Cuando salen los coyotes

27 2 2
                                    

«Me persiguen»
Aceleró un poco más. ¿Qué pasaría cuando le alcanzaran?
«Vienen por mí»
Hizo bien en huir. Por lo menos eso le serviría un tiempo.
Aquella noche, que recordaba cínicamente muchas veces, golpeó con fuerza en su cabeza, haciéndole perder la cordura. Los pasos desesperados de aquella muchacha por escapar resonaron como una melodía maldita en sus oídos. La voz de esa joven entrecortada por el llanto, suplicándole que la soltara, pidiendo lo que sabía que ese tipo no iba a cumplir. Las imágenes se reproducieron rápidamente, al igual que los gritos ensordecedores, las manos inquietas arañándolo, rasguñando, tratando de quitárselo de encima en un último intento desesperado. Muchísimas escenas, nuevamente atacaron sin piedad, gritos y más gritos, pasos torpes y apurados. Se repetían una y otra vez. Y de nuevo. Sin parar. Como dagas bien afiladas dirigidas a su cabeza.

Los coyotes deambulaban hambrientos esa noche, buscando alguna víctima que los dejara satisfechos. 

A lo lejos, unas luces que amenazaban con apagarse, alumbraban lo poco que quedaba de aquel hombre.



Cuentos Sin Final Feliz. O Algo Así ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora