Bangtupios

Capitulo 23

Narra V:

Me quedé mirando a un punto fijo. Ese punto fijo era la dichosa pareja de Jin y la caperuza, quienes no paraban de mirarse y compartir risas mientras trabajaban juntos. Como pueden ir tan bien en esto? Seguramente es por la caperucita que siempre fue buena con las responsabilidades y cosas que tengan que ver con su profesión. Empecé a jugar con mis manos, a morderme las uñas mientras trataba de hilar algo de lo que decían, pero era imposible, ya que estaban justo en la otra punta del salón de baile. Todo iba bien hasta que la cape se le ocurre sacar unos cuantos papeles de su mochila. Jin se puso a leer lo que sea que la cape le haya dado y todo pasó de estar bien a estar esplendido. Sus sonrisas y miradas se intensificaron haciendo que frunza el ceño. Y todos mis pensamientos acerca de ellos siendo la mejor pajera que Chung-Hee haya elegido en toda su carrera como profesor y guía de idols, se habían confirmado cuando Jin la tomo de las manos y le empezó a decir cosas con una sonrisa resplandeciente, seguramente algún elogio o no sé. Una risa entre dientes sale de mi cuando noto la pena de la caperuza al hacer contacto visual con Jin, algo a lo que no estaba acostumbrada. Y también algo que no podía hacer con nadie. Contacto visual intenso y duradero.

-Y te fuiste de nuevo...- dijo Jimin en un suspiro alargando la 'y', mientras se colocaba sus manos en la cintura y miraba hacia la dirección en la que estaba mirando. Vuelve su mirada hacia mi y se sienta enfrente sobre sus rodillas mientras cruza sus brazos.

-Si, te estaba escuchando, la canción, la melodía, los versos y bla, bla...- dije mientras le hacía una seña rápida con la mano para que deje de desconcentrarme de la pareja a miles de metros de nosotros. Seguían en su burbuja de felicidad y Jin todavía no le soltaba las manos, cosa que me ponía nerviosa y un poco incómoda por la cape. No sé si estoy exagerando o qué pero algo me dice que están hablando de cualquier cosa menos de la canción. Eso me dio escalofríos.-Be... lla...- dije tratando de leerle los labios a Jin, y lo que uní me dejó perpleja, tanto que suspiré en voz alta, haciendo que Jimin me quede mirando sorprendido.-Le dijo bella?!- le pregunté gritando en silencio, mi cabeza giró de manera rápida mirando la cara de pocos amigos de Jimin para luego volver hacia la dirección de Jin. Jimin se acercó un poco frunciendo el ceño para luego girar su mirada hacia la pareja. Por lo menos Jin había dejado el contacto físico con la tupia número uno.

-De qué hablas?- me pregunta mientras Jin de la nada se para y se dirige hacia su mochila, para luego volverse a sentar para mi gusto muy cerca de la caperuza. Qué diría la Aldu de todo esto. De su mochila saca unos papeles más y comienza a leerlos y la cape lo queda mirando mientras su cabeza descansaba en su mano.-Ahhh... ya sé.- dijo luego de ver simplemente la manera en la que ambos interactuaban el uno con el otro. Jimin se sentó a mi lado apoyando sus manos en el suelo y no dijo nada más, simplemente nos quedamos mirando a los tortolitos enfrente.-Estás celosa?- escucho su voz con doble sentido y trato de no mirarlo pero las ganas de responder me pueden y hacen que me gire completamente, viendo que también su rostro estaba diciendo mucho más que mil palabras. Mis ojos se entrecierran sin querer, haciendo que comience a parpadear. Como siempre me pasa, tengo que tener una reacción para todo.

-No.- le dije levantando las cejas para luego darme la vuelta y seguir observando los movimientos de Jin tratando de ganarse el amor de la caperuza, y la cape siendo víctima de sus encantos. Trato de pensarlo sin exagerarlo mucho, pero creo que no me sale. Seguían igual de felices y juntos, cosa que hizo que me empiece a mover de manera inquieta.-Pero es que no vez lo bien que la pasan juntos? Quiero decir... Muy bien.- dije sonando más desesperada de lo que hubiese querido. Jimin volvió a mirar a la pareja y simplemente se encogió de hombros.

-Si eso te afecta porque no te concentras en otra cosa.- dijo mientras se volvía a parar. Se paró enfrente de mí obstruyendo por completo la vista hacia la cape, haciendo que le dirija una mala mirada mirando hacia arriba. Aunque no era mala idea pensar en otra cosa. Me distraería de toda esta extraña situación, así que levanté mi vista hacia sus ojos para prestarle atención.