16. EL ARTE DE LA MANIPULACIÓN

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Narrador: Alex
Estaba en el salón de clases con mis amigos, todos estaban comiendo (era el descanso). Estábamos hablando y conviviendo.

—Bueno chicos, ésta tarde tendremos la reunión, ya han pasado dos semanas, por Dios, necesitamos seguir —dijo Sabrina.

—Yo tengo preparado un plan que les va a encantar —comenté.

—Muy bien, al fin podremos seguir con… no lo llamaría venganza, digamos una satisfacción personal.

—Así es como le hemos estado llamando, Sabrina —contestó Thomas.

—Descuida, con mi plan, ella se va a llevar una lección ejemplar —dije.

—O con el plan de Jake —agregó Sabrina.

Thomas y yo solo nos quedamos callados sin decir nada, no queríamos decir nada.

—Chicos, se que no confían en Jake pero deberían darle una oportunidad, yo lo hice y es genial.

—Es lo que lo hace especial, el arte de la manipulación —comenté.

—Sabrina, cuando terminemos con esto también tienes que ayudarme a descubrir si Benjamín es homosexual —dijo Thomas, se notaba que quería cambiar el tema antes de que comenzara una discusión.

—Claro, lo he estado viendo de cerca y tengo algunas observaciones, una es que le gusta Taylor Swift, más precisamente, le gusta “Look What You Made Me Do”

—Demonios Sabrina, ¿revisaste su teléfono? —dije riendo.

—Oye, ese chico no es muy obvio que digamos, tuve que pasar al plan B —respondió también riendo.

—Así están bien, ¿lo notan? —comentó Thomas.

—¿De qué hablas? —pregunté.

—No quiero que sigan peleando, somos mejores cuando estamos unidos.

—Es cierto —agregó Sabrina.

Yo solo asentí con la cabeza y entonces seguimos todo el día con normalidad pero tenía un mal presentimiento sobre nuestra reunión con Jake.




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Narrador: Jake
Estaba en casa de Sebastián, había ido con la excusa de que quería jugar, pero necesitaba algo bueno para mi plan, algo que le diera a su foto con Alex un propósito para ser difundida.

—Bien, es simple, solo “looteas”, te defiendes y construyes —comentó Sebastián.

—¿”Looteas”? —pregunté confundido.

—Sí, quiere decir que busques armas y objetos —explicó.

—No creo que éste tipo de juegos sea lo mío —dije.

—No, lo haces bien solo no muevas tanto el mouse.

En eso me mató un sujeto desde lejos.

—No entiendo como es que la gente puede construir un hotel con piscina así nada mas —comenté frustrado.

—Cosa de practicar mucho —agregó riendo por lo frustrado que estaba.

—¿Sabes qué? Mejor juega tú y yo te veo por un rato.

—Bien —nos cambiamos de asiento y el comenzó a jugar, yo necesitaba dejar de jugar eso para seguir observando.

Entonces me levanté y caminé hacía la ventana, por la cercanía de la casa de al lado, algo me hizo pensar que ahí vivía Alex, me di la vuelta para preguntar y confirmar mis sospechosas.

—Ésta casa está muy cerca, ¿quién vive al otro lado? —pregunté lo más desinteresado posible.

—Ahí vive Alex —respondió.

—¿Y qué tal tus padres, te llevas bien con ellos? —pregunté.

—Con mi madre bien, mi padre es otra historia.

—No me digas —tenía que sacarle información sobre los problemas que tenía con su padre, afortunadamente no tuve que preguntar.

En ese momento entró el padre de Sebastián y se veía molesto.

—Sebastián, ¿ya hiciste tus deberes? —preguntó el hombre.

—Sí papá.

—Bueno eso espero, ese chico Alex te roba mucho tiempo, voy a tener que alejarte de él.

Seb volteo la silla para poder ver a su padre.

—¿De qué carajos hablas? —preguntó ésta vez mi amigo.

—De que ese chico es gay.

—Ajá ¿y? —contestó Seb.

—Pues quiero que te alejes de él, porque eso sería el colmo, aparte de no querer ir a la Iglesia también ser gay, ¿en serio?

—Papá, eso no me interesa —respondió mi amigo molesto.

No quiero enterarme de que andas con ese chico o de que te volviste gay, o te llevaré a Cuernavaca —gritó y cerró la puerta algo fuerte.

Me acerqué a Seb, se veía molesto pero necesitaba más información.

—¿A qué se refiere con llevarte a Cuernavaca? —pregunté confundido.

—Es que allá hay un lugar donde hacen terapia de reconversión a homosexuales, es financiado por la mismísima diócesis católica de esa ciudad —comentó.

—Amigo, tengo una reunión con Sabrina y sus amigos en unos 20 minutos, me tengo que ir, igual gracias por mostrarme como jugar —corrí y salí de ahí porque de verdad era algo tarde.

Ya afuera no pude evitar que se me marcara una sonrisa, tenía todo lo que necesitaba y lo único que faltaba era hablar con Alex.




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Narrador: Alex
Entré al cuarto de Sabrina a hablar, Thomas también estaba ahí. Era hora de decidir lo que íbamos a hacer con la situación de Mía.

—Muy bien, les voy a mostrar mi plan, chicos —dije.

—Espera a que llegue Jake —contestó mi amiga.

The Stormlands: Todo MejoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora