CAPITULO XVIII: Corazón abierto

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Ben Sanders

La noche caía sobre nosotros acompañada de una repentina nieve que estaba muy fuera de lugar en esta época de primavera. De rodillas en el suelo, con el cabello cubierto de blanca nieve y un alma destruida estaba ella. Lanzaba alaridos desesperados, me acerque sigilosamente y acerque mi mano con suavidad hacia su hombro, mientras pregunte

-¿Qué hiciste?-ella no respondio se  limito a girar su cuerpo hacia mí, se sujetó de mi cuello y me estrujo entre sus brazos. Sus lágrimas caían como una lluvia torrencial sobre mi hombro.

-los asesine y disfrute tanto hacerlo

-tranquila, ¿porqué lloras entonces?- le susurre mientras sujete su rostro con ambas manos

-solo un mounstro disfruta asesinar personas

-no llores, estoy contigo.

-No, no debes estarlo, nadie debe estarlo. Quizá lo mejor será que me entrega a Morgana, así ella acaba conmigo.

-basta. ¿Sabes cuál es tu problema? Quieres destruir a Morgana para salvar a todos, dime una cosa ¿Quién te salvara a ti? Morgana no es tu mayor enemiga, tú peor enemiga esta frente a mí. Deja de luchar contigo misma, luz, oscuridad. Te sientes mal porque asesinaste a un puñado de idiotas, quizá estuvo mal, quizá no

-estuvo peor que mal

-¿es lo que tú crees o lo que te han dicho que creas?

-no, lo se

-yo asesine por venganza, fui a la cárcel por ello, me encantaba estar en las luchas clandestinas y matar al criminal que ponían frente a mí, eso provoco que me vendieran como esclavo, en ese punto de mi vida sabía que era una escoria, yo era una basura. Caí del barco, vencí a las sirenas, cuando los verdugos de linchester me capturaron y torturaron, le agradecí a lo que fuera que me puso ahí por ello. Pero cuando vi a esa chica con túnica azul entrar al calabozo, simplemente mis ganas de morir desaparecieron. Hiciste que la mejor versión de mi quisiera salir a flote y vivir por mí. Lo que quiero que entiendas es que yo tuve que tropezar en el camino antes de ver a lo que estaba destinado. Tú sabes cuál es tu destino, no entiendo porque sigues luchando contra él. Mira el tatuaje de tu antebrazo y dime que significa

-es la estrella ambivalente, quien la porta tiene el poder de controlar las fuerxas de la luz y la oscuridad

-tú no eres luz, no eres oscuridad, no eres bien, no eres el mal, simple y sencillamente eres ambivalente. No intentes ser normal porque no lo eres 

-deja de mirarme así

-¿Cómo?

Sin exclamar una respuesta, solo se lanzó sobre mi boca, me beso y me pidió que la llevara a casa. la sujete  en mis brazos, ella abrazada a mi cuello, con los ojos cerrados y su cabeza refugiada en mi pecho, me permitió que la llevara cargando .

Su casa estaba muy cerca del bosque, me tomo 10 minutos llegar, Eidan, Merlín y Mary la madre de Agatha esperaban impacientes fuera de casa. Cuando se percataron que Agatha se encontraba en mis brazos se acercaron de inmediato intentando averiguar lo que había ocurrido.

-¿Qué ocurrió?

-estará bien, la encontré en el bosque algo aturdida, la llevare a su habitación, necesita descansar.

-voy contigo Ben, claro Mary, voy detrás de ti

-yo también iré

-Eidan, ve a casa, tus padres deben estar preocupados

-quiero estar con ella

-Eidan no ahora, yo iré a mi cabaña deberias hacer lo mismo

-hasta pronto, Merlín

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