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La fiesta estaba en su máximo apogeo, el salón del hotel Malik Resort fue decorado elegantemente, para recibir a los invitados del joven Harry, que estaba de cumpleaños.

Los invitados llegaron en sus autos carísimos y vestidos con ropas finas, eran chequeados en la lista de invitados y los costosos regalos que llevaban estaban siendo acomodados en otro salón destinado solo a los obsequios.

Los medios de comunicación fotografiaban a cada invitado, preparando la primera plana del día siguiente. La familia Malik siempre estaba en el ojo público gracias a sus alianzas y contratos multimillonarios o girando en torno a la vida privada del único hijo alfa, Shawn y de sus jóvenes hermanos omegas.

Muchas cosas de rumoreaban de acerca de esta excéntrica familia.

Algunos decían que su linaje era tan antiguo que tenían entre sus antepasados a reyes incluidos.

Otros murmuraban que hicieron pacto con el diablo, porque sus riquezas parecían aumentar día tras días.

Estar en el ojo público de la alta sociedad no era fácil. Siempre cuidando de una imagen, acatando órdenes, con el peso del prestigioso apellido familiar sobre sus hombros... el adorable y tranquilo Zayn estaba cansando de su vida. Sobretodo porque a lo largo de los años, conoció mucha gente falsa. Omegas, alfas y betas que fingieron ser sus amigos o tener buenas intenciones, pero que lastimosamente, tenían el propósito de aprovecharse de él y su inocencia.

El tierno e inocente Zayn, era fácil de engañar, por lo que para protegerse a sí mismo, optó por alejarse de las personas. No como su hermano Harry, que adoraba andar llamando la atención. Por esa razón, ahora que conoció a un alfa al que si quería acercarse, le pareció una injusticia ser rechazado sin llegar a intentarlo.
¿Por que la vida era tan injusta?

—Verte con esa cara me está arruinando la fiesta.—Se quejo Harry.—Desde que te encontré en la cocina estás actuando extraño. ¿Que tienes?

—Nunca pensé que existiera algo que no puedo tener.

—Pero serás tonto, hay muchas cosas que no puedes comprar con dinero. La amistad, la atención de nuestros padres, y a tu pareja destinada. Sobre todo esto último. ¡Hasta yo lo sé! ¿Acaso estás enamorado, Zaynie?

—¡Él es tan... fuera de mi alcance!—Zayn dejó caer su cabeza sobre la mesa, sus cabellos oscuros metiendose entre la salsa del cordero.

—Seguramente no estarás hablando de Josh.

—¡No!—Zayn se lamentó sin levantar el rostro.

—Es una pena, él te quiere y mucho. Entonces, ¿a quien conociste? ¿Es uno de los americanos que firmó un contrato con papá?

—No, él es...

Zayn agrando los ojos al ver al Alfa de sus pensamientos caminar con una botella de vino hacia la mesa, cubrió su rostro con sus manos y se quedó recostado, machacandose el labio de los nervios.

—¿Desea más vino, joven amo?
Harry frunció el ceño ante el comportamiento extraño de Zayn, asintió al camarero, quien relleno su copa.

—¡Mira eso, que buena calidad de servicio tenemos en estos días!—Harry le tiro una mordida sexy, el alfa lo ignoró educadamente y se fue.—Quiero uno de esos como regalo, gracias.

—¡No se te ocurra acercarte a él, es mío!

Harry se atragantó con el vino.
—No me digas que... ¿Ese alfa camarero, de verdad?

—Dice que no le gusta la gente rica, Hazz. ¡Nos desprecia! —Zayn chillo desconsolado.

—Espera un minuto...—Harry proceso toda la información.—Creyó que eras un empleado y por eso escondiste tu rostro. ¡Oh, hermanito que travieso!

—Debo decirle la verdad...

—No lo creo, si nos desprecia como tú dices, ni siquiera se va a molestar en escucharte.—Harry hizo una cara de horror.—O peor aún, quizás te acepte por miedo a que, si te rechaza, sea despedido.

—¿Crees que eso pueda pasar?

—Sin lugar a dudas. Eres el hijo del dueño del hotel, seguro que todos piensan que si nos hacen mala cara están muertos. Eso no es cierto. Pero él no lo sabe.

—¡Damas y caballeros me dan su atención, por favor! —Su hermano mayor, Shawn, un apuesto alfa de piel canela, se levantó para hacer el tradicional brindis de cumpleaños.

Zayn salió al jardín en silencio, estaba tan decaído que decidió retirarse temprano.

—¿Tampoco soportas estar allí adentro?

Levantó su vista y se encontró con una sonrisa comprensiva y unos ojos amables.

—Un descanso no te vendría mal.—El Alfa castaño le hizo lugar en una de las bancas.—Oye, quiero disculparme por tratarte tan mal hace unas horas. Es que todos estábamos tensos con la fiesta. Pero está saliendo bastante bien, ¿no te parece?

Zayn se acercó despacio hasta sentarse junto a él.

—Empecemos de nuevo. Me llamó Liam Payne. ¿Y tú?

—Mal...—Tuvo una milésima de segundo para pensar en otro apellido.—Zay... Zayn Mendes.

—Un placer, Zayn.—Liam saco algo de sus bolsillos. Un canapé envuelto en papel aluminio.—Me sentí terrible al quitarte la comida, así que robe uno para dártelo después. No le digas a nadie.

Zayn quizo chillar de la emoción, no importaba cuantos canapés había devorado a estas horas de la noche. El que le dio el alfa fue el mejor que había probado en toda su vida.

Liam se rió.

—¿Qhue?—Zayn tenía las mejillas llenas.

—Nada es solo que... es refrescante ver a alguien que disfruta tanto la comida. En dos horas acaba mi turno y si estás libre me gustaría invitarte a un café, ¿Que dices?

El lobo de Zayn meneó su larga y esponjosa cola, encantado de la vida.

—Me encantaría.

Alto, Zaynie... no es bueno que no le digas quién eres en realidad. ¿Qué pasará si te descubre?
No, imposible.

Las cosas entre ellos no pasarían más allá de una salida... o dos.

Chiquito, Bonito y Caprichoso (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora