1
Narrador: Sebastián
Miraba mi desayuno, me sentía extraño.—Oigan, ayer me pasó algo de lo más extraño —les dije a todos en la mesa.
—¿Qué pasó, Sebastián? —preguntó mi madre.
—Bueno, ayer venía de ver a Alex en el Music Box y alguien me llamó del hospital diciendo que Víctor estaba en el hospital.
—¿Víctor en el hospital? Eso no puede ser —agregó mi padre.
—Sí, y cuando fui allá, me dijeron que no tenían registro de él, que no estaba ahí —los miré con una cara de duda.
—Creo que alguien te jugó una broma, hermanito —comentó Damián.
—Eso creo, pero me pareció una broma pesada.
Terminé de comer y decidí ir a saludar a Alex, así que salí de mi casa y crucé hacía la suya, toqué la puerta varias veces hasta que abrieron.
—Hola, ¿qué se te ofrece?—abrió el papá de Alex.
—Lo siento señor, ¿está Alex?
—Ahh eres el vecino, sí está en su habitación, pasa —dijo.
Entonces subí con él por las escaleras.
—Está en esa puerta, si puedes convéncelo de bajar a comer, yo le dije y no quiso.
—Bien, gracias —contesté y el hombre entró a su cuarto, entonces toqué la puerta de su habitación.
—Papá, no tengo hambre, en serio —contestó Alex al otro lado, se escuchaba raro.
—Alex, soy Sebastián, ¿puedo pasar? —expliqué.
—Sí, pasa.
Entonces abrí la puerta y miré a Alex aún en la cama, eso era raro, eso creía.
—¿Qué pasa? —pregunté algo extrañado.
—Cierra la puerta.
Cerré la puerta y entonces salió de la cama, tenía los ojos morados e hinchados, yo me asusté en cuanto lo vi.
—¿Qué te pasó?
—Unos tipos me atraparon y me golpearon —respondió bastante apagado.
—Hijos de puta.
—Y eso no es todo.
Se levantó la camisa y tenía todo el torso lleno de moretones, había sido una paliza fuerte.
—Alex, lo siento mucho, esto es mi culpa.
—No, tú tenías que ir a ver a tu hermanito —me dijo y ahí tuve la epifanía.
—Verga —solo pude decir eso, comencé a atar los cabos.
—¿Eh?
—Escucha, ayer que fui al hospital por lo de mi hermano, me dijeron que él no había estado ahí en todo el día —comenté sorprendido.
—No estoy entendiendo.
—Mira, la llamada de ayer, fue un cebo, para que te dejara solo —expliqué.
—Ya veo.
—Alex, ¿quién te hizo esto? —le pregunté molesto.
—Te voy a decir, pero prométeme que no se lo dirás a nadie.
—¿Cómo que a nadie? Debemos denunciar esto —le dije mientras trataba de contenerme para no gritarle.
—Entonces no te diré quién fue.
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The Stormlands: Todo Mejora
Teen FictionAlex es un chico de 17 años, amante de la música y muy inseguro, un día conoce a su nuevo vecino Sebastián, un chico deportista, muy agradable (pero con un secreto) del que queda perdidamente enamorado, Sabrina y Thomas son los mejores amigos de Ale...