nueve - fantasmas profesionales

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El campo a mi alrededor estaba a oscuras. Había estado afuera un buen tiempo, intentando meditar o, por lo menos, mantener mi mente en silencio por un rato. Unos cuantos árboles me rodeaban, en el comienzo de una parte que formaba un bosque pequeño, a una buena distancia de la casa. Podía notar su resplandor, siendo la única fuente de iluminación artificial que había en donde fuera que estuviera, pero me había encargado de alejarme lo suficiente. Había ido allí a pensar, a permitirme perder los estribos en privado, pero no había hecho nada de eso. Sólo me senté y observé la tranquilidad ajena, pensando que podría vivir en un lugar como aquél. Alejado.

Moví una mano frente a mí, observando el tenue brillo púrpura. Nunca comprendí a qué se debía, ni cómo podía lograrlo, pero apenas pensaba en invocar mis habilidades, aparecía. Quizá sólo era un rastro de ellas, o quizá era algo más que podía hacer y no sabía cómo utilizar. No sería algo nuevo. Nunca tendría el coraje suficiente para descubrir hasta qué punto podía llegar.

—La renegada de Hydra.

Una sonora chispa apareció con mi sorpresa. No había oído a nadie acercarse, y sin embargo, en cuanto me levanté del suelo, girándome hacia la voz, tenía frente a mí a alguien quien nunca habría esperado.

—Podría decir lo mismo de usted.

Nicholas Fury inclinó la cabeza con una sonrisa, como si acabara de contarle un chiste. Su parche de cuero brilló con el resplandor de la luna, y casi me eché a reír por lo ominoso de la situación. Él era un fantasma creado por sí mismo, como también uno de los muchos que S.H.I.E.L.D. había dejado atrás.

—Bastante impresionante, las cosas que puedes hacer —comentó, señalando mis manos—. Bastante impresionante, también, lo poco que se sabe sobre tí.

—Si su reputación lo precede, estoy convencida de que ya tiene un gran expediente con mi nombre.

—Hasta donde llegaba la preocupación de Hydra, tú eras un gran experimento fallido. Uno que les explotó en el rostro. —Alzó la ceja, haciendo un gesto como si me fuera a presentar—. Faye Sakhnovsky. Toma a uno para reconocer a otro, y debo decir que eres de los fantasmas más expertos que conozco. Hackear algo programado por Tony Stark, para comenzar. Ayudar al mundo a no juzgar demasiado a Bruce Banner, por otro lado. La redentora de los Vengadores, te llaman en las noticias.

No podía darle origen al estado de defensiva en el que me había puesto, pero el lo notó con facilidad. Estaba en guardia, y no podía evitarlo. —¿Cómo me llamas tú?

Hizo otro gesto con la cabeza, como si estuviera observando un rompecabezas especialmente complicado. —Faye.

—¿Vas a revelar todo lo que saben sobre mí al gobierno? —le espeté, porque tenía miedo. Tenía miedo de lo que un hombre como el podría suponer para mi—. ¿Van a encerrarme por venir de Hydra?

Fury continuó observándome con la expresión inmutable. Puso sus manos en sus bolsillos, dando un paso casual hacia un costado. —Quizá, hace unos años atrás, en otras circunstancias, mí respuesta hubiera sido otra. Pero ahora, no soy más que un hombre.

Casi solté un bufido. Casi.

—Por lo que sé, tienes la protección de los Vengadores. Y por lo que supongo, sé que si quieres, puedes desaparecer de cualquier radar que quiera hacer algo que tú no. —Su andar se detuvo, y volvió a observarme—. Creo que ambos tenemos los mismos objetivos. Un poder como el tuyo no puede estar incontenido.

—No quiero contener lo que puedo hacer. Quiero controlarlo.

—Esos términos pueden acercarse mucho.

a fateless curse ⋄ wanda maximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora