Volver a ti

11

Tocaron la puerta de la habitación.

—Un segundo —Grité amarrándome la bata de baño. Abrí la puerta para mirarlo del otro lado.

—Uy, me tomaste la palabra —Dije viéndolo arriba abajo —Que guapo te vez —Dije sin antes pensar en como se habrían escuchado esas palabras saliendo de mi boca.

El estaba usando unos Jeans negros con unos tenis color blanco, camisa verde militar.

—¿Aun no estás lista? —Dijo en un refunfuño.

—Solo falta vestirme, ahorita te busco —Le cerré la puerta en la cara. Me quité la bata y deslicé por mi cuerpo el vestido de tirantes color rojo tapizado por lentejuelas. Me llegaba a media pierna, por enfrente era bastante discreto, pero por detrás estaba descubierto hasta la media espalda. Era algo suelto lo que me daba la movilidad suficiente. Me puse unos tacones abiertos negros que usaba para el trabajo, pero de igual forma eran perfectos para la ocasión.

Mi cabello solo lo alacié, el maquillaje era discreto, lo único que resaltaba eran mis labios color rojo.

Salí y toqué la puerta. Aiden me miró por un momento y sonrió.

—¿Ya? Vamos el taxi ya viene.

—Vámonos en el auto.

—De eso nada señor, hoy vamos a beber como los grandes y ninguno de los dos será el conductor designado. —Lo agarré del brazo para estirarlo.

—Bueno deja guardo las lleves en la habitación.

***

—¿Quieres zona vip? —Me preguntó cuando ya íbamos a entrar al antro.

—¿Qué? No —Me reí, recordando que antes no salíamos de ahí. —Abajo donde estén todos, ya sabes lo que dicen, entre más corriente más ambiente.

Se dibujó una sonrisa en su rostro —Solo no te metas en problemas —Dijo viendo hacia la calle.

Levanté las cejas —No puedo prometer nada —Dije más como un reto.

Dimos nuestros nombres y nos dieron una mesa que ya había reservado con anterioridad, que para ser sincera no era la mejor del lugar, en medio de la mesa estaba un globo grande que decía "Felicidades".

Después de unos minutos y analizar el lugar, admito que estaba bien, tenía ambiente, pero creo que estaba algo demasiado lleno y apenas serían las 11 de la noche.

—Me pregunto que diría Mr. Subasta si te viera aquí. —dijo mientras el mesero anotaba lo que yo le había pedido.

—No lo sé, yo no soy la que está a punto de casarse.

Su rostro cambió y no fue de mi total agrado notarlo.

Cuando el mesero volvió dejó una cubeta con 10 cervezas. Tomé una y la destapé. —Mira Aiden, con esto lo que menos quiero es incomodarte ¿De acuerdo? Hagamos algo, desde que salimos del hotel es como si nada hubiera pasado. No tocaremos el tema sobre esta salida ¿ok?

—No es eso —Se quedó pensativo.

—Vamos —Destapé otra cerveza y se la dí —Para el día de mañana al despertar será como si ambos nos hubiésemos dormido como angelitos desde las 9.

El tomó la cerveza y le dio un trago. Comenzó a sonar una canción que estaba de moda y por ende me la sabía. Unas chicas de la mesa de a lado comenzaron a cantar al mismo tiempo de yo. Me miraron y me dieron una pequeña sonrisa. Aiden solo se contenía con una sonrisa en el rostro. Sentía la música, mientras cantaba, daba un trago a mi cerveza y volvía a la estrofa. Vi que Aiden sacó su celular y miró atento en él. Fruncí el ceño mientras lo observaba. Tecleó algo para luego dar un trago y guardarlo de nuevo en su pantalón.