Asesino

El diario

Es... la noche del 21 septiembre, año 22 de mi cuenta personal.
La doctora Rosse me ha pedido documentar en esta vídeo grabadora lo que está a punto de suceder...

Septiembre 22 año 2020

Consulta: 1
Paciente: Trier Meur
Caso: 1

*Enciende vídeo grabadora*

–Buenas tardes señor Meur, mi nombre es Jenny Rosse, soy su psiquiatra y estoy aquí para hacer seguimiento a su caso y darle la tranquilidad que necesita para el siguiente paso en su condena.

*Silencio*

–Me han hecho saber que lleva usted un par de meses aquí. Aún no estoy al tanto de su historial por completo, pero sé de antemano que es usted culpado de asesinato y ese es el motivo por el que lleva recluido varios meses en este centro

*Silencio*

–Disculpe el agravante, aunque parece que es indiferente para usted lo que le estoy diciendo, está bien. estoy aquí para ayudarlo, podría usted comenzar por ayudarme respondiendo algunas preguntas sencillas... Si su nombre es Trier Meur por favor responda sí

–Sí

–Muy bien, si es usted hijo de Lilian Rosse y Travis Koch por favor responda sí

–Sí, mi madre se llama Lilian Rosse

–¿Y su padre?

*Silencio*

–Señor Meur, estoy aquí aunque no lo crea para ayudarlo y quisiera que por favor responda a mis preguntas, será beneficioso para ambos, yo podré volver a casa y usted se librará de mí en cuanto termine mi trabajo y demuestre su inocencia alegando que no actuó usted bajo ningún efecto alucinógeno ya que los exámenes de laboratorio lo confirmaron y que su inestabilidad mental no está fundamentada en exámenes especializados y no hay suficientes pruebas para que su caso sea condenable.

–Estoy de acuerdo con usted... Tiene un bonito collar doctora ¿Se lo ha regalado su esposo? -Respiro profundo- es un aroma cautivador el de su perfume, sí...

La doctora se sorprende pero oculta sus expresiones perfectamente. No se tomó la molestia de organizarse lo suficiente, parece que hace mucho no se toma esa molestia, pero se colocó ese collar. Me mira y luego mira a otro lado. Abre la carpeta que está sobre la mesa, mi historial

–La información que me han brindado de su caso es escasa hasta ahora, debido a que la persona que lo quiere sacar de aquí prefirió un análisis psicológico de su personalidad previo a cualquier dato más revelador que se me pudiera brindar. Me han dicho en recepción que este expediente contiene la i nformación que necesito

Lo toma. Aquí no hay nada... Piensa, se tensa y ahoga un suspiro

–¿Se siente bien doctora? La noto incómoda

Comienza a tocar su cabello cobriso y descuidado

–E-estoy bien, continuemos con lo...

–¡Me parece una idea genial! -Le interrumpo

–Parece usted más dispuesto a hablar y más efusivo que cuando llegué

Su tono delata algo de nerviosismo

–Se dedica a preguntar ¿No? Analiza la mente de las personas y genera conjeturas sobre mí y mi condición.

–Hace parte de mi...

–¡ES! usted la que hace las preguntas ¿No? Doc-tora ¿Puedo llamarla Rosse? Me recuerda a mi madre.
Puede que se sienta confundida y lo entiendo, estoy seguro que mi historial, el cual apenas viene a leer, le ha resultado menos satisfactorio de lo que esperaba

–¿Cómo sab...?

–¿¡Qué cómo lo sé!? -Le vuelvo a interrumpir- se lo explicaré después.
Verá doctora, me alimento escensialmente del miedo... ¿Le dijeron afuera por qué nadie se había acercado a mi celda en tanto tiempo, por qué mi comida llegaba por medio de un conducto, por qué yo era un caso tan especial, ¿sabe por qué está aquí? Esos datos no eran relevantes antes de entrar, seguramente la gran cantidad de dinero que le ofrecieron previo a venir aquí fue suficiente información, tal vez pensó que su experiencia sería suficiente.

–Recibí una llamada de un partner anónimo el cual estuvo dispuesto a pagar mucho dinero para sacar a su hermano de un centro especializado, antes probando que estaba mentalmente sano. Los detalles no eran importantes

–Usted doctora vino ante mí, segura y llena de espectativas... Todo ello se derrumbó cuando mencioné a su esposo. Murió ¿No? El perfume, se lo dió él ¿No?

–Sí, murió, ¿Cómo sabes eso? ¿Cómo sabes que fue él quién me dió el perfume?

–Su esposo fue el primero de cinco y... Usted está aquí porque es la tercera.
Y si ahora se está preguntando por qué aún no la he asesinado -me suelto las esposas- Es... porque usted me ayudará a encontrar las dos personas que faltan.