El bebé no paraba de llorar. No sabía qué hacer, cómo actuar. El llanto resonaba en aquella casa y hacía eco en sus oídos. Sabía que pronto pasaría, pero mientras tanto la inquietaba no saber qué sucedía.
No lo soportaba más.
Se levantó, buscó y revolvió deseperadamente toda su casa. Tratando de encontrar la fuente de la cual provenía aquel llanto que la atormentaba siempre a media noche.
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Cuentos Sin Final Feliz. O Algo Así ©
Horor¿Te llama la atención el título? ¿Eres valiente? ¿Te gustan los relatos de terror? Entonces, adelante. «Portada provisoria»