Mi reencuentro con los demás fue un río de lágrimas,de historias que contar, y de gente nueva que conocer, para empezar en el momento que vi a Glenn me lanze a sus brazos sin pensarlo, él me abrazó aún más fuerte, mi mejor amigo estaba vivo, y era algo que me llenaba de paz. Me contaron como se reencontraron, como a maggie y a glenn les había pasado algo parecido que lo que nos paso a Daryl y a mi, me contaron de Terminus, del hospital en atlanta, de las personas que perdieron, de las que encontraron,Judith, la hija de Rick y Lori había crecido muchísimo en todo este tiempo, al igual que su hermano mayor Carl, me llené de alegría cuando volví a verlos, y me invadió la ternura cuando supe que el chico que seguía a todos lados a Enid era él, yo les hable acerca de toda la gente que conocí durante este tiempo y como lamentablemente ninguna había llegado a sobrevivir, les asegure que podían confiar en la gente de Alexandria y confiaron en mi palabra, Daryl no se había alejado de mí ni un segundo después de que bajó del baño, algunos no creían que él fuese capaz de comportarse así y otros como Glenn y Maggie estaban felices de que estuviesemos juntos de nuevo después de tanto tiempo.
Por la noche, acostarnos juntos nos parecía un sueño hecho realidad, sentir su pecho caliente y desnudo contra mi espalda fría era simplemente hermoso, me di vuelta para apoyar mi cabeza en su pecho, y permanecí ahí un buen rato, escuchando los latidos de su corazón y los movimientos sutiles que producía su respiración, mientras que él, me tenía envuelta en sus grandes brazos y acariciaba toda mi espalda delicadamente con sus manos, yendo de arriba hacia abajo. Por tantos meses esto solo era un recuerdo lejano, o quizás una bella ocasión que se presentaba en mis sueños, pero ahora, estaba pasando, todo era real y tenía que aprovecharlo, me subí arriba de él apretando mis muslos contra sus caderas, una mirada pícara le invadió la cara mientras yo corría tiernamente el pelo que intervenía en su mirada, apoyando su mano sobre mi cara, la otra rodeando mi cintura me atrajo a él de forma tierna pero autoritaria, nos hundimos en un beso apasionado, lleno de caricias y lujuria.
Nuestros siguientes días fueron tan tranquilos y llenos de amor como se permiten serlo en un mundo gobernado por caminantes