Miró a todos aquellos cuerpos sudorosos, recostados en aquella cancha de fútbol.
La mano le transpiraba demasiado y el peso que en ella cargaba le resultó de pronto, liviana.
Con una sonrisa torcida se dio la vuelta y se fue a su casa.«Nunca me había divertido tanto» pensó en bien apoyó la escopeta en una esquina de su habitación.
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Cuentos Sin Final Feliz. O Algo Así ©
Terror¿Te llama la atención el título? ¿Eres valiente? ¿Te gustan los relatos de terror? Entonces, adelante. «Portada provisoria»