"Amo la violencia con la que tu sonrisa me destruye la rutina"
-Anónimo
Capítulo 11
—¡¿Verónica!? —grité como si fuera imposible.
Una pelinegra sonrió, mientras ponía los brazos en jarra y me regalaba la más grande de las sonrisas.
—Veo que no pierdes tu estilo, Leah. Una mula descarriada antes, una mula descarriada ahora.
Negué con la cabeza, quisiera decir que estaba ofendida, pero la emoción de ver a mi mejor amiga después de tanto tiempo fue más.
Salí rápidamente de la estrechez de la ventana, y corrí a abrazarla, el empuje fue tan duro, que caímos en el suelo.
Empezamos a reírnos, como antes
—¿Qué haces aquí?
—¿Estás ebria?
Lo preguntamos al mismo tiempo, que al final ninguna escuchó a la otra.
—Sí. Bueno no. Solo tomé una pequeña copa —me senté — y por accidente.
Verónica se echó a reír, mientras negaba divertida.
—No tienes arreglo, rubia desquiciada.
La fulmine con la mirada mientras trataba de limpiarme, allí en el suelo.
—¿Qué haces aquí? No es que no me alegre de verte, pero...
—Ah, una vez te dije que sería el monstruo de tus pesadillas —se levanta y me tiende la mano —La gente cambia y evoluciona, y no me molestaría ser tu dama de honor.
Me levanto, pero ya no estoy tan segura de que responder.
—Ah, respecto a eso... —frunzo el ceño, decirle que la boda se cancela sería... acaba de llegar, lo puedo hacer luego — ¿Cómo sabes que me voy a casar?
Se limpia el vestido y me mira como si tuviera un problema.
—¿Bromeas? —niega con la cabeza —Tu prometido es el "Marqués de Alencar" y uno de los más grandes negociantes en la marina. Tu boda es chisme desde este pueblucho hasta la propia Milán... y ni hablar de la polémica Londres.
—¿Qué? ¿Alejandro, negociante de la marina?
Ella asiente.
—Supongo que no lo sabes, decían que se los veía muy enamoradas. Seguramente él no tuvo que fanfarronear de su gran riqueza. Respecto a eso, aún no te perdono el que no me hallas respondido ninguna carta.
Niego con la cabeza, absolutamente pasmada.
—Jamás estuve tan confundida, ¿enamorados?
—Oh si, después de aquel polémico baile, en el que todo el mundo los vio —me fulmina con la mirada —y yo no estuve invitada, te va a costar, Eleanor...—
—Continúa, Verónica —exclamo exasperada.
—Bueno, todos dicen que se tocaban con desesperación —empieza a mover las cejas de arriba para abajo —y que compartieron una polémica charla que los llevo a que te lleve a cuestas a los jardines. Y por supuesto, —baja la voz, como si fuera un secreto —todos sabemos que van a hacer los enamorados en los jardines...
Estoy tan confundida, que cuando Verónica me pide explicaciones, tengo que darle un manotazo para que se calle. No quiero más confusiones, es suficiente con lo que tengo.
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Por Un Arrebato © |COMPLETA|
Historical FictionSolo quiero la verdadera historia. En un mundo donde callarse es la manera más fácil de sobrevivir, una jovencita aprende que tal vez no está hecha para vivir de forma fácil. Leah es como el viento, inconstante, vital; y sus sueños se convierten en...