8. Más fuerte que ella

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/Narrador/

-ella es más inteligente de lo que crees... puede acabar mal esto y lo sabes-la voz de Garret despertó a Brenda, ellos no lo notaron.

-No hará nada, lo tengo todo controlado-Alec cruzó los brazos mostrándole una postura seria, Garret ladeo la cabeza

-cuando dices eso las cosas acaban mal...-

-no tienes fe en mi-

-honestamente no- Garret se quedó mirando el interior del cuarto unos segundos más, fue entonces que decidió salir.

Brenda estaba acostada en la cama dándole la espalda a Alec, quien la miraba, pensaba en lo que Garret le había dicho respecto a ella, lo pensaba demasiado, pero no quería hacer lo mismo, no quería verla de la misma manera. Pero algo le decía que tenía que cambiar, no podía ser la misma persona, no podía ser blando todo el tiempo.

Salió de la habitación con un mal genio, odiaba la vida que llevaba, odiaba hacer lo que hacía, odiaba servir para Mason. Culpaba a Mason por la vida miserable que llevaba, el estaba en espera de que todo acabara, pero si Mason deseaba que Alec trabajara para el durante toda una eternidad así debían de ser las cosas y no porque Alec quisiera, sino por aquella mujer que tanto quiere, su madre.

Subió a su antigua moto, encendiéndola y emprendiendo rumbo al lugar al que debía estar. El camino era largo y cada segundo se le hacía imposible llegar con ella, hasta que al fin entró al vecindario. Las calles principales eran normales y cuando se acercaba a la avenida las cosas eran más intensas y duras. Habían tres patrullas ubicadas justo enfrente de la casa de los Smith, a lado estaba su hogar.

Bajó de la moto con discreción y finalmente se encontraba cerca de la entrada de su casa, abriendo la puerta, entrando. Su madre estaba en la cocina preparando comida y cuando vió a su hijo sus ojos reflejaron lo felíz que estaba.

-que bueno que has vuelto hijo-la madre lo tomo del rostro y le dio un beso en la mejilla-¿estás cansado? ¿quieres comer?-

-Estoy bien gracias, no me queda mucho tiempo- Alec se sentó en la silla del comedor, su madre igual-solo he venido a dejarte lo que te corresponde- sacó de su chaqueta un sobre amarillo, se lo extendió a la mujer- ya está contado-

-Alec, no quiero tu dinero-la mujer dejó el sobre en la mesa- necesitamos hablar seriamente- cruzó los brazos- ¿en dónde te has metido últimamente?-

-sabes que mi lugar de trabajo no es estable- 

-lo sé, pero tu actitud es extraña- tomó la mano de su hijo- dime de una vez por todas que ha estado pasando-

-mamá, estoy bien, es solo que mi trabajo me consume y hago lo que puedo para mantenerte--

-no quiero que me mantengas, quiero que hagas tu vida- Ale comenzaba a frustrarse- quiero que te cases,  quiero ver tu familia formada-

-no tengo más de 23 años, por dios- se levantó

-no digo que ahora, solo quiero que lo tengas presente- lo miró a los ojos- ¿puedes?-Alec asintió con la poca paciencia

-¿has estado bien?-Alec cambió el tema

-yo si, pero...- miró por la ventana-los Smith me preocupan- dijo misteriosamente

-¿de qué hablas?-

-¿no te has enterado? la hija de el señor Smith ha desaparecido-las palabras de la madre le cayeron como hielo sobre la piel- parece ser que la han secuestrado, que tragedia ¿no crees?-

-si...-Alec miro nervioso a otro lado-espero que la encuentren-

-yo igual, en verdad deseo que la paz en esa casa se haga presente, suficiente han tenido con la muerte de la madre-

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