Sombras

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–¿Qué pasó con ella?

–Aún duerme. Se resistió, pero conseguí confundir y debilitar su mente.

–¿Encontraste algo?

–Sí, como sospechabamos, su esposo era un descendiente.

–¿Era el segundo en la línea? Eso no tiene sentido

–No lo era, parece que se sacrificó por su hija. Debemos encontrar a la niña, si la encontramos, encontraremos a quien lo mató.

–¿Alguna pista en su habitación?

–Nada, pero su mente me dió suficiente información e incluso estando tan débil trataba de mentirme. Tiene muy pocos deseos de seguir viviendo, pero desea que su hija viva. la cinta será lo último que vea antes de que se suicide y le daremos la tranquilidad de que su hija estará bien. dicelo y que quede grabado, déjala al lado de su cama, pon la botella también, nuestro tiempo aquí terminó.

–¿Por qué grabamos? No escuché que te lo pidiera

–No me lo pidió en realidad, pero estoy seguro de que le dará paz... para continuar con su condena.

1 de octubre 2020

La noche cae fría sobre todas esas personas que asistieron al evento de inauguración, sobre todo cuando se anunció que entre los espectadores había un asesino y las puertas serían cerradas hasta nuevo aviso o lo que es lo mismo, hasta que den con el culpable

–Detective Zander, ¡detective!

Se voltea con una ceja levantada en busca de quién lo llama

–Si... Dígame

me responde con una voz ronca y vieja

–Mucho gusto, soy Trier Meur, soy su compañero en este caso. -El lugar estaba rodeado con cinta amarilla y habían tres policías aquí además del detective y tres más custodiando e interrogando a las personas

–Es una novedad que el departamento me haya enviado un refuerzo... Un maldito refuerzo sin yo haberlo pedido.

–El comandante Jesoff insistió en que viniera de inmediato.

–Claro... Tenía que ser Jesoff

Un hombre listo. Sabe que debe seguirme la corriente

–¿Cuál es la situación?

–La situación es obvia, este pobre desgraciado fue asesinado y el culpable sigue aquí

–¿Cómo sabe que no se fue antes de que todos se dieran cuenta?

–hace poco encontramos un nuevo cadáver, era uno de los policías que vino conmigo -uno más, supongo que es un daño colateral- Hay señales de forcejeo y su arma de dotación fue robada. Por obvias razones no hemos anunciado esto y le pido que si va a quedarse allí con cara de idiota mientras le cuento la situación, mejor se retire y busque al maldito que hizo esto.

–¿Algún testigo?

–La mujer del sillón -señala desinteresadamente a una mujer en vestido de gala que se encontraba sentada en un viejo mueble rojo- No hemos conseguido que hable aún, está en estado de shock. Parece que era la acompañante de la víctima.

AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora