Anhilation [•Steve Rogers•] (II)

12. Mis Amigos

Justo al llegar a mi habitación, me senté sobre la cama para darle un montón de vueltas a lo que Scott había propuesto.

Viajes en el tiempo...

Imposible si lo pensaba demasiado, o no...

Lo que Scott dijo sí me llenó de esperanza, me hizo sonreír ante el pensamiento de volver a verlos a todos otra vez.

Se podían remediar las cosas.

¡Sí se podían remediar!

En el poder realizar este plan, tenía que poner todo de mí, todas mis fuerzas, mis ganas, mis añoranzas.

Y es que los últimos 5 años no habían sido vida en absoluto, no sin todos los que se fueron y todo lo que se llevaron al partir.

Por un momento mientras reflexionaba y me planteaba lo que había que decirle a Tony mañana que ya lo hubiésemos localizado, pensaba en los momentos que tuve con aquellos a quienes perdí. Claro que los de Ronnie estaban mucho más presentes, pero eso no quería decir que no pensara también en mis otros amigos y en cuánto los extrañaba.

En especial en esos dos tan incondicionales para mí.

Sam y Bucky.

Sam en todo momento desde que me conoció estuvo dispuesto a apoyarme en lo que fuese. Era un gran hombre y por supuesto, un extraordinario amigo...

Él siempre solía destensar el ambiente con comentarios graciosos y hacía una mancuerna excelente con Ronnie en lo que a hacernos reír se refería. Sam solía estar relajado a pesar de la adversidad, pero también situar los pies en los problemas y ser un gran y objetivo peleador. Incluso cuando recién nos conocíamos me apoyó y estuvo dispuesto a ayudarme y ser un gran amigo; por eso supe que nunca me decepcionaría y que por eso yo no lo iba a decepcionar.

Y había sido afortunado de que él me ofreciera su amistad sincera y desinteresada y también su lealtad.

Definitivamente no sabía lo que yo había hecho para ganarme amistades así de excepcionales.

Desde un principio Sam Wilson se ganó mi respeto y mi admiración, a pesar de sus pérdidas tenía la cabeza en alto y estaba dispuesto a apoyar a los demás de forma desinteresada.

Estuvo ahí cuando yo estuve convaleciendo en el hospital, estuvo en todos esos momentos en los que necesitaba de alguien.

(...)

Escuché una canción mientras iba abriendo los ojos, me sentía demasiado agotado y muy adolorido.

Cuando abrí los ojos por completo me di cuenta de que estaba en una camilla de hospital.

Sabía perfectamente lo que había pasado, no tuve que preguntarme por qué estaba aquí, pero sí cuánto tiempo llevaba en este lugar.

Cuando volteé hacia la izquierda vi a Ronnie dormida en un pequeño sofá, la pude notar demasiado agotada y de cierta manera me hizo sentir demasiada ternura.

Volteé hacia al otro lado y vi a Sam que leía un libro.

Me sentí suertudo por tenerlos aquí conmigo en estos momentos, a pesar de que una de ellos, estaba dormida.

—A tu izquierda...—le dije a Sam con poca fuerza.

Obviamente por el comentario Sam volteó y me dedicó una sonrisa amistosa y alegre.