Capitulo 19

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El camino fue bastante largo, pero aún así los tupios lo disfrutaron entre risas, cantos y charlas que tenían durante el tiempo que duraba el viaje desde su casa hasta uno de los supermercados más grandes de la cuidad de Seúl. Se podría decir que era como un Walmart pero no tan globalizado, era algo coreano con nombre aburrido y también coreano, fue por eso que todos lo bautizaron como "lo Camilo", ya que en la caja 4 casi siempre atendía un señor simpático parecido a alguien que los Tupios conocían con ese nombre. Se llevaba muy bien con la caperuza a decir verdad. Los Tupios al ver a lo lejos el gran edificio comenzaron a saltar en el auto mientras gritaban y festejaban como niños pequeños, emocionado de haber llegado. La Aldy se encargo de estacionar en un espacio vacío del estacionamiento abierto que se encontraba enfrente del lugar. Por lo que cuando bajaron del auto, todos cruzaron la calle con cuidado y con una sonrisa resplandeciente cruzaron la puertas corredizas del supermercado y lo primero que sintieron fue ese olor tan distintivo de cosas nuevas. Ese era el olor de lo Camilo.

Narra Aldu:

-Súbanse!!- dijo la Ramo, quien había desaparecido y aparecido en un instante con un changuito grande y nos animaba a que nos subamos. V agarró una revista de los productos que había en lo Camilo y también tenía su celular en mano para ver lo que teníamos que comprar exactamente, cuestión estaba en su mundo. El Tuku se animó y se puso en la parte delantera del carrito mientras la Ramo lo paseaba de acá para allá con sus risas siendo oídas por toda la gente del lugar. Yo me reí por lo bajo.

-Che los van a cagar a pedo.- dijo la caperuza mientras se reía y lo bajaba al Tuku tironeándolo por la camiseta que tenía puesta, como toda una madre tenía que poner orden. Todos perdimos a V en un período de tiempo corto, pero cuando prestamos atención al camino ella estaba caminando lentamente mirando distraída la revista delgada que tenía en manos. Paso por la puerta que daba la bienvenida al interior del supermercado y era color azul que se abrió sola detectando que alguien estaba por pasar a través de ella, cosa que nos hizo reír. Todos dimos un mini trote para alcanzarla y ponernos a su lado mientras nos entreteníamos con la variedad de cosas que había en los estantes. Todos los productos se renovaban a cada segundo, cosa que no estamos tan acostumbrado en Argentina. Por lo que teníamos que prestar atención donde estaba cada cosa pero sin memorizarla, pues a la semana siguiente probablemente se encuentre en otro lugar totalmente distinto.

-No te separes, no ves que esto es enorme nos vamos a perder y separar rápido si no.- dije mientras la agarraba de la mano y ella la soltaba con un quejido sonoro, mientras seguía leyendo la revista en sus manos. La Ramo descuidó el carrito por prestarle atención a las mochilas con lentejuela doble y brillante junto con el Tuku, por lo que V decidió tomarlo, ya que estaba más concentrada en la mercadería. La caperuza trajo a nuestro grupo a la Ramo y al Tuku y les dijo que no se separen. Esperen, dije que V estaba concentrada en todo esto? Bueno, ahora más bien se distrajo con las velas aromáticas como la vieja espiritual que lleva en su interior.

-Me llevo todas.- dijo agarrando 5 velas de diferentes colores, tamaños y aromas y poniéndolas en el carrito bajo la atenta mirada de los Tupios. Cuando terminó de seleccionar las velas nos miró.-Yo las pago, tranquilos.- dijo con una seña de diva mientras tomaba el carrito y lo hacía dirigirse hacia el frente, siguiendo con el recorrido. Pasamos el estante de pañales y sacamos elemento de higiene personal para luego dirigirnos hacia la sección de papelerías, donde obviamente el resto de los Tupios me esperó un buen rato, en donde yo no me decidía que cinta de color debería agarrar, la lila con brillitos o la roja con corazones. 

-Ayy llevate todas, si somos ricos WUUUU.- dijo el Tuku mientras agarraba ambas cintas y las colocaba en el carrito de manera delicada. Yo me reí ante su afirmación y él se encogió de hombros. No quería gastar tanta plata pero gracias Tuku por decidir por mi. Todo iba bien hasta que pasó lo que no tenía que pasar. En un intento de cruzar al siguiente pasillo y tocar la textura de las lanas me distraje lo suficiente como para quedar completamente sola. Me sentí intimidada ante la soledad y cada vez que veía a alguien que no conocía más me desesperaba. En realidad todo me desesperaba, la gente, los estantes que no alcanzaba, que los tupios se hayan ido sin darle bola a lo que le dije a V en la entrada y que no los encuentre por ningún lado. Se estarán burlando de mi? Seguro que si. Pero es que así como pueden haber estado planeando dejarme sola desde que salimos de la tupio casa también pudieron distraerse con un panadero. Me dispuse a caminar y todo esto me hizo acordar a cuando era chiquita y perdí a mami en el Walmart y la vi agarrando a otra nena pensando que era yo. Si, muy triste historia. Cuando los encuentre me voy a apegar a ellos como una lapa para no perderme nunca más.

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