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-¿Qué se supone que hacen?- Se paró dominante frente a nosotros.

-Traje en una cita a MI novia.- Hizo énfasis en la palabra posesiva.

-¿Tú que?- Su rostro se volvió de incredulidad.

-Su novia, NamJoon. Si nos disculpas, ya nos vamos.- Tomé a TaeHyung de la mano y empezamos a caminar lejos de él.

-¡Recuerda que yo le gusté primero!- Que molesto es.

-No le hagas caso.- Tae estaba haciendo pucheros. Desde niños hacia esa cara cuando estaba triste.

-Pero tiene razón ¿Y si te vuelve a conquistar?- Me tomó por las mejillas y las apretó.

-No va a pasar.- Hablé como pude.

-Promételo.-

-Lo prometo, ya suéltame.- Sonrió cálidamente y me besó.

Soltó mis mejillas y tomó mi mano.

-Tal vez deberíamos volver a casa.- Sugerí, aún tenía ganas de vomitar.

-O tal vez te puedo llevar a un hotel.- Se burló de mi.- Tengo ganas de ver esa lencería nueva que compraste.- Se mordió el labio.

Es un cerdo- Espera ¿Como sabe que compre lencería?

-¿Como sabes eso?- Lo tomé por el cuello de la camisa.

-JiMin me dijo que estabas buscando ropa interior para nuestra "gran noche"- La carcajada que soltó probablemente se escuchó hasta China.

-Voy a matar a ese enano.- Lo solté y empecé a caminar sin el.

-¿Entonces no vamos al hotel?-

-No, bastardo loco.- Rió y se puso a mi lado.

•••

-¡Abre la puerta Park JiMin!- Si sigo aporreando su puerta tal vez se rompa.

-¿Para que me mates? No gracias.- Por la cercanía de su voz probablemente está recargado en la puerta, con miedo a que la derribe.

-Abre o le dire a todo el mundo que tienes sífilis.-

Abrió la puerta ligeramente, solo podía ver la mitad de su cara.

-No te atreverías.-

-¿Ah no? Ahora mismo voy a crear una campaña para tu enfermedad y la pongo en mis redes sociales.- Él sabe que soy perfectamente capaz de hacer eso.

Abrió la puerta y se echó a correr a su cuarto. Escuché como echaba seguro. Fui a su escritorio y tomé dos clips. Por fin ese tutorial me serviría de algo. Introduje ambos a la cerradura y los moví hasta que oí un clic.

-Ya no te puedes escapar.- Su única salida era la ventana, pero nadie en su sano juicio se lanzaría del octavo piso de un edificio.

-Por favor no me mates, no fue mi intención delatarte, pensé que el lo sabía.- Se pegó a la esquina de su cuarto.

-Claro, como una persona normal le avisa a su novio que quiere comprar lencería sexy.-

-¡Tu no eres una persona normal!- Me señaló con su dedito.- ¿Quien le pide ayuda a un amigo para comprar eso?-

-Una persona que no tiene amigas, pero tiene a un amigo medio prostituto.-

Se hizo el ofendido, pero ambos sabemos que a él no le molesta ese término.

-Bien, tú ganas ¿Que hago para que me perdones?- Se arrodilló frente a mi.

-Me comprarás comida cuando quiera.- Se iba a levantar pero lo mantuve en su lugar.- Y...harás aegyo cuando te lo pida.-

-Pero...- Me miró a los ojos.- Vale, esta bien ¿Ya estoy perdonado?-

-Si, pero no se me va a olvidar.- Hice un gesto como si lo vigilara.

Rodó los ojos y ambos nos sentamos en su cama.

-¿Entonces como fue todo anoche?-

-No quiero hablar de eso.- Por vergüenza y enfado con NamJoon.

-Bueno, entonces...¿De que hablamos?- Tamborileó los dedos en su rodilla.

-Supongo que de nada, yo solo vine a intentar matarte, pero ya no lo haré. Así que me voy.- Me levanté y salí de su departamento.

-¡Eres una aburrida!- Gritó al otro lado de la puerta.

Mientras bajaba las escaleras del edificio empecé a imaginarme lo lindo que sería vivir sola. JiMin tiene demasiadas libertades, su departamento está hecho un desorden y nadie le dice nada, hace fiestas cada fin de semana y nadie le dice nada. Que lindo sería tener mi propia casa.

Llamada entrante de "El cachondo".

-¡Vaya, hasta que te dignas a hablarme!- Grité en cuanto mi dedo toco el botón para contestar.

-No me grites, respétame, soy mayor que tú.-

-Ni mi gritis.-

-T/N...-

-No, nada de T/N, tú me debes una explicación.-

-Por eso te estoy llamando ¿Podemos vernos?-

-En la cafetería que está cerca de la preparatoria, si faltas te mato.- Colgué y me dirigí a la cafetería, no estaba tan lejos.

•••

Caminar hasta la maldita cafetería fue la peor idea que he tenido. Cinco kilómetros caminando bajo el sol de verano con suéter. A veces me pregunto si mi cerebro funciona correctamente.

Vi una mata de pelo rojizo en la terraza, definitivamente mi hermano. Entre a la dichosa cafetería y me senté frente a Hoseok.

-Habla.-

-Hola hermana, si, yo también te extrañé.-

-No me importa, escúpelo.-

-Soy gay.- Eso era más que evidente, pero aún así la noticia me cayó como un balde de agua fría.- YoonGi...El es mi novio.-

-¿Mamá y papá lo saben?- Mordí mis uñas.

-No, y no pienso decirles.-

-Hobi, no puedes ocultarles esto.-

-Estoy seguro de que mamá no se lo tomaría mal, pero...papá me preocupa, el siempre estuvo buscando pretendientes para mi, su sueño es verme casado. Con una mujer.-

-Eres su hijo, te aceptará como eres.-

-No lo conoces como yo, no me aceptará así.-

-Hobi...-

-Es mí decisión T/N.-

-Al menos considera decírselo a mamá ¿Si?- Acaricié su mano como el hacía conmigo cuando era pequeña.

-Lo pensaré.- Sonrió.- Deberíamos irnos, va a anochecer.-

-¿Volverás a casa?-

-No me escapé T/N, solo me tomé unas pequeñas vacaciones.-

Nos tomamos de la mano y salimos del establecimiento. Sin importar lo que pase más adelante, me quedaré siempre a un lado de mi hermano.

[]E R R O R[] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora