Habría una fiesta de bienvenida en la que sólo cincuenta de los amigos más cercanos de la familia asistirían para celebrar la visita de Liam y para conocer a su pareja. Fue idea de la Sra. Payne.
Zayn sentía revuelto el estómago de los nervios.
Luego del desayuno, Liam y su hermano fueron arrastrados por el Sr. Payne para ir de pesca, una tarde de padre e hijos luego de mucho tiempo separados. Mientras que la madre de Liam y Zayn se encargaron de arrastrar a Zayn en los preparativos de la fiesta. Cuando Zayn comentó educadamente que solo causaría problemas si lo incluían en sus planes, la Omega se negó a dejarlo afuera.
—Algún día te harás cargo de tu propia casa, Zayn. No tuviste a una madre para que te enseñara estas cosas, por lo que lo haré yo. Primero iremos de compras.
Algo se volvió evidente y fue que la Sra. Payne era una de esas omegas tradicionales, de aquellas que pensaba que si bien los momentos tenían los mismos derechos que los alfas, sus obligaciones eran diferentes.Aceptaba que los omegas trabajarán y se superarán intelectualmente, pero había una cosa que no podía cambiar: ellos debían ser oficiosos y encargarse del alfa y los pequeños en el hogar.
—¡Oh, que suerte!—La Sra. Payne metió varios paquetes de Ramen en la canastilla. —Esta es la marca favorita de Liam, cuando se los prepares asegúrate de no hervirlos demasiado. No le gustan recocidos aunque se los comerá para no herir tus sentimientos.
Zayn no dijo nada, solamente sonrió. El jamás preparaba nada.
Nunca tuvo la necesidad de aprender a cocinar, la única vez que piso una cocina fue cuando pretendió ser el aprendiz del chef John. No le diría que si le daba hambre, pasaba a un restaurante por sus platillos favoritos o le pedía a su chef que preparara algo.
—¡Oh! Por allá está el suavizante favorito de Liam.
Se vio arrastrado hacia el área de los suavizantes y jabones en polvo.
—Este es exactamente lo que necesitas para sacar manchas. Y este deja la ropa sin arrugas. ¡Es magnífico!—La Omega le pasó un frasco rosa. —Y cuando pongas las prendas blancas en la lavadora asegúrate de no hechar mucho blanqueador o las arruinaras. Y otro detallito, a mi hijo no le gustan los aromas fuertes, asegúrate de usar detergentes sin olor.
El resto de la mañana se la paso escuchando "Cuando le cocines a mi hijo...", "A Liam le gusta esto", "Asegúrate de conseguir aquello".
Zayn trato por todos los medios de no sentirse ofendido. Se recordó que la madre de Liam no sabía cómo era su estilo de vida y que estaba llena de buenas intenciones. Entre la gente normal esos eran los tipos de consejos que se daban de suegras a yernos y nueras.
Pero no pudo dejar de enfadarse.
¡El no era un criado! Además, ¿Acaso el alfa no tenía manos para hacer sus propias cosas?
Según la perspectiva de la señora Payne había que alimentarlo, mantener sus ropas limpias y la casa perfumada cuando se emparejaran. ¿Qué era Liam? ¿Un cachorro? Los omegas eran más que simples mucamas.
Ante su ceño fruncido el resto de la mañana, Niall trató a duras penas de contener la risa al verlo cada vez más exasperado.
—Mi tía es algo... especial. ¿Verdad?
—¿Tú opinas igual que ella?—Zayn agrando los ojos, indignado.— ¿Qué los omegas son los esclavos del hogar?
—Aprendí a no pelear con mi tía. Tú solo dile que si. Además, Liam está enamoradosimo de ti. Nunca te dejaría aunque no le puedas planchar ni una camisa. Seguro lo que le gusta de ti son tus otras habilidades, y no hablo de las domésticas.—La risa de Niall era tan linda como estridente.
—¡Oh, Zayn!—La Sra. Payne cantaba su nombre desde el área de vinos.—¡Te enseñaré a escoger un buen vino tinto para la velada de esta noche!
Al fin algo en lo que Zayn no era inútil. Esperaba que en ese supermercado tuvieran
botellas de Cabernet Sauvignon o algún Merlot.****
Niall se entretuvo en la sección de revistas mientras su tía y Zayn parecían querer agarrarse de los pelos al no estar de acuerdo con la elección de vinos. Al parecer una mañana fue todo lo que les duro el amor y la armonía. Eso se iba a convertir en una guerra.
Soltó un chillido de gusto cuando vío que al fin habían traído a ese pueblo abandonado de la civilización, el nuevo número de su revista favorita. "Vogue". Esta vez el número hablaba de la moda de la élite de la sociedad.
En la portada aparecían dos omegas y un alfa con clase y estilo, hermosos por igual. Sin esperar a llegar a la caja y pagar por ella, desgarró la envoltura y devoró el contenido. Se le cortó la respiración al llegar a la nota de la portada. Se trataba de tres hermanos.
—El heredero del imperio Malik y sus dos hermanos omegas. Elegancia, porte y moda en cada evento, la realeza de la sociedad. —Niall siguió leyendo hasta que llegó a las fotos. ¡Vaya! Esas personas parecían las dueñas del mundo. Trajes costosos y rostros perfectos. ¡Lo que daría él por tener la misma suerte! Su rostro era demasiado redondo, sus hombros demasiado anchos para considerarse esbelto... Frunció el ceño al ver la foto del hermano más pequeño de la familia Malik ¿Por qué le parecía tan familiar...?
—¡Niall deja esa revista, corazón! ¡Tendrás tiempo suficiente para darle una vista en casa!—Su tía lo llamaba desde la sección de los vinos, donde Zayn tenía los brazos cruzados y hacia lo imposible por no estallar.
—Oh... por la luna...—Se río del pobre omega.—¡Ya voy tía!
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Chiquito, Bonito y Caprichoso (ZIAM)
RandomADAPTACIÓN. "Zayn es un omega de familia adinerada. Por azares del destino, su pareja destinada resulta ser un alfa luchón y trabajador que desprecia a los ricos. Incapaz de soportar su rechazo, finge que es pobre y que creció en un orfanato junto a...