BNHA One Shots!!

#27. Kirishima Eijirou

Sentimientos duraderos

-¡Ey, Kirishima! ¿Vienes hoy a los recreativos? Los exámenes teóricos han acabado, ¡hay que celebrarlo!
El pelinegro, que parecía ocupado mirando algo, le sonrió a sus amigos tímidamente y miró para el suelo.
-No puedo... Tengo que estudiar...
-¿Esudiar? Ah, claro, la UA. ¿Crees que te aceptarán?
El chico abrió la boca para responder, algo animado, pero lo hicieron unas detestables compañeras suyas.
-No creo, ¡asustará a los jueces con esas pintas! -las chicas se ríen mientras salen de clase, y el pelinegro baja la cabeza, avergonzado.
Sus compañeros, sonrieron y se encogieron de hombros.
-Bueno, ¡tú verás! ¡Hasta mañana! -sus supuestos amigos salieron de clase, sin siquiera mirarlo.
-Sí... Hasta mañana...
Kirishima miró tristemente su pupitre.
Piensa en que quizás debería dejar su idea de ser héroe.
No quiere asustar a nadie...
Y menos tener otro ataque de duda como el que tuvo hasta hace unas semanas.
Recoge sus cosas y se pone su mochila al hombro.
Había terminado la secundaria con excelentes notas, aún tenía que asistir a clases de forma obligatoria, pero no era lo mismo.
Ahora era libre.
Quizás sería el momento de...
<<Hm... No... No, aún no...>>
Caminó hasta los casilleros y se cambió de zapatos, cuando vio a una chica salir ya del edificio.
Él abrió los ojos como platos, brillaron de felicidad, su boca formó una sonrisa tontorrona y sus mejillas se tornaron en color rosáceo.
<<Quizá pueda hablar con ella...>>
La conocía, como no conocerla... (T/A) (T/N), de su clase, futura aspirante a héroe también...
Mejor dicho...
Heroína.
A Kirishima le lleva gustando desde que empezó secundaria, y le encantaría tener una cita con ella... Daría lo que fuera por una cita con esa chica para poder admirar sus ojos (C/o), esos que lo trae de cabeza y con los que sueña cada noche, poder tocar ese sedoso pelo (C/p), ver sus labios más de cerca, cogerle de la mano, abrazarla...
Y, por supuesto, ser todo un caballero con ella.
Le encanta demostrar su masculinidad a la gente, pero cuando se trata de ella...
Es el doble... ¡No! ¡El triple de varonil!
Cree incluso que se ha enamorado, alguna que otra vez le tiene gustado una chica en el colegio, pero, ¿de esta magnitud? Nunca.
Quería pedirle una cita cuando este curso terminara... Podía preguntarle si quería ir con él a estudiar para los exámenes de admisión a la biblioteca hoy...
La razón por la que tiene un mínimo de esperanza de que ella acepte es porque es la única persona que el chico ve amable de verdad. Es amable, divertida y echada para adelante para todo, aunque también la ve tímida con las personas que aún no conoce muy bien.
Él la ve adorable.
Corre hacia ella, ya habiéndose cambiado los zapatos y, teniendo en mente las palabras que le va a decir, se acerca a ella.
-¡(T/A)! -llama de forma enérgica, el chico.
Va hacia ella, parece que no le ha escuchado.
Camina hasta la salida, y ve que habla con alguien.
Un chico que no tenía el mismo uniforme que él hablaba con ella. Tenía una sonrisa chula, y estaba, para su gusto, demasiado cerca de la chica.
Kirishima mira para (T/N), y parece que está confundida. Intercambia un par de palabras y parece querer marcharse, pero el chico con el que hablaba no le parece muy buena idea, porque la arrincona.
Él frunce el ceño.
<<Me acercaré, no quiero meterme si son amigos, o algo...>>
Se acercó sigilosamente y escuchó la conversación.
-Anda, ¿por qué no? -preguntó el chico.
-Eh... Vamos a ver, no te conozco de nada... -dice ella, confusa.
-Oh, entonces... ¿Quieres una cita?
-No te conozco y has venido a mi lado nada más salir del instituto diciéndome que llevabas siguiéndome varios días y que sabías ya la ruta que cogía en el tren desde mi casa hasta aquí. Lo encuentro perturbador eso.
-Nena, lo hice porque me gustas, estás muy buena. ¿No querrías darme tu teléfono?
-No. Lo siento pero no, después de saber todo eso, no.
(T/N) intenta marcharse, pero le chico la empuja contra una pared.
-Siempre me salgo con la mía en el tema de las chicas... No te conviene decir eso.
Ella palidece.
Kirishima frunce el ceño y va a salir de su escondite para defenderla y ser todo un hombre con ella...
Pero parece ser que otro chico tuvo la idea antes.
Un rubio ceniza con actitud pasota, vestido con su uniforme de secundaria, se acerca al chico y le explota la cara al chico con la palma de su mano.
<<Uau, eso sí que es un buen don...>>
Kirishima decide mirarlo todo, ya que... Ahora no se atrevía a salir.
Había sido un cobarde de nuevo...
-¡Idiota, te tengo dicho que no ligues así con las chicas, coño! ¡Mira que eres idiota! ¿¡No entiendes que a las chicas hay que tratarlas como reinas, pedazo de mierda!? ¡Metes miedo así! -le gritó, mirando de reojo a la chica. Ella abre sus ojos y estos brillan más.- Tch... Tío, das puto asco. La próxima vez que hagas algo así, yo mismo te dejaré sin descendencia. ¡Lárgate!
El chico que antes acosaba a (T/N) se marcha con la cara chamuscada.
Ella intenta disimular un pequeño sonrojo que se había instalado en sus mejillas e intenta recomponerse.
-Gracias... En serio, que te digan que te han estado espiando estos últimos días, no es muy cómodo...
-Tch... -el rubio ceniza rueda los ojos, aunque luego vuelve a mirarla. Se acerca a ella y señala su entrepierna.- ¿Sabes lo que tenemos los hombres aquí?
Ella se ruboriza completamente.
Eijirou iba a salir, ahora sí que sí, pero la contestación que le dio el rubio a la chica, lo dejó sorprendido.
-Los huevos. Tenemos los huevos, unos bien puestos, y otros no, como el imbécil aquel. -dice, refiriéndose al chico que la acosaba.- Si das una buena patada con la punta del pie, se arrodillarán del dolor y problema resuelto. Y a ver si nos fijamos cuando vamos en el tren, si nos siguen o no. -dice, dando media vuelta y marchándose casi de mala gana.
La chica se sonroja de nuevo ya suspira sin darse cuenta.
Luego sonríe, de forma tímida, y se marcha en dirección contraria, a casa.
Kirishima, detrás del muro de la entrada de su instituto, miraba al suelo, realmente triste.
<<Ese chico es realmente varonil... ¿Por qué yo no puedo ser así también?>>
Creía que no era suficiente hombre, claro que no.
Entonces, ¿para qué declararse a la chica que tanto le gustaba?
¿Para que? Ella merecía a alguien que fuese un verdadero caballero con ella, como aquel rubio ceniza malhumorado.
Él no era suficiente, y merecía alguien mejor.
Sabe que se lo prometió, si, cuando acabará este años escolar, se declararía... Pero no tiene fuerza suficiente... No después de esto. Ya le había pasado en una ocasión. Pero que le pase dos... ¿De verdad valía para héroe? ¡La chica que le gustaba estaba ahí, metida en un problema y no fue a hacer nada! ¿¡Por qué!?
<<Sé que no cumplir una promesa no es de hombres... Pero... ¿De qué sirve ya? No soy... No soy un verdadero hombre...>>