Capítulo 2: '¿Me vendiste por una foto con el ricitos?'

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|| Samanta en multimedia ||

Alguien cogió mi mano, y supe que era él. Durante todo el mes que llevaba en coma, él venía todos los días a visitarme, y me cantaba nuestra canción. Esa canción que sonó en nuestra primera 'no' cita, y en la 'sí' cita, esa que sonó en la primera vez que nos besamos, y la primera vez que hicimos el amor. Era nuestra canción, y él me la cantaba con la esperanza de que yo despertara, pero no podía, mi cuerpo no reaccionaba. Solo podía escucharlo cantar.

—Your hand fits in mine, like it's made just for me, but bear this in mind, it was meant to be—Su voz se quebró, y escuché un pequeño sollozo, me hacía mal escucharlo llorar, y cada vez que me ponía mal, la maldita máquina que tenía enchufada a mi cuerpo, empezaba a emitir un sonido horrible, y él me volvía a cantar, porque cada vez que me cantaba, me sentía en paz, y el sonido horrible cesaba.

Sam me recordaba todos los días, que faltaba un día menos para ir a ver a sus queridos ignora fans. Se notaba que estaba feliz por poder ir, y eso me hacía feliz a mí. Cuando me quise dar cuenta, el día llegó, y Sam se puso en modo fangirl-loca.

—Me vas a llevar, ¿verdad? —Sam se asomó por la puerta de mi habitación, con cara de cachorrito—No te arrepentiste, ¿verdad? —Dio unos cuantos pasos, adentrándose en mi habitación—Sé que he estado pesada estas tres semanas, pero me llevarás, ¿no? —Jugueteó con los dedos de su mano, y rodé los ojos.

—Te dije que te llevaría, y aunque has estado más pesada que nunca, te llevaré, porque yo siempre cumplo mis promesas. —Sonrió, y se acercó a mí rápidamente, abrazándome.

—Eres la mejor, lo sabes. —La separé de mí, y asentí.

—Lame culos...vámonos ya. —Ella asintió eufórica, y tiró de mí hasta el coche. En cuanto entramos, metió el cd de 'sus amores' como ella les llamaba, y subió el volumen, haciendo que la voz de ellos retumbara en mis oídos.

Cuando llegamos a Manchester, me costó encontrar el local donde era la firma, pero gracias a una Sam loca que sabía hasta cuando iban al baño, pude llegar enseguida. Me tocó aparcar algo lejos del local, y decidí acompañarla, no iba a dejarla sola en una ciudad que no conocíamos.

En la entrada del local, había miles de chicas gritando una canción que me sobaba, gracias al cd que había puesto Sam en el camino. Ella se puso como loca, y empezó a cantar al lado de ellas. Yo solo podía mirarla, con una pequeña sonrisa, pensando en que ojalá esta vez, Sam si lograra conseguir ese autógrafo.

De un momento a otro, las puertas del local se abrieron, y todas empezaron a entrar como locas, rempujándose unas a otras. Sam se metió en medio de todas esas locas, y yo fui detrás de ella. Aunque Sam ya tenía 17 años, era de baja estatura, y no iba a dejar que la tiraran al suelo.

Sam empezó a caminar más deprisa, lo cual me hacía a mí correr más, hasta que me choqué con su cuerpo. Me puse nerviosa, cuando vi que no se movía, y me moví con dificultad, hasta ponerme delante de ella. Le pasé la mano por delante de la cara, pero ella ni pestañeó, cosa que me estaba poniendo cada vez más nerviosa.

No supe la razón de su estado, hasta que seguí su mirada, y me di cuenta que estábamos bastante cerca de las mesas, donde había cinco chicos, entre ellos, Niall. Su mirada estaba fija en uno con rizos, y ojos color esmeralda, que no paraba de hablarle a Niall, pero el rubio no le hacía caso, solo me miraba fijamente, y sonreía. Mi mirada chocó con la suya, y articuló una palabra, que entendí muy bien.

'Ven'

Negué con la cabeza sin darme cuenta, y no sabía por qué, si mi cuerpo me estaba gritando que fuera hacía él. Niall frunció el ceño, y volvió a hacerlo.

Siempre [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora