Empezó con el secuestro y la muerte de su madre, ella sigue las pistas que los oficiales investigarón, desde la muerte de su madre también iniciarón sus sueños con un desconocido o almenos eso creía, el podría ser su peor pesadilla pero también es l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
| Brenda|
Llevamos toda la madrugada pensando en lo que pasaría, Alec estaba con los nervios en su totalidad, ni siquiera me miraba a la cara cada vez que lo llamaba, cada vez que le preguntaba algo el solo contestaba con un " No sé" y supe que realmente no sería sencillo librarnos de aquel caos que estaba ocurriendo con la llegada del padre de Mason.
el estaba sentado en el borde de la cama y yo observaba como trataba de encontrar una respuesta a todo. Me acerqué a él y me coloqué sobre mis rodillas frente a él, tomé con mis manos su rostro y suspiró pesadamente, uní su frente con la mía y cerré mis ojos.
- ¿Sabe algo Garrett o Alexander...? - desvió la mirada hacia la ventana, odiaba verlo de esa manera.
- No tardarán más de un día en saberlo, además creo que la primera persona en saberlo es quien dejó libre a tu amiga Lara - recordé a la chica con quién había tenido la discusión por mis sentimientos hacia Alec, me preguntaba si seguiría viva si le habría hecho caso a mí amiga.
- Creo que deberíamos esperar a saber cuál es el plan de Mason y Harold - sugerí y Alec me miró intrigado
- No creo que sea una buena idea seguir esperando - miré el suelo y pronto comenzaba a sentir que la madera del suelo me picaba la piel - creeme que no tardarán en llevarte lejos de mí viendo las circunstancias -
- Deberías llamar a Alexander - intenté darle una idea que sirviera, el y yo estábamos dentro de esto. Me levanté sobre mi lugar y levanté su cabeza para que me mirara a los ojos
- No puedo ni siquiera imaginar el que estés lejos de mí - Su mirada reflejaba el cansancio ante todo - Brenda no puedo ... -
- Escúchame bien, Wood - Mi cabello suelto cubría como cortinas nuestros rostros - Nada va a poder separarnos - desvió la mirada e hice que me mirara a los ojos - Jamás - Lo besé de una manera que me hacía perder el control de mi misma, el me hacía perder el control.
Me apretó de la cintura y me atrajo hacia su cuerpo, apartó un par de mechones de cabello de mi rostro y lo acarició con una delicadeza que me hacía flaquear las piernas. Me tomó del rostro y me volvió a besar a su manera salvaje, pasé mis manos por su cabello y lo alboroté, me hizo sentarme sobre el y me tomó por sorpresa la manera en la que me acomodó a el con sus manos en mi trasero, acariciándolo y apretándolo.
Mis dos piernas estaban en cada lado de sus costados, subió sus manos a mi espalda y me acarició conociendo cada centímetro de mi cuerpo.
- ¿Te he dicho que eres muy atractiva cuando eres demandante? - Separó nuestros labios y sentí su sonrisa desulmbrarme la vista.
- ¿Que pasa? ¿No conocías ésta faceta de mi? - Noté el bulto entre sus piernas sobre la tela de una manera dura
- tú nunca olvidas usar ropa interior - reí y noté que subía el borde la camisa que estaba sobre mi cuerpo, dejándome completamente desnuda y haciéndome sentir segura ante el ésta vez. - eso sí me sorprende de ti - comenzó a besar mi cuello seguido de darle la misma atención a mis pechos dandome escalofríos por todo el cuerpo.
