[13]

98 18 10
                                    

Los labios de NamJoon se movían sobre los míos, que permanecían inmóviles.

-Aléjate de ella.- La voz de TaeHyung sonaba tranquila, con un toque de enojo.

La presión sobre mis labios desapareció. En la puerta de entrada estaba Tae, con los puños apretados. Casi pude ver como las puntadas en su mano iban aflojándose.

-TaeHyung...-

-Ahórrate las palabras NamJoon, solo lárgate.-

-Te iras a casa conmigo TaeHyung.- Quizo tomarlo de la mano pero el se negó.

-Eso ni loco.- Tenia una sonrisa que daba miedo.

-Pues yo ni loco te voy a dejar con T/N.- Imitó su tono de voz.

-NamJoon deberías irte.- Intervine. Podía notar como la sangre ya estaba saliendo de las suturas mal hechas de Tae.

El mayor me miró incrédulo. Nos miró a ambos por última vez y subió a su coche. Tome a Tae de la mano y lo metí a la casa.

-¡Te abriste las suturas!- Sostuve delicadamente su mano sangrada.

-Tuvo suerte de que no lo golpeara.-

-Alto ahí loco, no puedes estar repartiendo golpes, aún menos con esa mano.-

-El se lo busca.-

-TaeHyung.- Use el tono típico de mamá cuando te corrige.

-Está bien.- Miro su mano.- ¿Tendrás que coserla de nuevo?-

-No, te llevare a un hospital.- Ni loca lo iba a lastimar mas para que luego me chantajeara.

-Pero estoy en pijama.- No me había dado cuenta de aquello. Traía puesta una camisa blanca que le quedaba grande y unos pantalones de franela a cuadros azules.

-No me importa, no vamos a ir a una pasarela.- Lo jale por la mano buena y lo saque de mi casa.

Me metí al auto de mi hermano.

-¿Tienes licencia?-

-No, pero tengo un permiso. Y técnicamente estoy conduciendo en presencia de un mayor.- Arranque el auto rezando para que no chocáramos en el camino. 

Llegamos al hospital sanos y salvos. Entramos por urgencias y una amable enfermera nos atendió. Pusieron a Tae en una camilla y yo me senté a su lado.

-¿Va a doler tanto como tus suturas?- Me miró con una sonrisa burlona.

-No, te van a poner anestesia.-

-Menos mal.-

Un doctor de aproximadamente treinta años corrió la cortina que nos separaba de los demás pacientes.

-Buenas noches, soy el doctor Choi.- Tomo asiento al otro lado de Tae.-¿En que puedo ayudarles?-

-Mi amigo se corto la mano en una pelea, intente suturarlo yo misma pero el apretó el puño y las herida se abrió de nuevo.- El doctor Asintió y tomó la mano herida de Tae.

-Bastante impresionante para alguien sin mucha experiencia ¿Vas a estudiar medicina o enfermería?-

-Medicina, el próximo año empiezo.-

-Entonces espero verte por aquí dentro de unos años.- Sonreí.

-Disculpen, si pudieran dejar su platica para otro momento y arreglar mi mano sería maravilloso.- Su piel comenzaba a ponerse pálida, solo sucedía cuando le dolía algo.

-Oh si, lo siento, Ire por lo necesario.- Minutos después regreso con un carrito.

Suturó la mano de Tae con movimientos precisos, yo no apartaba la vista de sus expertas manos. Termino de coser y me puso una gasa sobre la herida.

-Listo, como nuevo. Ya pueden irse, hasta luego.- El doctor parecía ocupado por la velocidad en la que se alejó.

-Vamos a casa.-

TaeHyung durmió como un bebé en el trayecto, sufrió bastante hoy. Lo desperté para que bajara del auto. Lo dejé sentado en las escaleras de la planta baja mientras preparaba el sofá cama. Subí rápidamente por un peluche a mi cuarto, Tae siempre tiene que abrazar algo cuando duerme para sentirse tranquilo. Después de haber terminado lo guié al sofá y le di las buenas noches. Al instante quedó profundamente dormido.

Subí las escaleras con miedo de escuchar algo en el cuarto de mi hermano. Pero no había más que silencio. Eso por alguna razón me tranquilizo, no tendría que oír cosas extrañas.

•••

El lugar a mi lado en la cama se hundió y me despertó al instante. La gran figura de TaeHyung apareció frente a mis ojos.

-¿Que haces aquí?-

-Tenia miedo, tuve una pesadilla.- Su voz temblaba levemente.

Por más que quisiera sacarlo de mi cuarto, no podía. Se lo debía. El siempre fue quien me consoló cuando tenía una pesadilla mientras me quedaba en su casa.

-¿Puedo quedarme a dormir contigo?-

-Ya que.-

Sus brazos me rodearon y me apretó contra su pecho. Esta noche su peluche sería yo.

-¿T/N?-

-¿Qué?-

-¿Mi hermano te sigue gustando?- Su pregunta me puso nerviosa.

-Eso Creo.-

-¿Por que?-

-No lo sé Tae, no lo sé.- Pase los dedos entre mi cabello.

-Yo haré que te olvides de el, lo prometo.-

-Tae, no quiero que termines lastimado si al final no puedo corresponderte.- Acomode mi mejilla un poco mejor en su pecho.

-Aun si eso pasara seguirá a tu lado, como tú mejor amigo, siempre.- Beso mi cabeza.- Ahora vamos a dormir.

Sus palabras me tranquilizaron, aunque no sabía si eran del todo ciertas, me daban un poco de paz.

[]E R R O R[] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora