Un Perfecto Desastre

Capítulo XXII: Después de la tormenta...

Laura

Estoy acostada con Fiore en su habitación. Es de madrugada. Luego de que llegáramos a casa ambas tomamos un largo baño y nos pusimos a ordenar la habitación de Franco. Tuve que soportar sus preguntas con respecto a mi relación con su hermano. Y además, sus burlas por el desastre de la cama que obviamente lucia usada para tener sexo todo el día.

Había sido el día más largo de mi vida así que cuando nos recostamos un rato no me sorprendió quedarme dormida de inmediato. Fiorella se sentía algo mal por todos los sentimientos encontrados en el día por lo que también se durmió. Pero desde hacía rato estaba igual que yo dando vueltas. Ya habían pasado muchas horas. Estábamos preocupadas por los chicos.

—¿Crees que lo encontraron? —Me pregunta y yo suspiro.

—Por su bien espero que no —Fiorella suspira —Aunque no me molestaría que le dieran una buena paliza.

—A mí tampoco pero me preocupa Franco. No sabe mantener el control —Me giro a verla y está llorando —Cuando Francesco murió todo empeoro para él. Estuvo en tantos problemas. Tantas peleas. Que nuestros padres consideraron mandarlo a Italia con el abuelo. Pero luego nos enteramos del embarazo de Alayna. Todo cambio...

Hay un prolongado silencio. Ella se acaricia su vientre y sus ojos se pierden el cualquier lugar donde su mente está ahora, recordando. Sonríe y me ve.

>>Alex es lo único que le da fuerzas. Es un niño excepcional. Pero no siempre fue todo bonito... Alayna es hija de Alfonzo Carucci. El contrincante más grande para los Cifarelli. Es la competencia empresarial de mi familia, y los segundos más influyentes por su apellido en el país. Era la chica prohibida por eso... fue fácil caer para los... para Franco.

Fiorella carraspea y me mira.

—¿Es hermana de Ricky? —Digo. Impactada por la noticia.

—Lo es —Dice mi amiga —Su hermana mayor. Solo son ellos dos. Cuando mis padres se enteraron de ese embarazo todo fue un caos. Intentaron hacerla abortar. No sé cómo, pero mi madre logro engañarla para que creyera que estaba feliz con el embarazo. La llevo engañada a una clínica donde por poco... la hacen abortar. Ricky llegó antes, preocupado por su hermana y desconfiado por la falsa actitud de mi mamá —Fiorella limpia sus lágrimas —Fue un día horrible.

Todo en mi mente hace clic. La actitud de Ricky hacia Franco y su familia. El dolor que reprime es por lo que le hicieron a su hermana. No lo culpo.

>>Francesco recién cumplía un mes de muerto. Y ya mis padres querían matar... a su primer nieto. Cuando los Carucci se enteraron nos declararon la guerra. Todo fue mediático. Salimos en los periódicos y noticias locales ¡la familia de terror! ¡Asesinos! ¡Los hijos prodigio se convierten en rebeldes! Franco peleaba cada día y se metía en problemas. Alayna era perseguida por periodistas para que contara como mi madre la engañó. Y nosotros. Nos vimos obligados a mudarnos a este lado de la ciudad. Ya no éramos aceptados con la alta sociedad ni las más influyentes familias de Italia que residen aquí. Después de eso, todo fue peor aunque no lo creas. Alayna cayó en una terrible depresión que casi la hace acabar con su vida. Franco... sufría ataques de ira. Cayó en el alcohol y... las drogas. Todo por culpa de ese maldito callejón. Su única salvación fueron Dan y Will que lo mantuvieron cuerdo hasta el nacimiento de Alex. Mis padres reclamaron su derecho a la sangre, algo que es muy poderoso en las familias italianas. Así que se llegó a un acuerdo. El niño llevaría ambos apellidos, pero no se le permitiría compartir con nosotros.

—Dios —Digo y me siento en la cama. Esto parece una novela —¿Y qué paso luego?

—Franco peleo por él. Fueron a juicio y logro custodia compartida —Fiorella sonríe —Sera un excelente abogado. Claro que mi madre lo asesoro junto con la madre de Will. Que es una de las mejores abogadas de la ciudad —Mi amiga sonríe orgullosa —Y lo demás es historia. Alex puede compartir con Franco uno que otro fin de semana. Mis padres lo conocen y lo quieren pero no de la forma correcta. Para ellos Alex representa el desastre más grande que afecto nuestra familia.