Ambivalente

CAPITULO XV:La fiesta de las manos escurridisas

Los días y las noches cada vez parecían ser más eternas, dormía en la habitación de Ben desde su partida, me cubría con su chaqueta color verde que dejo olvidada en mi habitación una noche, su aroma aun podía percibirse en ella. Dos semanas después cuando dormía en su cama abrazada de su chaqueta, vi abrirse la puerta de golpe. Me desperté de un sobresalto y cuando lo vi justo frente a mis ojos pude sentir e incluso podría jurar que vi como mi alma volvió a su cuerpo.

-Ben, volviste

-solo vine por algunas cosas que deje olvidadas, claro si puedo tomarlas, después de todo tú las compraste.

-claro, son tuyas

-gracias, también necesito mi chaqueta

-solo veia si esta limpia , lo lamento.

-no hay problema- exclamo con frialdad mientras la tomaba de mi mano

-¿Dónde estás quedándote?

-conseguí un empleo en Montua, el anciano con el que trabajo me deja quedarme en la cochera

-me alegro por ti

-sí, no puedo quejarme, sus hijas son amables

-¿tiene hijas?

-sí, dos, una es de mi edad

-¿es bonita?

-no puedo creer que me estás preguntando eso ,adiós

-Ben, espera, no tienes que irte

-gracias, pero vivir contigo 24 horas del dia no es precisamente lo que quiero.

-Deja de actuar como idiota

-solo actuó como tú

-auch,eso dolio

-disculpeme majestad

-Ben ,se que me equivoque , pero no es facil para mi, nunca tuve tanto amor en mi vida, no se como...

-tu no me amas, una persona que ama no le hace daño a nadie menos al responsable de dicho amor.

Ben sonaba decidido asi que tome fortaleza y sali al mundo. fui al curso de invierno que la escuela ofrecía, aprendí a preparar unas deliciosas galletas y pasteles. hice algunos amigos , seguí preparándome junto a Eidan para el gran día.

-¿tienes miedo?

-de morir

-yo si tengo demasiado 

-pienso que nadie le teme realmente a la muerte, le temen a todo lo que dejan, a la incertidumbre de no saber que sigue.

-por ello debes disfrutar cada segundo ,vamos a ir a la fiesta de fin de año

-no lo creo.

-vamos, dicen que las fiestas en Montua son locas.

-¿montua?. la sola idea de por casualidad encontrarme con Ben me entusiasmo.

-¿vamos?

-claro,quiza sea la ultima de mi vida

-tal vez 

-es mejor que nos hagamos a la idea...

-basta-exclamo mientras ponia su dedo sobre mis labios

-Eidan, ¿que haces?

Me sujeto de la cintura y con su mano libre acaricio mi mejilla

-Agatha me niego a olvidar todo lo que hemos vivido, no quiero hacerlo

-no lo hagas

Eidan me beso lentamente, me encantaría decir que fue mágico, pero no podía dejar de pensar en Ben, así que lo retire de mi