27

4.7K 538 408
                                    

Un omega rubio correteaba de aqui para allá, buscando frenéticamente algo para apagar las llamaradas que salían de la estufa. Lo primero que encontró fue un trapo, intento ahogar el fuego con él pero solo logró avivar llamas. La alarma contra incendios empezó a sonar y minutos después, caía una lluvia ligera sobre él.

Por todo el orfanato se escuchó el grito enfurecido de Nani.

—¡ZAYNNNN!
El omega se encogió de hombros.

—¡Ay lunas!

Intentó meterse debajo del lavabo de la cocina y esconderse, pero dos pares de manitas lo alcanzaron y lo sujetaron con fuerza. Uno de los cachorros gritó.

—¡Lo tenemos, Nani!

—¡Está vez no escapará!—El otro cachorrito era un poco más entusiasta.—¡Yo traje las cuerdas! ¡Hay que amarrarlo!

Zayn chilló angustiado.

******

Para cuando Nani llegó, se encontró con la escena de un secuestro. Los dos cachorros habían amarrado al omega a una silla y lo amordazaron con un trapo de cocina.

—¡Pero que están haciendo!
El menor de los cachorros movió su pie con inocencia.

—Es que tú dijiste una vez que, la única forma de que Zayn no causara problemas era amarrandolo.

—¡Yo hice los nudos!—Grito el otro, feliz de la vida.

—¡Estos cachorros!—Nani ahora los regañaba a ellos.—¡Desaten a Zayn y nunca vuelvan a hacer eso! ¿Entendido?

—¡Si, Nani!

Los cachorros soltaron al omega disculpándose y dándole cada uno un besito en la mejilla salieron corriendo. Zayn sonrió en dirección de la vieja omega que lo observaba con ojos asesinos.

—Entonces... ¿Dices que ya es otoño?

—Zayn...

—¡Perdón, Nani! Te juro que no era mi intención quemar la leche de los bebés. ¡Solo me descuidé un segundo y cuando ví la cocina estaba envuelta en llamas! Mañana traeré un camión entero con cajas de leche. Lo prometo.

Nani no podía enojarse con el omega. Zayn era demasiado inocente y de buen corazón. Aunque bastante torpe.

—No tenemos donde guardar tanta leche, Zaynie. Se va a descomponer mucho antes de que termine la semana.

—¿Traigo nuevos refrigeradores también? —Zayn se entusiasmó.—No había pensado en eso, pero los necesitamos. ¡Oh y nuevas camas para los cachorros! Déjame hacer una lista de lo que hace falta, mañana traerán todo...

—¡Detente, Zaynie!—La omega lo sentó de nuevo en la silla.—No es necesario que hagas todo eso. Con tu ayuda aquí es suficiente. Solo mantente alejado de la cocina, por el bien de los cachorros. ¿Está claro?

—Esta bien, Nani.

Hace aproximadamente dos años y medio, Shawn había contactado a su antigua niñera y le pidió permiso para que Zayn fuese voluntario al orfanato donde trabajaba la adorable ancianita. Más que una ayuda, el omega llegó a ser un desastre.

Debían vigilarlo más que a los cachorros. Pero ya todos se habían acostumbrado a la presencia de aquel omega tierno y patoso. Solo tuvieron que aprender a tenerle paciencia y fue fácil una vez que comprendieron el porqué de que el omega buscara refugio en ese lugar. Nani se sorprendió al ver al omega triste y decaído que entró por la puerta de su oficina.

No era el niño dorado que recordaba. Además de su cabello, todo en él se sentía oscuro.

—¿Creés que esto le haga bien, Nani?

Chiquito, Bonito y Caprichoso (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora