17. EL INDICADO

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Narrador: Thomas
Estaba en el desayuno con mi mamá, quería encontrar una manera buena de decirle lo que pasó con Marco, pensaba decirle después de lo que pasó pero ella había estado muy ocupada con su trabajo.

—Mamá, necesito decirte algo —dije.

—Claro hijo, tú puedes decirme lo que quieras —respondió, me tomó la mano y me sonrió con mucho amor.

—Bueno, hace poco casi tengo mi primera relación sexual.

—¿QUÉ? —gritó de una manera que me asustó.

—Pero no hice nada, al final cambié de opinión —aclaré rápidamente.

—¿Y por qué no hablaste conmigo? No sé mucho del sexo entre hombres pero habría buscado información para darte y que no cometieras una estupidez como esa.

—Lo siento, pero quería sentirme mayor —agregué.

—Hay formas mejores de sentirse mayor, pero un adulto no toma decisiones porque sí, bueno, la mayoría no lo hacemos —comentó.

—Tienes razón, por eso decidí contarte esto.

—Bien hijo, pero si de pronto quieres salir con un muchacho, déjame conocerlo primero —contestó.

—Te lo prometo —sonreí.

—Muy bien, no quiero más secretos entre nosotros a menos que sean sorpresas inofensivas —dijo.

En eso tocaron la puerta y mi mamá se levantó a abrir.

—¿Esperas a alguien? —le pregunté.

—Sí, hoy viene a desayunar mi jefe, seguro lo has visto por los espectaculares que hay por la ciudad, sobre la compañía —dijo.

—Creo que no los he visto.

—Qué mal —entonces mi mamá se volteo y se dispuso a abrir la puerta, yo subí a mi cuarto para comer más a gusto, justo estaba frente a la puerta cuando escuché a mi mamá saludando al sujeto.

—Hola Marco, bienvenido —cuando escuché su nombre, se me helo la sangre.

Lo peor es que el tipo sonaba exactamente igual a Marco, para calmarme un poco trate de ver si era él lo más secreto posible, al poder verlo me di cuenta que efectivamente era él, asustado corrí hacia mi habitación y cerré con llave, no quería verlo para nada.

Tras prepararme para salir, me quedé arriba, al lado de las escaleras esperando a que Marco pasara al baño del primer piso, después de 15 minutos al fin pasó al baño, yo de inmediato bajé y me dirigí a mi mamá.

—Thomas ven, mi jefe quiere conocerte —comentó.

—Lo siento pero tengo que salir.

—¿A dónde vas? —preguntó extrañada de mi actitud.

—Voy con Sabrina —dije mientras quitaba todas las fotos donde yo aparecía de la sala.

—¿Qué haces con eso?

—Mira mamá, mis amigos y yo nos metimos en problemas con ese hombre, así que no puede saber que vivo aquí —contesté.

—¿Pero qué hiciste?

—Luego te cuento, tengo que irme —corrí hacia la puerta despidiéndome y salí.

Estaba seguro de que mi mamá había quedado molesta o algo frustrada, acababa de prometerle que no le guardaría secretos pero éste era necesario guardarlo, había pensado que si le decía en ese momento, se iría contra Marco y él la despediría, por eso no había dicho nada, en todo eso pensaba mientras iba en el taxi, lo único que quería en ese momento era hablar con Sabrina.


The Stormlands: Todo MejoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora