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Los hermanos Kim intercambiaban golpes. Todos los presentes se habían reunido a su alrededor, algunos animándolos a seguir y otros a pedirles que pararan. Decidí intentar hacer algo. Me abrí paso entre la multitud y me metí entre los dos. Mis manos estaban en sus pechos en un débil intento por separarlos.

-¡Ya paren!- Recibí un golpe en la mejilla por parte de Tae antes de que pararan por completo. En realidad no estaba enojada por el golpe, si no por la imprudencia de NamJoon.- ¿¡Que diablos les pasa!?-

-¡El empezó!- Sentía sus respiraciones agitadas bajo mis manos.

-¡No debiste besarla!-

-Todo Esto...¿Fue por que nos besamos?- Mire a NamJoon. Se quedó en silencio.- ¿¡Cual es tu problema!?- Lo empuje.- ¡Deja de jugar conmigo, maldita sea!- Tomo mis muñecas y clavo su mirada en la mía.- Suéltame.-

Sus oscuros ojos me tenían hipnotizada, tanto que no noté como su cabeza se acercaba lentamente a la mía. Todo pareció congelarse a nuestro alrededor.

-¿Jonnie?- SunMi.

Me soltó y se alejó rápidamente para ir con su novia.

-T-Te lo puedo explicar.- La tomo por los codos pero ella salió corriendo antes de que el tuviera la oportunidad de hablar. El corrió detrás de ella.

Mientras tanto yo seguía parada en el mismo lugar con el ceño fruncido. ¿Que mierdas acaba de pasar?. Vi una mano moverse frente a mi.

-Tierra llamando a T/N.- La voz de JungKook me saco de mi trance.

-¿Que quieres?-

-Estas parada aquí como idiota, deberías ir a ayudar a Tae con sus heridas y de paso ponte hielo en la mejilla, se está poniendo roja.-

-Oh, ya voy.- Seguí a JungKook hasta una mesa donde JiMin intentaba calmar a Tae.

-Hermano, ya fue suficiente, el ya se fue.- JiMin tenía el ceño fruncido.

-Es un imbecil, le voy a partir la cara en cuanto llegue a casa.- Apretó la mano formando un puño que se apoyaba en su regazo.

Me arrodillé frente a él y puse mi mano sobre la suya. Evitó mi mirada. Pude ver heridas abiertas en su rostro y raspones. Sus manos eran las más dañadas, aquellas manos que parecían hechas por los mismísimos dioses estaban sangradas y heridas.

-Tae, mírame.- Tuve que tomar su barbilla para conectar nuestras miradas.- Vamos a casa, curare tus heridas ¿Si?-

-No.- Apartó con delicadeza mi mano de su barbilla.

-Tae...-

-No.-

-Tus heridas se van a infectar, por favor déjame ayudarte, parte de tu golpiza fue mi culpa.-

-No.-

-¡Deja de ser tan terco!-

-¡Y tú déjame en paz!-

-¡No!- Di un largo suspiro.- Si esto es por el golpe de verdad no te preocupes, no estoy molesta, casi no me dolió, mira, no creo que se vaya a poner feo.- Señale mi mejilla enrojecida.

Tae volteó a verme. Su expresión pareció relajarse.

-¿Vamos a mi casa?- Por fin accedió.

Pedi un taxi y ayude a Tae a salir, a duras penas  podía caminar por la golpiza que había recibido.

-¿Quieres ir al hospital?-

-No, pero ¿Puedo dormir en tu casa?-

-Claro.- No cuestione sus razones ya que eran más que obvias.

Nos subimos al taxi. Fue un trayecto silencioso hasta mi casa, más no era incómodo. Al llegar pague al conductor y ayude a Tae a bajar. Toque el timbre de mi casa ya que no podía sacar mis llaves. Un Hoseok ruborizado me abrió la puerta.

-¿Que haces aquí?-

-Aqui vivo. Ayúdame por favor.- Me miro con cara de confusión. Señale a Tae con la cabeza y lo entendió. Me ayudo a llevarlo al sofá donde se encontraba también su "amigo" YoonGi. Sospechoso. El también estaba rojo y tenía la camisa algo desacomodada. No se necesita ser detective para saber lo que estaban haciendo.

-Si quieren puedo llevar a Tae a mi cuarto y ustedes dos pueden seguir con lo que hacían.- Subí y baje las cejas.

-¡No hacíamos nada!- Dijeron los dos al unísono. Se pusieron rojos al mismo tiempo.

-Claro...-

-Iremos a mi cuarto, mamá y papá no llegarán hasta mañana, con permiso.- Hoseok tomo la mano de YoonGi y salieron disparados al piso de arriba.

-Voy por el botiquín, espera un poco.-

Tome la caja metálica de un estante en la cocina y volví con Tae. Abrí la caja y tome algodón y una botella de alcohol. Remoje el algodón.

-Va a doler.- Solo Asintió.

Puse el algodón mojado en una de las heridas de su mejilla. Hizo un sonido de dolor.

-Perdón, lo haré con más cuidado.-Volví a poner el algodón delicadamente en su herida. Esta vez no hubo queja.

Repetí el proceso con todas sus heridas. Sin embargo la herida de su mano se veía preocupante. Creo que necesitará suturas.

-Tae, necesitamos ir al hospital, necesitas que cosan esa herida.-

-¿No puedes hacerlo tú? Digo, quieres estudiar medicina, seguro sabes cómo hacerlo.-

-Lo he visto en programas, pero nunca lo he intentado.-

-¿Tienes lo necesario para hacerla?- Asentí.- Busca un tutorial en YouTube, seguro saldrá genial.-

-Pero...-

-Confió en ti.-

Se supone que esas palabras son de aliento, pero solo pusieron mas peso sobre mis hombros. Tome mi teléfono y busque el video en YouTube. Sorprendentemente había un tutorial muy bueno, tengo suerte de haber visto como mi madre hacia suturas a mi hermano, el era tan torpe que tenían que llevarlo al hospital cada semana para hacerle suturas. Mi madre terminó hartándose y aprendió a hacerlas ella misma. Resultó bastante útil.

Tome las pinzas, el hilo y la aguja que estaban dentro de la caja.

-Esto va a doler.-

-Tranquila.-

•••

No salieron tan mal, estaban un poco chuecas y Tae lloraba del dolor, pero nada mal para mi primera vez.

-Te traeré helado.- Me sentía un poco mal al verlo así.

Saqué dos cucharas y un litro de helado de galleta oreo. Volví a sentarme con el. Acaricie su cabello.

-Lo siento.-

-Tranquila, no dolió tanto.-

-Avísale a tu cara.-

Rió.

-Solo Dame helado.-

[]E R R O R[] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora