Bangtupios

Capitulo 42

Flasbach UwU

Narra V:

-Quién? Jimin? Mirruu...- dijo el Tuku mientras interrumpía por completo el audio que le estaba mandando a la persona que nombró. Me paré del sillón del living y ahí lo vi, tildado en las escaleras y con cara pícara y pasada de tono. Típico de él cuando escucha algo como lo que estaba diciendo.

-Pero la pu...- puteé en voz alta cuando veo que el audio se había enviado a medio terminar. Después de borrarlo y bloquear mi celular decidí enojarme de la manera más dramática posible con el Tuku por invadir mi privacidad. Encima seguro había escuchado todo. Sé que es mi amigo y que debo confiar en él, es más, lo hago de la manera más ciega del mundo, hasta tenía planeado contarle, sabiendo la cantidad de veces que Jimin me había dicho que no lo cuente, pero es el Tuku. Aunque después de esto lo más probable es que haga una rabieta y termine contándole hasta lo de Yoongi y la Ramo, tema sumamente confidencial.-No sé qué escuchaste, pero no es lo que parece, le estaba recomendando un dorama.- dije actuando lo más normal posible mientras pasaba por su lado y con el dolor en el alma dejaba mi celular en la mesita del living y lo dejaba olvidado, dirigiéndome hacia la cocina, pues no había nada que me causará más nervios que dejar una conversación a medio terminar y mucho más si era un mensaje que yo misma había eliminado. Pero todo porque no sospeche el metido éste.

-Un dorama a las 8 de la noche en el restaurante que está enfrente del bar no sé qué verga porque no hablo taka taka, cruzando la plaza y que no sabes adónde queda entonces Jimin tiene que pasarte su ubicación? Waaah, quiero verlo.- dijo de la manera más tranquila mientras se sentaba en uno de los taburetes de la isla de la cocina. Me hirvió la sangre al saber que enserio estaba espiándome y que le daba la cara para decírmelo así tan abiertamente. Cerré con rabia la puerta del estante y me giré rápidamente para dejar de darle la espalda. Ahí estaba nuevamente, con una sonrisa el doble de pícara que la anterior y apoyado sobre la mesada mirándome de la misma manera. Yo me senté con mi té nocturno en el taburete de enfrente de él y suspiré, dispuesta a contarle. Después de la rabieta, obvio.

-ANA EL AYRTON ME ESTÁ PELEANDO, ME QUISO PEGAR Y TODO.- grité lo suficientemente fuerte como para que la caperuza, que se encontraba arriba con las otras dos haciendo sólo dios sabe qué. El Tuku me miró sorprendido y dramático, es decir, normalmente. 

-Foooh, pero LA CONCHA AYRTON QUÉ LE HICISTE AHORA?- preguntó en otro gritó más fuerte la mamá osa del grupo, seguido de una carcajada poderosa de la Ramo y la Alda, lo que hacía la pregunta seria de la madre del grupo, una más graciosa. Yo me aguanté la risa y cuando el Tuku dejó de mirar las escaleras y dirigió su mirada a la mía, lo esperé con una ceja levantada y una sonrisa igual a las que él me había dado.

-MENTIRA ANA, ELLA FUE LA QUE ME QUISO PEGAR...- dijo mientras gritaba con ganas haciendo que lo interrumpa con un dato curioso pero verdadero.

-No te va a creer, sos hombre, los hombres mienten.- dije como si fuese la protagonista principal de una telenovela y mientras tomaba un sorbo lento de mi té negro. El Tuku se rió y me puteó mental y verbalmente. Yo simplemente le sonreía victoriosa, pues si, no sé si los hombres en general pero él sí, mentía seguido.

-Dale contame lo que le estabas diciendo al Yimin antes, yo soy tu amigo, confía en mí mamita.- dijo mientras me agarraba de las manos por sobre la mesada y mientras me miraba con ojos suplicantes y a la vez graciosos. Me reí en voz alta tras su insinuación y volví atrás a mis pensamientos, pues sí le iba a contar pero de alguna u otra manera me tenía que desquitar con él por haber sido tan metiche en asuntos delicados como éstos, los cuales después de un simple berrinche, estaba dispuesta a contar y sacarlos a la luz. Así que no sé hasta qué punto el asunto deja de ser delicado.