Capítulo 8

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En su mente maldecía una y otra vez por haber dicho que si sabiendo que ella estaba más cómoda en su casa.
Las compañeras de Kris la invitaron a el centro para comprar ropa, incluido algún vestido.

-"Tu tienes gustos de hombre, tú sabes cómo le gustan a los hombres"

En ese momento se resistió a golpear a la dueña de esa voz de ardilla.

-¿Como se me ve esto Kris? - Sus tres compañeras pasaban enfrente ella como si fuera una jueza y eso fuera un concurso de modas.

Por un segundo Kris dejo de quejarse.

-Se te ve bien. - Pasó la primera.

-¿Quieres ir a un baile o quieres cobrar en la esquina? - Algo que la representaba es que es honesta, una razón más por la que escaseaban sus amigos.

Esta ves estaba ayudando a ese trio hací que ninguna se quejó solo se reían.

-No te favorece - Por un segundo Kris se sintió alguien importante a los ojos de esas tres personas.

Luego de soportar las durante sus compras salieron del centro comercial.

- ¿Porque no vamos por un café? - preguntó Morgan, la más baja del grupo.

- ¡Si! - exclamó Clara, a ella la podría considerar cómo la líder de las tres - Vamos al Starbucks -
«No pueden ser más básicas »
Pensó Kris.

- Creo que paso - metió sus manos en los bolsillos y se encorvó, dejando así que su cabello azabache cayera por su rostro.

- Eres una amargada Kristi - no fue el comentario de Natalia lo que la hizo enojar, si no la forma en que la llamó.

- Mi nombre es Kris - lo dijo de una forma tan tétrica que hizo temblar al trío. - Digan lo que quieran, me voy a casa - se dio la media vuelta dispuesta a regresar a su casa, pero la verdad es que tampoco tenía ánimo para eso.

-Tu no irás a ningún lado - Clara la tomó de los hombros y la regreso a el camino. - Nosotras también estamos luchando por soportarte -
Regresamos a lo mismo.

-Vamos, a unas cuadras está una zona de cafeterías - Dijo la más baja.

Kris dio un suspiro pesado mientras las tres adelante de ella reían. Era una risa insoportable.

-Animate Kris - Natalia la paso en medio de las tres. -aprobecha que te estamos tratando bien, por qué nos estas ayudando -
«Ojalá me pagaran » pensó

- Me estoy arrepintiendo de haber aceptado. - Todas se rieron. Estaba harta.

-eres una tontita - se escuchaba la voz forzada de Clara.

-Quiero regresar a mi casa, ¿bien? -

-Y regresaras, ¿bien? - La menor volvió a hablar con su tono tan cargado de arrogancia. - Ya casi llegamos, no seas amargada -
El tono de voz de Morgan hizo eco en los oídos de Kris pero se resistió para no gritarle.

Algo no la dejaba ir y no eran esas tres cosas que iban caminado a su alrededor.

Era su temor a estar sola, aunque se cuestionaba si realmente era mejor estarlo. Igual en ocasiones no lo toleraba.

Caminó desganada junto al trío de arpías, si lo que Clara decía era cierto, y ellas la toleraban tan poco como Kris hacia con ellas, entonces no entendía el por que de que insistieran tanto en que las acompañara.

- Adivinen quien me mando un mensaje anoche - dijo Morgan entusiasmada.

- No me digas que él - se sorprendió Natalia

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