Nota Aprobatoria

Cerrando Heridas

Disclaimer: Los personajes son totalmente de , no me pertenecen, yo solo los utilizo para cumplir mis fantasías de fujoshi..

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-No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.

-Gabriel Garcia Marquez.

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-Eren tranquilízate, seguramente se le atravesó algo de trabajo y ya viene para acá-. Armin palmeaba el hombro de su amigo quien se removía inquieto sentado en su cama.

–Pero él me avisaría, ¿Se abra olvidado de mí?-. Miró a su amigo con miedo.

-Claro que no, no digas eso, démosle tiempo, recuerda que para los profesores estos días ellos tienen mucho trabajo-. Eren le sonrió y asintió.

Los días hasta el fin del curso llegaron, Armin quería irse lejos de la universidad, no querrá ver a su ex novia buscándolo por el campus intentando arreglar las cosas, estaba dolido, pero por otro lado no quería dejar a Eren, sus pesadillas aumentaban con el pasar de los días, llegó a preocuparse tanto que recurrió a su profesor, Eren por su parte no quería ir con sus padres por lo mismo de su condición, odiaba cerrar los ojos y encontrarse en el suelo de la biblioteca siendo sometido intentado pelear sin éxito, dormir se convirtió en una tortura. Que Levi aceptara recibirlo en su hogar fue todo lo que necesitaba, pues al igual que Armin no quería toparse con aquellos rubios.

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-Quiero que entienda señor Braun, que no quiero volver a verlo cerca de Eren o no me haré responsable de lo que pueda sucederle-. Levi se apartó unos pasos de un cuerpo cansado y golpeado.

–Usted no es nadie para amenazarme-. Reiner respiró pesado abalanzándose al pelinegro con intención de seguir su pelea.

Levi evitó el impulsivo puñetazo regresando el golpe a la cara ya sangrante del rubio, aprovechando pateó su estómago haciéndolo caer, Reiner terminò de rodillas en el suelo torciendo sangre mirándolo con odio.

-Tengo suficientes pruebas para incriminarle-. Reiner lo miró sorprendido. -No me mire así señor Baun, si sabe lo que le conviene aléjese-. Levi sacó un pañuelo limpiando sus nudillos de la sangre ajena.

Al ver que el deportista estaba demasiado cansado dio media vuelta marchándose del lugar, guardo su pañuelo y se acomodó su ropa, pasó una mano por sus cabellos caminando como si nada hubiera pasado, a la lejanía escuchó un grito de cólera y unos golpes, siguió sin darle importancia.

Miró su reloj y chasco la lengua, iba con casi una hora de retraso, seguramente Eren estaría preguntándose donde estaba, caminó lo más rápido posible a los dormitorios. La escuela se sentía vacía, solo alguno que otro estudiante que pasaría el periodo vacacional en el campus, subió al ya conocido edificio hasta dar con la puerta.

-Levi-. Eren se levantó en cuando lo vio abrazándolo.

-Lamento tardarme, tenía que resolver un asunto-. Se disculpó mirando a los dos estudiantes.

-Te lo dije Eren-. Miró a su amigo con una sonrisa. -Bueno ya que están aquí yo me tengo que ir o perderé mi vuelo-. Armin abrazo a Eren despidiéndose.

-Gracias Armin-. Levi le extendió una mano.

-De nada profesor Ackerman-. Le estrechó la mano recibiendo una mirada de advertencia. -Lo siento, Levi, aún es raro llamarlo así profesor-. Se sonrieron y salió con su maleta de la habitación.

-¿Listo mocoso?-.

-Listo papi-. Se burló mientras tomaba sus cosas.

-No me digas así mocoso-. Torció la boca ayudándolo.