Our Trouble 【Kacchako】

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Uraraka suspiro tras poner su mano en su mejilla. Se encontraba en clase de deportes con su profesor Toshinori.

—¿Pasa algo? —preguntó Mina, mientras estiraba su brazo para llegar a la punta de su pie, Ochako negó, pero tan pronto lo hizo, Mina le miro mal— vamos no puedes engañarnos, algo pasa contigo Uraraka— sentenció y tan pronto lo dijo sintió las miradas de Momo y Tsuyu.

—Bueno verán.

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—¿¡Qué!? ¿Qué le prometiste ayudarlo a socializar? —dijo con sorpresa Mina.

—Vamos no es tan malo como creen.

—Pero, Ochako ¿Por qué? ¿Acaso te amenazo o..? —temió lo peor Momo.

La castaña negó —Claro que no, es algo que yo quise hacer, además como dije no es tan mal chico, si fuese así no se hubiera echado la culpa en la clase de historia y...

Tanto Mina y Momo suspiraron a la par, colocando una mano en su hombro sonrieron algo más reconfortadas de que su amiga no estuviera siendo obligada a algo, siendo que desde hace días la veían con el rubio de un lado al otro.

—¿Y él como lo ha tomado? —Esta vez preguntó Tsuyu.

—¿Qué cómo lo ha tomado? No lo sé.

—¿Bueno, pero al menos Katsuki está de acuerdo con tu ayuda, Ochako?

Tras esto la castaña rio —Oh vamos a nadie le va mal teniendo un par de amigos demás —volvió a reír.

Las tres chicas se miraron mal. Reconocían la buena fe la joven, sin embargo no todos harían lo mismo, además las fachas de ese Bakugo dejaban mucho que desear, tras llegar hace una semana los rumores se extendieron de tal forma que la gran mayoría prefería evitarlo por su pésimo historial.

Ya había sido expulsado de otras dos escuelas por pelear, además se rumoreaba que pertenecía a una pandilla.

Así que si Uraraka Ochako quería enmendar la reputación de Katsuki sería un gran problema.

¿Quién podría ser su amigo?

Primero que nada tendría que ser alguien tan estúpido como para hacer de lado el florido vocabulario del yankee o tan buena gente cómo la castaña.

Pero ¿Quién? Se preguntaron mentalmente las tres hasta que junto a ellas llegaba Kirishima el novio de Mina, un joven de cabello rojizo que tenía el severo problema de usar tanto gel para controlar el friz de su pelo dejándolo duro como una piedra, quien venía arrastrando a Katsuki del brazo.

—Hey chicas —saludo con una de sus características sonrisas.

Y ahí obtuvieron su respuesta.