Situaciones

08. Poder (Wen RuoHan x Lan QiRen)

NOTAS DE LA AUTORA: Anoche me desvelé escribiendo Dongying, así que dejaré esto por aquí y me iré alv a dormir xD

Esta fue una petición de LindoPanquesito a quien le pido una disculpa por lo sad. No me los imaginaba diferentes, la verdah :v

Esto quedo muchísimo más largo de lo que imaginé, pero espero que lo disfruten, pese a todo ^u^U

~•~•~•~•~•~

08. Poder (Wen RuoHan x Lan QiRen).

(ADVERTENCIA: Este fic contiene escenas sexuales, así como muertes canónicas, por lo que no tiene un final feliz)

—¡Baja de ahí! Te vas a lastimar –exclamó al pie del árbol mientras su hermano trepaba cada vez más alto.

—No seas aburrido, QiRen.

—Padre nos regañará cuando vea tu ropa desaliñada.

—Padre está fuera en una conferencia de discusión. No lo sabrá.

—¿Qué clase de Lan eres? Me causa risa cuando la gente dice que eres un ejemplo de rectitud. Ya tienes catorce años, no eres un niño.

—Y tú sólo tienes doce, no eres una anciana. Ven y bájame si puedes, señora Lan.

—¡Baja tu trasero aquí en este instante!

—Woah... un Lan hablando de esa manera. Qué escándalo.

—Suficiente –bufó Lan QiRen y comenzó a trepar al árbol. Su hermano subió aún más mientras reía.

—¿Qué sucede, anciana? ¿No puedes alcanzar a esta joven alma?

—Juro que cuando te alcance patearé tu trasero.

—QiRen, nunca has podido patear mi trasero. Sólo eres un niño.

—No. Tú lo eres –en ese momento, ambos escucharon algo crujir. Apenas y pudieron mirar hacia abajo cuando se quebró la rama sobre la que el menor estaba parado.

—¡QiRen! –el menor cayó un par de metros y cerró los ojos preparándose para el golpe que nunca llegó.

Debajo del árbol, Lan QiRen había sido atrapado en los brazos de alguien. Estaba siendo cargado al estilo princesa...

Al abrir los ojos, la simple visión de la túnica blanca con estampado de llamas, le hicieron desear bajarse de un salto. Sin embargo, el shock debido al miedo le impedía moverse.

Su reacción fue peor al notar de quién se trataba.

—¡Joven Maestro Wen! –exclamó Lan QiRen con nerviosismo. QingHen-Jun bajó tan rápido como pudo–. Por favor perdóneme.

—Le pido una disculpa. Esto sucedió por mi descuido –dijo el mayor haciendo una profunda reverencia. Wen RuoHan intercaló su mirada entre los hermanos Lan. Al final, clavó la mirada en Lan QiRen.

—¿Te encuentras bien? –preguntó. El menor se sonrojó con fuerza debido al deplorable comportamiento que había demostrado.

—¡Sí! Me encuentro bien. Por favor perdone mi comportamiento. Le aseguro que los discípulos de la Secta Lan no somos así –Wen RuoHan levantó una mano para pedirle que guardara silencio.