Bangtupios

Capitulo 35

Quien diría que el trabajo vendría tan rápido? Eso fue lo primero que se preguntó la Aldu antes de levantarse primera en toda la Tupio casa y dirigirse hacia la cocina para hacerle el desayuno a sus amigos, al mismo tiempo como método de despertar. Decidió hacer unos buenos mates junto con tostadas y algún que otro paquete de galletitas para no ir a trabajar con el estómago vacío. Decidieron que todos iban a ir como un acuerdo hacia el edificio de BigHit, pues sea quien sea que tenga que ir a trabajar, se dispusieron a acompañar al otro como el grupo unido y armonioso que eran.

Narra Aldu:

-QUÍTATE PERRA.- escuché la voz de la V tan cerca de mi oído diciendo eso como si fuese el principio de una canción country de los ochenta. Me reí por su voz y ella hizo lo mismo, mientras ambas nos sentábamos en la isla de la cocina, ella después de levantarse última de todos y yo después de hacer el desayuno.

-Estábamos charlando acá con las pibas y decidimos ir todos juntos a BigHit, que te parece?- dijo la caperuza a la última levantada mientras ésta se tomaba un rico mate sebado por Ramo Red, quien esperaba expectante la respuesta de mi hermana. Ella frunció el ceño por casi haberse ahogado con su propia saliva, pues el mate ya lo había terminado minutos atrás, cuando la caperuza le explicaba el acuerdo en el que quedamos. V comenzó a toser mientras levantaba un dedo y lo movía de un lado a otro en el aire, en signo de negación, cosa que hizo que la cape la quede mirando con cara de culo.

-Que yo sepa no tengo concha...- dijo el Tuku entrando en la conversación mientras dejaba su celular en la mesa, pues le había llamado la atención que la caperuza no lo haya incluido en lo que le había explicado antes a V, quien seguía tratando de desahogarse.

-Si, pero a vos no te hablábamos.- dijo la caperuza mientras sacudía una de sus manos en el aire de manera desinteresada, haciendo que el Tuku abra su boca en indignación. Yo por mi parte me dediqué a ver a mi hermana, quien no sabía si estaba con esa cara de estreñida porque recién se levantaba o porque de verdad no le agradaba la idea de que vallamos todos juntos al trabajo aunque no sea necesario. En mi opinión era algo divertido y que poco lo podíamos hacer, pues no siempre íbamos a estar así de disponibles como para acompañar al otro hacia BigHit.

-Yo tengo que ir a trabajar hoy, así que no vallan.- dijo V por fin sin que le faltara el aire haciendo que todos le prestemos atención, pero justamente ese no era el punto, quedamos en que todos íbamos a acompañarla.

-Por qué boluda? Hay que aprovechar, digo ahora que podemos ir estaría piola.- dijo la Ramo mientras le pasaba uno de sus mates al compás en que la cabeza de V nos decía que no en un negación. Me desanimé por un momento de no ir a BigHit pero bueno, había que respeta la decisión de nuestra V. Una muy pedorra la verdad. Me reír en voz alta por mi forma de putear y de pensar las cosas haciendo que todos los Tupios me miren sin saber lo que pasaba. Les estaba a punto de explicar de la boludes de la que me reía pero justo en ese momento el celular de V comenzó a sonar a todo volumen. Ese pitido insoportable característico de una de sus alarmas. La vi fruncir nuevamente el ceño con cansancio y pesadez justo cuando la alarma dejaba de sonar cuando ella la había apagado en un rápido movimiento. Luego de eso toda la isla de la cocina quedó en silencio y en uno de mis trances, mis ojos siguieron observando a mi hermana, quien había ladeado un poco su cabeza, como si una interrogativa muy complicada se le hubiese asomado por su cabeza. Sus ojos estaban idos y por un momento la vi casi cerrarlos. Acaso había dormido bien? Seguro que no, pues tenía malos hábitos para hacerlo y a la vez mucho miedo al café. Creí que estaba a punto de preguntarnos algo pero cuando menos me lo espero, ella se levanta del taburete y se dirige hacia su mochila de trabajo para luego saludarnos con la mano y diciéndonos 'Annyeong' en un pequeño grito tierno, haciendo que todos los tupios la saludemos y le deseemos suerte en un día de trabajo común, pero como la vieja intuitiva que suelo ser, este ambiente y el aura de mi hermana me decían que algo no estaba como tendría que estar o más bien, algo no tan común estaba por suceder. Luego de escuchar la puerta cerrarse decidí relajarme y estar con mi celular en lo que la caperuza, el Tuku y Ramo Red hablaban del extraño, loco y rutinario sueño de ésta última. En cuando entré a twitter pude ver el enlace de un usuario que compartía el tarot y todo lo relacionado con los astros y hasta el espiritualismo, cosa que me había hecho reír, pues me hizo acordar a cuando el Tuku me habla del horóscopo. Esa pequeña molestia en mi interior seguía desde que mi hermana se había ido de la Tupio casa por lo que leyendo estos artículos, con el objetivo de distraerme, logré encontrar el por qué de todo el malestar. Pues justo en ésta importante época del año, nos encontramos en Mercurio retrógrado, una época del año en la que dicho planeta retrocede en sus órbitas. Algunos dicen que gracias a eso surgen problemas, malestares o cansancio en las personas que habitan la tierra. Otros ni siquiera saben que existe, por lo que no le dan importancia. Precisamente traté de no darle importancia, pero me fue imposible, pues en este tipo de cosas son las únicas en las que creo, pero al mismo tiempo decidí enfrentar todo con positivismo y dejar atrás las malas energías. Agradecí haberme enterado de ésto antes de trabajar, pues significaba que mercurio retrógrado estaba perdiendo ante la mismísima Aldana. Sonreí a la nada y comencé a pensar en lo primero que se me venía a la mente, y eso fue mi hermana, quien hace ya minutos se había ido a trabajar. Quien no tenía ni idea de éste tal retroceso en las órbitas de mercurio, y quien probablemente no tenga ni idea de lo que ésto significa. Me quejé en voz alta y me pasé una mano por la frente, pidiéndole al universo que éste sea un día normal para ella, sin ninguna clase de preocupaciones ni problemas, pero al sentir la falta de fe en ello, también sentí que el universo hacía oídos sordos a mis pedidos, por lo que decidí dejarlo ahí para luego volver a la realidad y contarle al resto de éste suceso, por lo menos ellos tal vez tendrían la chance de enterarse y de no empezar a trabajar con el pie izquierdo.