23. DESPUÉS DE LA TORMENTA, VIENE LA CALMA

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Narrador: Alex
Habían pasado ya 3 meses desde mi intento de suicidio, era Junio, es decir los últimos días de preparatoria y teníamos que presentar el ensayó sobre The Stormlands, estaba en la sala desayunando con mi padre.

—¿Y cómo va la escuela? —me preguntó.

—Desde la pelea todos pararon de molestarme e insultarme en Facebook, es enfermizo, como si el golpear a Jake me hubiera convertido en alguna especie de maleante que es temido —dije.

—La preparatoria es extraña, lo confirmo —contestó mi padre.

—Efectivamente.

—¿Y ya terminaste tu ensayo? —preguntó de nuevo mi padre.

—Sí, me dormí hasta las 12 pero lo terminé, hice las correcciones necesarias y eso.

—Muy bien, ¿y cómo vas con la terapia?

—Bien pero el psicólogo me recomendó ir a un grupo de apoyo y me recomendó unos cuantos pero no sé.

—Deberías intentarlo, aunque sea una sesión y si no te gusta, puedes dejarlo pero eso echaría a perder tu progreso, asumo —comentó mi padre.

—No creo que sea para tanto pero lo intentaré... algún día —susurre en esa última parte.

Entonces sonó mi teléfono, eran Sebastián, Sabrina y Thomas.

Oye chico, estamos esperándote, ¿vienes o tu tío se murió otra vez? —comentó Sabrina.

En ese momento mi padre puso una cara de preocupación, como si se hubiera acordado de algo, se veía realmente afectado.

Esperen, termino de comer y salgo —respondí.

Bien, no te tardes, te quiero —concluyó la chica y colgué.

—Papá, ¿estás bien? —pregunté al ver su cara.

—Sí, sí, estoy bien, ahora ve a ver a tus amigos se les hace tarde —se levantó y se fue, trataba de deducir qué pasaba por su mente pero los constantes mensajes de Sabrina me hicieron recordar que tenía que irme. Fui a cepillarme los dientes y salí rápido con mis amigos.

—Hasta que sales, vamos 30 segundos retrasados —dijo Sabrina.

—Bueno, no importa —dije.

Abracé a mis amigos y después le di un beso a Seb.

—Oigan, tranquilos —comentó Thomas.

Comenzamos a caminar hacia la escuela.

—¿Y terminaron el  ensayo? Yo apenas pude hacerlo —dijo Thomas.

—Yo también, además tuve que hacerlo a escondidas porque en ello hay mucho sobre Alex y yo, podrían entonces leerlo y ahí sí todo se iría a la mierda —contestó Seb.

—Tranquilo, ya podrás decírselos —le sonreí para hacerlo sentir mejor.

—Yo vi en un documental que lo mejor que puedes hacer en los casos donde tus padres son así, muy homofóbicos, lo mejor que puedes hacer es esperar a ya no depender de ellos económicamente, así no causaría gran impacto —agregó Thomas.

—Tiene sentido —respondió Seb.

—Sabrina, ¿qué te parece este amigo mío? —le preguntó Thomas a la chica, mostrándole su teléfono.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó ella esta vez.

—Intento conseguirte un novio.

—No gracias, estoy bien así.

The Stormlands: Todo MejoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora