Sofía
Me encontraba de vuelta en casa, en mi cómoda y reconfortante cama luego de haberme duchado y haber comido algo decente. Mi madre se mostro tan atenta conmigo siendo cariñosa y consintiéndome. Era extraño como después de tanto tiempo lo hacía tan natural, luego de que yo misma nos privara de este gesto tan íntimo y hermoso. Papá estaba algo distante aunque de a ratos venia a mi habitación a verificar que estuviera bien. Valentina que había llegado a casa luego de que me dieran el alta no se había despegado de mí, disculpándose torpemente entre lágrimas.
—No lo sabía — Decía, sorbiendo su nariz —De verdad perdóname Sofía, soy la peor amiga de todas.
—Ya basta, Val. Eso no es cierto, si hay alguien que se comporto como mala amiga fui yo. Sufriste tanto, y odio haberte dejado sola pero ya estoy aquí. No me iré Val —Ella me había abrazado tan fuerte que temí que me dejara sin aire.
Ahora ambas yacíamos en la cama, debajo de las cobijas como dos niñas. Valentina dormía profundamente, seguro no había podido pasar la noche con la culpa carcomiendo su mente. Así que la deje descansar mientras veía mis redes en mi teléfono, o alguna cosa que llamara mi atención. Era sábado por lo que ninguno se preocupo por trabajar o ir a la universidad. Aun no les había dado la noticia a mis padres, en realidad era poco lo que habíamos hablado. Me senté en la cama pensando en lo que era mi vida ahora ¿Cómo llegue a esto? ¿Cómo llegue a causar tanto mal? Me levante y fui directo a mi escritorio, tomando lápiz y papel.
Lucas: Hoy no pienso en ti, hoy pienso en mí.
¿Sabías que estaba mal? Porque yo no lo había notado hasta que esta mañana una vez más desperté desorientada y herida después de una de tantas crisis ¿Sabes que fue lo peor? Que te odie por un instante, sí Luc, lo hice en el momento en que mi padre me abrazó llorando creyendo que me perdería, o cuando abrí mis ojos y vi el rostro preocupado de mamá. O justo después de ver a Valentina culparse por mi crisis. Ella sufre ¿Sabias lo de Patrick? Espero que no, espero que también fueras engañado por sus mentiras porque honestamente si no fue así también te odiare. Es un imbécil, se que era tu amigo y lo amaste pero es un maldito imbécil. No puedo creer que abandone a mi mejor amiga por solo pensar en ti, yo que jamás creí que lo haría, y menos a ella que me sostuvo en mis peores momentos.
Sé que no te puedo culpar por haberte ido, pero te culpo por haberme amado de esa forma en que lo hiciste... tanto que ahora yo no sé qué hacer con ese amor, tanto que ahora me aferro a ti y me niego a ser poseída por alguien más. Tanto que ahora soy otra persona.
No quiero olvidarte, pero quiero sanar.
Sofí.
Me limpie las lagrimas que había derramado y mire a mi cama, Valentina seguía dormida. Me acerque y reajuste las almohadas a su alrededor. Fui hasta mi closet y tome uno de mis suéteres tejidos y gigantes, me lo puse sobre mi pijama de tirantes y salí en dirección a la oficina de papá.
—¿Papá estas aquí? —Llame mientras tocaba la puerta.
En un instante papá apareció delante de mí y sonrió.
—Hola princesa ¿Cómo te sientes? —Preguntó, mientras salía al pasillo y cerraba la puerta tras de sí.
—Estoy bien —Dije. El asintió y me animo a acompañarlo a la cocina.
—¿Valentina? —Pregunto.
—Duerme como un tronco —Dije y ambos reímos —¿Mamá? —Pregunte y vi como sus músculos se tensaba bajo su camisa gris.
—Fue por algunas cosas que hacen falta —Señalo la cocina, tratando de ser casual con su cara de Póker.
—¿Está todo bien con ustedes? —Me anime a preguntar mientras abría el refrigerador y sacaba la leche de cartón.
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Nunca me olvides
Romance"Llega un momento en el que alguien te rompe en pedazos, pero también alguien te reconstruye de golpe. Y, joder, qué bonito". Benjamín Griss. Tan impredecible es la vida, tanto que de un momento a otro puede cambiar. En el momento en que Louis regr...