque el villano de esta historia, soy yo y no tú.

Su mirada estaba intacta en la mía, sus ojos estaban brillando por las lágrimas, mi corazón se estrujo aún más, y no se porque me sentí culpable.

ㅡLamento haber entrado a tu apartamento sin tu consentimiento. -Me dio una sonrisa suave, llena de tristeza.

ㅡTenias que hacerlo, no te juzgó. Y no espero que me perdones, pero, lo lamento. -Su mirada bajo al piso y allí se quedo, viendo a la nada. ㅡSera mejor que yo cancele la boda. 

ㅡTe perdono, -Lo abracé con fuerza, pues no podía ser arrogante con alguien al que amo. ㅡ, Yo si te amo.

Sentí su suspiro de alivió en mi cuello, sonreí con melancolía aun con lagrimas en mis mejillas.

ㅡHabra alguien que se gané tu corazón, alguien que te ame de verdad... -Llore con más fuerza sin poder contener las lágrimas. ㅡYa veras que sí. -Me dio unas palmaditas en la espalda, en forma de consuelo y se separo sin más, lo vi entrar al ascensor con cansancio, tal cual como yo entre y salí de ahí. 

Abrí la puerta de mi apartamento sin limpiar mis lágrimas, deje caer las llaves en la mesa con pereza, y me quite el vestido que traía, quedando solo en ropa interior, me quite los zapatos también y camine hasta mi habitación con el teléfono en mano, busque la canción más triste que podría escuchar ahora: Can't help de Elvis. Le subí el volumen y entre a la ducha.

Mi cuerpo se sentía relajado ante el tacto de las gotas frías, la tensión acumulada por todo lo ocurrido se fue a la mierda, respire cansada y salí de la ducha. Me vestí, me eché perfume y tome una cartera, echando mis llaves y el dinero.

ㅡVamos a animarte Marianne... -Me dije y salí de mi apartamento.

Busque mi auto, lo encendí y conduci hasta una tienda de mascotas. Estacione el auto y camine hasta la puerta.

Habían demasiados animales, desde pájaros hasta serpientes, todos con precios. Me acerqué a una jaula que contenía muchos cachorros, algunos dormidos y otros jugando, habían dos que me llamaron la atención, eran unos lobos siberianos, uno era blanco y el otro era negro, los dos con un ojo azul y otro café. Los dos estaban juntos, el negro mordia la oreja del blanco, sonreí de ternura.

ㅡ¿Le llama alguno la atención? -Una voz masculina hablo a mis espaldas, me gire, encontrando a un chico de cabello rojo y rizado, pecas casi imperceptibles, y ojos azul claro.

ㅡDe hecho, son dos. Quisiera llevar estos dos. -Señale los dos perritos y el chico me miro sorprendido.

ㅡMe alegra, estos dos amigos no han sido capaz de encontrar una familia, claro que llegaron esta semana. Pero ya tienen a una familia.

ㅡ¿Puedo llevarlos hoy? -Pregunte ansiosa.

ㅡClaro, solo venga a elegir las cosas. Están vacunados y los dos están sanos. El blanco es un macho y la negrita es una hembra.

ㅡBien... -Sonreí gustosa ㅡ¿Tienen nombre?

ㅡNo. Usted podrá dárselos. Venga conmigo, -Caminamos hasta un almacén donde habían camas, cocas, cepillos, juguetes, peluches, collares, etc. Le pague todo y le di propina, el chico me miro con el rostro iluminado y con un brillo especial en los ojos, solo le sonreí.

Elegí lo necesario, con 3 Kilos de comida, montamos todo al auto y al fin llego la hora de tener mis dos bebés. El chico abrió la jaula y les puso collares, y los saco de ahí. Los dos lamieron mis mejillas, sonreí con felicidad, el chico me ayudó a quitarmelos de encima.  Él me miro con felicidad.

ㅡSoy Jony, -Me paso una tarjeta con su nombre y número.  ㅡSi necesita algo, llame, hacemos todo tipo de domicilios.

ㅡGracias, Jony. -Metí la tarjeta en mi cartera y tome a los cachorros de sus correas.

ㅡVuelva pronto. -Sonrió y yo sonreí también, el chico me ayudo a abrir las puertas del auto y a subir a los perritos. Le sonreí por última vez y encendí el auto, gire a ver mis bebés y sonreí.

ㅡUstedes dos me harán muy feliz. -Los dos ladraron. Y mi sonrisa se hizo más grande. ㅡMis bebés, ahora pienso en nombres. -Empece a conducir a mi apartamento.  ㅡLes va a gustar mi apartamento, es grande y cómodo, aunque no se como entraré con todas las cosas que compre para ustedes. Sera mejor que suba, los deje en el apartamento y subir con todas las cosas después, ¿Bien? -Ellos ladraron y llegué a mi edificio.

Estacione y le pedí a un vigilante que me ayudará a subir todo, con gusto me ayudó, aunque estabamos muy cansados, le di dinero por hacerme el favor y el se fue. Estaba acomodando todo lo de mis bebes en mi apartamento.

ㅡPondre sus camitas aquí, -Dije colocando las camas a los lados de mi cama, una era blanca y la otra negra, hacían contraste con su pelaje, la negra era del niño y la blanca era la de la niña. Guarde los kilos de comida en un armario de la cocina y organice todo para que ellos estuvieran cómodos. Ahora estaba tratando de pensar en nombre. ㅡ¿Como quieren llamarse?. ¿Ricky y Ricka?... nah. Suenan raro... ¡Ya se! -Ellos me miraron asustados y yo reí acercándome a ellos. ㅡTú, te llamaras Ying, -Le dije al blanco y después mire a la negrita. ㅡ,Y tu Yang. ¡Son el Ying y el Yang!. Hermoso, ¿no? -Ellos me miraron confundidos y los abracé, disfrutando del calor que emanaba de sus cuerpos.

El timbre sonó obligándo a separarme de Ying y Yang. Me dirigí a la puerta con molestia, sin saber que me encontraría con él...

➳ₛᵢₗₑₙCₑ†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora