Capítulo 14: 'Niall Horan encontró a su princesa'

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Mi madre y Niall empezaron a hablar en susurros, y no pude enterarme de que hablaban, pero sabía que hablaban de mí.

—Buenas tardes—Esa era la voz de mi doctor.

Niall y mi madre lo saludaron a la vez, mientras escuchaba como si alguien estuviera moviendo papeles.

—Señora Smith, la mandé a llamar, porque en las últimas pruebas que le hicimos a su hija, notamos algo fuera de lo normal en su corazón, y necesitamos su autorización, para hacerle un tac.

— ¿Un tac? ¿Qué le pasa al corazón de mi hija, doctor? —La voz de mi madre sonaba preocupada, y eso me alteraba demasiado.

—Por eso necesito su autorización, señora Smith, porque no sabemos qué le pasa, y necesitamos comprobar que todo va bien dentro de su hija.

—Vale, bien, ¿Dónde debo firmar? Necesito que mi hija despierte, y que esté bien...Ella es lo único que me queda. —Escucharla decir eso, me alteró más de lo que ya estaba, y la maldita máquina, empezó a emitir ese horrible sonido otra vez.

—Todo está bien, princesa. Cálmate, por favor...—Su boca rozó mi mejilla—Sé que todo irá bien, que estarás bien, que no te pasará nada...Estoy aquí contigo, princesa...aunque tú ya no me ames, aunque ya no me quieras a tu lado, no puedo alejarme...—Sentí sus labios pegados a los míos, y quise despertarme, para decirle miles de cosas, pero como durante todo ese mes, mi cuerpo no reaccionó—The dimples in your back, at the bottom of your spine, but I'll love them endlessly.

Al día siguiente, estaba colocando unos comics en el estante de atrás del todo, cuando vi entrar a Zayn, y a Liam. Rápidamente, llamé a Laura para avisarle, y después de miles de 'gracias' de parte de ella, fui a saludar a los chicos.

Liam venía a hacerse un tatuaje, y Zayn a comprar unos comics, ya que estaban por dar unos conciertos lejos de Londres, y quería algo que leer en los viajes. Estábamos hablando los tres, cuando Laura entró por la puerta, como si no pasara nada, cosa que me hizo reír. Zayn y ella se saludaron con grandes sonrisas, lo cual me hacía afirmar más, que se gustaban.

Mientras miraba como hablaban, solo podía pensar en Niall, y en que no estaba ahí. Nuestra amistad se había acabado, y lo estaba confirmando él mismo, al no venir. Se notaba que estaba muy arrepentido de haberme besado, y eso fui comprobando a lo largo de la semana siguiente.

Pasó una larga semana desde que Niall, y yo nos habíamos besado, y no lo volví a ver, ni a saber de él. Zayn, y Liam, regresaron al día siguiente, junto a Harry, para despedirse, ya que los conciertos ya empezaban, y no los podría ver en un largo tiempo. Zayn me contó que Louis y Niall estaban ocupados, por eso no habían podido venir a despedirse, pero se notaba que esa no era la razón, y Zayn sabía que estaba mintiéndome, se le notaba en la cara que no le gustaba hacerlo. Pero no iba a enfadarme con él, ni a ponerme mal, Niall no quería saber nada más de mí, y estaba bien, él debía seguir su vida, así como yo iba a hacer con la mía.

Supe que los chicos estaban en Florida, dando unos conciertos, y un par de entrevistas, gracias a que encendí la tele, y pude escuchar sus nombres.

—Y hay noticias frescas, para las directioners más apasionadas...Niall Horan, nuestro querido irlandés rubio, encontró a su princesa. Sí, chicas, nuestro irlandés ya fue cazado, y aquí tenemos en exclusiva, las imágenes—Rápidamente apagué la televisión, mientras mi corazón empezaba latir deprisa.

No podía creerme que Niall estuviera con alguien, ahora entendía porque su arrepentimiento, y porque no supe nada más de él. Me froté la cara, sintiendo ese nudo en la garganta, y ese picor en la nariz, pero no, no iba a llorar, no podía, no debía.

— ¿Por qué me duele tanto? —Gruñí.

— ¿Qué es lo que te duele? —Quité las manos de mi cara, y miré fijamente a Sam.

—La cabeza, ya sabes...—Mentí. Sam se acercó, moviendo sus manos, y sonriendo de esa manera que yo sabía que iba a pedirme algo.

— Daphne...mi hermanita preciosa, hermosa, divina...—Rodé los ojos.

— ¿Qué vas a pedirme? —Pregunté interrumpiéndola.

—Te-tengo...Unas entradas para el concierto de one Direction, ¿me llevas? Por favor, por favor, por favor, hago lo que tú quieras.

—Si...Tranquila, te llevaré—Sonrió de oreja a oreja.

—Genial, menos mal que escuchas su música, así no te aburres.

— ¿Cómo? —

—Soy menor...no puedo estar sola, tienes que quedarte hasta el final conmigo.

—Oh, perfecto, sí señor, lo que me faltaba...Joder.

—Hey, ¿qué pasa?...si ahora Niall y tú sois amigos.

—Ya...Claro, da igual, avísame cuando sea y te llevaré, hasta mañana.

—Gracias, gracias, te quiero.

—Y yo, adiós—Subí las escaleras sin ganas. Encima tendría que oír el concierto entero, ver a Niall, ¿y si su nuevo amor estaba allí? ¿Y si se besaban delante de mí? No podría ser posible, si lo veía besarse con otra me hundiría en la miseria, no lo aguantaría, dios, ¿por qué me pasa todo a mí?

Me encerré en mi cuarto, y para torturarme, puse Little Things, mi canción, y la de Niall.

Nico me notaba rara, no tuve más remedio que contárselo, era mi mejor amigo y lo sabía todo de mí. Al principio se puso a dar saltos por toda la tienda cuando le conté que nos besamos, pero cuando le conté que en las noticias habían hablado de Niall y su nuevo amor, se cabreo un poco.

—La madre que parió al bombón irlandés, y a cada mechón rubio teñido de su pelo, ¿cómo es posible? Si tú eres divina, y a saber con qué tipa se juntó ese papacito rubio, ay darling...La vida es tan injusta... —

—Lo sé Nico, pero bueno, yo pienso positivo... —

—Si, como siempre.

—Exacto, que Niall tenga un nuevo amor, hace más fácil mi plan de alejarme, ya no tendré que raparme y huir a África, me ahorraré la cirugía plástica—Los dos estallamos a risas.—Oye, ¿y Laura? Desde la semana pasada que se fue con Zayn de aquí no supe más de ella.

—Cierto, seguro está muy ocupada dándole al sabrosón de ese morenote una buena ma... —

— ¡NICO! Deja tu pervertidad afuera—Casi grité para interrumpirlo.

— ¿Esa palabra existe, darling? —

—No lo sé, y si no existe, me la invento, con lo único que eres tú, te mereces palabras únicas también.

—Ay que linda, te adoro, darling.

—Ya, ya, pervertido—Nos echamos a reír y nos abrazamos.

Al cerrar el local, no tenía ganas de irme a casa, al llegar tendría que llevar a Sam al concierto, eso era señal de que habían vuelto de Florida, y señal de que tendría que ver a Niall, con su novia, besándola, llamándola princesa.

Siempre [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora