El tiempo pasaba, pues es lo único que conforme a su paso no tiene detención. Los Tupios dormían plácidamente en sus camas y al no percatarse de la hora que era, parecía como si las horas y minutos sobraban para dormir. Por lo que aún así, pasadas las 8 de la mañana, habían seguido de largo en su también largo descanso matutino, hasta que el menos esperado de los cinco, decidió hacer de líder en el hogar.
-VIRGINIA LEVANTATE, ALDA, DELEN QUE LA HORA SE FUE.- gritó en el oído de ambas hermanas quienes se habían quedado dormidas en el sillón del living mirando un dorama la noche anterior. V se levantó con una risa que fue imitada por su hermana. Ambas se levantaron con noción del tiempo y sin ninguna clase de pesar, una pensando que era fin de semana y la otra pensando en seguir durmiendo. Pues qué pesar iba a haber cuando alguien se levanta a las 11 de la mañana en rutina laboral. Tal parecía que ninguna de las gemelas se había percatado de aquello.
-ADONDE SE FUE EHH??- preguntó la Alda devolviendo el grito al Tuku, quien se hallaba en su recorrido por las escaleras, todo despeinado y con sus ojos hinchados, pues como la mayoría ya despierta en la casa estaba recién levantado. Se dirigió hacia la habitación de Ramo Red y se sorprendió cuando la vio en el baño con su pijama mirándose al espejo, totalmente ida en el sueño y la fatiga.
-Boluda cambiate que nos tenemos que ir a trabajar, es re tarde.- le dijo el Tuku a la Ramo en voz alta mientras salía de su habitación y caminaba a paso veloz por el pasillo hacia la habitación de la caperuza, quien se hallaba sentada en su cama y colocándose sus anteojos. El Tuku la miró y ambos se sonrieron, pero la sonrisa en el varón duró poco, pues por alguna razón ese día no quería llegar tarde.-Es re tarde, cambiate y desayunamos allá.- dijo para luego correr a su propia habitación y cambiarse como un rayo. Bajó las escaleras y vio a las hermanas discutir por algo a lo que no le dio importancia, pues por lo menos ya no tenían solamente sus pijamas puesto sino ropa informal y más importante, presentable, todo lo contrario a Ramo Red.
-VAMOS DEJEMOS A ESTAS RETRASADAS.- dijo el Tuku mientras agarraba del brazo a las gemelas y se dirigían hacia la puerta. Pero la Alda se zafó y comenzó a reír a la par que pensaba. No era demasiado tarde. O si? Miró en su celular y el número 17 con una mini imagen de Jungkook la habían hecho reaccionar.
-Buenos días... Dónde estás? Te encuentras bien? Vendrás? Espero que no te hayas olvidado de... mierda.- dijo leyendo de manera rápida los 17 mensajes de Jungkook, a quien le urgía la presencia de Aldana en el trabajo. Ella miró al Tuku, quien también estaba desesperado y apurado, luego miró a V, quien tenía cara seria normal y quien reprobaría si le hubiesen dado alguna materia en la secundaria con el nombre 'lenguaje visual', pues entre miradas y miradas lo único que sabía hacer era fruncir el ceño. Aldy mientras guardaba su celular y tomaba al Tuku del hombro, lo único que se limitó a hacer fue saludar a su hermana y desearle buena suerte, algo que V consideraba en vano de hacer.
-HEY PERO ADÓNDE...- gritó V saliendo de la casa y parándose en el cantero del vecino, mientras veía cómo el par de amigos se alejaban corriendo de la Tupio casa. V decidió no seguir la corriente y esperar a que el resto de las tupias se cambien y se alisten para ir al trabajo. Su mente estaba en blanco mientras se retrocedía del cantero a la puerta de entrada y se sentaba en el sillón del living. Cuando creyó estar lo suficientemente consciente de lo que estaba pasando se comenzó a desesperar. Pensó en miles de cosas a la vez, pero las que más quedaron en su cabeza fueron: Jimin, fotos, vestuario y comeback.
-LA CONCHA.- escuchó gritar a la caperuza quien se estaba prendiendo el cierre de su campera y se había tropezado con el último escalón de la escalera. La Ramo iba a su lado y la había ayudado a enderezarse mientras se reía. Después de una leve plática acerca de dónde estaban la Aldu y el Tuku, las tres chicas emprendieron camino al trabajo en la camioneta, pues no querían molestar a Tata por su falta de compromiso al levantarse tan tarde y a la vez, V tenía ganas de manejar, y por supuesto, ganas de llegar primero que el Tuku y su hermana. Y Bangtan? Bangtan se hallaba desde las 9 de la mañana en el edificio de trabajo.
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Bangtupios
FanfictionEsta historia cuenta la vida de los Tupios, los primeros idols nativos de Argentina que viven en Corea y trabajan para la más reconocida empresa Big Hit, dónde juntos viven inolvidables aventuras, asisten a premios, hacen giras, conciertos, conocen...