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Una puerta se abrió repentinamente mientras desayunaba. Apagué la televisión y asomé mi cabeza a la dirección de donde vino el sonido.

-¿No me esperaste para desayunar?- Un NamJoon en pijama se apareció frente a mi.

-Tenia hambre.- Me encogí de hombros y encendí la televisión de nuevo.

Escuché como NamJoon se servía cereal para luego sentarse a mi lado.

-¿Qué miras?-

-Hada de levantamiento de pesas.- Hundí la cuchara en mi cereal y me la llevé a la boca.

-No sabia que te gustaban las cosas románticas.- Me golpeó con el codo levemente.

-Cállate.-

Terminamos de desayunar entre pláticas. YoonGi salió repentinamente de su cuarto, seguido por mi hermano.

-Iré por mis cosas a la casa de mis padres, por favor cuídenlo.- Le dió un tierno beso en los labios antes de salir por la puerta. 

Mi hermano se acercó cabizbajo a nosotros y se sentó a mi lado. Recostó su cabeza en mi regazo. Eso era algo que hacía desde que éramos pequeños, cuando estaba triste yo acariciaba su cabello hasta que se quedara dormido y dejara de llorar.

-¿Quieres algo de comer?- NamJoon bajó un poco la cabeza para conectar la mirada con HoSeok. Su cabeza se sacudió ligeramente.- Bueno, si te da hambre dime.-

Mis pequeños y rechonchos dedos se enredaron en su cabello, el cual no había sido lavado en los últimos días pero aun así tenía un olor agradable. Sus lágrimas mojaron el pantalón de franela que tenía puesto.

Pronto, el líquido dejo de mojar mi ropa y se escucharon unos ligeros ronquidos. NamJoon me ayudo a levantarme sin despertarlo.

-¿Y ahora qué?- Me crucé de brazos mientras veía a mi hermano dormir profundamente. 

-¿Vamos de compras?- Enarqué una ceja.- Me refiero a comprar cosas para tu habitación, está tan vacía que es deprimente.-

-Ja Ja.- Respondí sarcástica.- Voy a cambiarme.-

•••

Las semanas pasaron sin ninguna mejoría de Tae. Había aprobado mi examen de admisión y estaba a unos minutos de entrar a mi primera clase.

-¿Estas nerviosa?- NamJoon estaba concentrado en el camino, tenía el ceño algo fruncido.

-Un poco, tengo miedo de quedarme sola.- Retorcí mis manos al pensar en esa imagen.

-¿Qué hay de JungKook y JiMin?-

-No hablo con ellos desde la ultima vez.-

Cuando JiMin se enteró de lo de Tae, inmediatamente me llamó para interrogarme. Sus palabras fueron aún más hirientes que las de JungKook.

-Bueno, entonces puedes venir a buscarme cuando estés sola.- Sonrió y sus hoyuelos quedaron ligeramente marcados.

-Con gusto aceptaré tu oferta.-

NamJoon estacionó el auto y bajó.

-Suerte.- Chocó los cinco conmigo y se fue hacia la facultad de ingeniería.

Acomodé mejor la bolsa de tela en mi hombro y comencé a caminar. La facultad de medicina estaba a tan sólo unos pasos de la de ingeniería, sería fácil encontrar a NamJoon cuando quisiera.

[]E R R O R[] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora