Entró en la consulta como de costumbre, así era su rutina cada día.
Tomó asiento y luego de unas preguntas pudo decir: «Todos actúan demasiado extraño. El otro día, el portero me miró con desconfianza. Como si yo pudiera hacerle algo. Aunque ganas no me faltan. Siempre me trata mal, o me deja esperando afuera con el frío de la mañana. No sabe con quien se está metiendo. Me las va a pagar»
Un casi eterno silencio inundó la habitación, hasta que fue interrumpido en voz baja: «Es muy grave eso que dice, doctor» dijo el paciente de aquel psiquiátrico, sentado cada vez más lejos de su acompañante.
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Cuentos Sin Final Feliz. O Algo Así ©
Korku¿Te llama la atención el título? ¿Eres valiente? ¿Te gustan los relatos de terror? Entonces, adelante. «Portada provisoria»