Louis
Y ahí estaba yo, rendido otra vez, rehusándome a darme por vencido. Tocando su mejilla, derritiéndome por sus palabras, su suplica. De nuevo queriendo besarla, a punto de hacerlo cuando el ascensor se abrió.
Mierda.
Me dispuse a entrar cuando la escena frente a mi me congelo, una pareja besándose frenéticamente en el interior del ascensor, tan calientes como se podía sentir desde donde estábamos. Escuche la respiración profunda y pesada de Sofía, el hombre se movió queriendo apartarse tomando a la mujer por los hombros, entonces me di cuenta.
Jodida mierda, es el papá de Sofía. ¡Su padre!
Quise actuar rápido, esto la iba a terminar de hundir. "Solo tú puedes ayudarme... Por favor ayúdame" sus palabras se tallaron en mi sien. Me moví para cubrir la escena con mi cuerpo, pero era demasiado tarde. Sofía estaba pálida viendo como su jodido padre metía la lengua en la boca de esa mujer.
¡Mierda!
—¡Papá! —Su voz se quebró, incluso más de lo que estaba en el momento en que la oí delirar.
En ese momento el ascensor se cerro, no sin antes de que él se separara bruscamente de la mujer y nos revelara su rostro: era él, sin duda.
Sofía tomo mis brazos que estaban extendidos a ella, tratando de bloquear el camino. Se sostuvo en mi, su rostro pálido y sus ojos perdidos en algún punto del suelo.
¡Maldita sea!
—¿Sofía? —La llamé, ella parecía no oír —Hey... linda —Le dije, tocando su mejilla para que me viera.
Lo hizo, sus ojos ahora llenos de lagrimas, sus labios separados y respirando frenética. Sin dudarlo la abrace, Sofía se congelo pero luego de un momento rodeo sus brazos por mi cintura y se desplomo. Lloro, fuerte, con dolor. Sus hombros sacudiéndose, sus sollozos roncos con su vos lastimada. Le permití llorar hasta que considere que era suficiente, no era bueno dos crisis en menos de 48 horas.
—Mírame nena —Levante su rostro —Así, respira lento... bien así —Le hablaba mientras limpiaba su rostro ahora con manchas negras regadas, haciendo un desastre que incluso la hacía ver más hermosa.
—Louis... él... no —Mi corazón se quebró. ¡Dios! La forma en que ella me suplicaba, me pedía que le dijera que no era real, que esto no era cierto.
—Tranquila, shhh. Nena con calma —La calme, limpie su rostro y la deje que se recostara en mi pecho, estaba quieta mirando al vacio —Vamos— me obligué a movernos, necesitaba salir de allí.
Bajamos por las escaleras hacia el estacionamiento, donde estaba mi camioneta. Allí abrí la puerta y ella entro, me pare frente a ella viendo su rostro.
—Dime algo —Le rogué, viendo su rostro. Ella estaba tan callada, tan quieta.
—Era mi papá —Dijo, sus ojos fijos en el piso —No lo puedo procesar yo...
Se quedo muda, una vez más. La deje procesarlo, estaba en una especie de shock y en estos casos no se podía hacer nada más que dar espacio al entendimiento, ella iba a procesarlo. Me miro y parecía entender ahora, lagrimas cayeron de nuevo sobre sus mejillas.
—Llévame lejos de aquí Louis, por favor. Llévame a mi casa —Pidió.
Asentí y cerré la puerta, rodee el auto y me senté frente al volante dándole vida al motor y poniéndome en marcha.
—¿Estás segura de querer ir a tu casa? Puedes llamar a Valentina —Dije, pero dudaba que Valentina estuviera disponible, seguro pasaría la noche con Aarón.
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Nunca me olvides
Romance"Llega un momento en el que alguien te rompe en pedazos, pero también alguien te reconstruye de golpe. Y, joder, qué bonito". Benjamín Griss. Tan impredecible es la vida, tanto que de un momento a otro puede cambiar. En el momento en que Louis regr...